Juan, Jon y yo; salimos del Bunker con el pecho completamente inflado de orgullo y con una enorme sonrisa que nos revelaba como los nuevos miembros de los Diablos Rojos. - ¡La victoria tiene un gran sabor amigos! –nos dijo Juan suspirando. - Así es Juan –respondí– por ahora estamos en el equipo de reserva al mando del profe Mosquera, pero recuerden lo que dijo el profe Soso –tomé un poco de aire- “Si tenemos un gran progreso futbolístico y de adaptación, subiremos al primer equipo” - ¡Eso! –gritó Jon muy emocionado mientras alzaba su brazo derecho hacia el infinito cielo azul, desde donde seguramente mi abuelo me estaba observando muy orgulloso. - “Estoy de vuelta viejo” –pensé para mis adentros y sabía que mi abuelo, me había escuchado. - Buen

