Capítulo 3

972 Palabras
—Muy bien, como les expliqué la semana pasada mi modo de impartir la clase es muy particular, —explico el profesor — no solo vamos a leer y examinar textos, para aprobar quiero que sea 60% teórica y el resto práctico. »¿En qué consistirá?, deben narrar una historia, pero no cualquier historia, debe ser una basada en hechos reales y en el género que más les guste —mi seño se frunció a más no poder— parece un trabajo pesado, pero, el desarrollo de este puede a los indecisos en su elección de carrer La clase avanzaba, el profesor hablaba de pronto me sentí observada, gire y me encontré con James, sin embargo, no me estaba mirando a mí, no su esta estaba clavada en mis manoplas. Siempre las llevaba puestas cubriendo mis cicatrices. Eran como guantes que dejaban al descubierto mis dedos y llegaban a mis muñec Me removí incómoda. Él lo noto reaccionó con una disculp —¿Por qué las usas?— pregunto luego de un —Tuve un accidente, mis muñecas quedaron mal y tengo una horrible cicatriz en la palma —asintió no muy convenci Con James y Albert conversamos de vez en vez sobre el trabajo del último semestre. La clase pasó vola El día continúo con normalidad, cuando terminó la última clase la cual compartía con James, nos dirigimos al jardín dónde se encontraban los demá —¡Hola, niños! — saludo Calle removiendo el cabello de James provocando que sus gafas bajarán hasta su nariz de forma torcid —Tranquilo, me despeina —Muy bien, ¿Qué haremos hoy? —dijo Albert. El cual se encontraba recostado sobre el suelo con la mochila de almohad —¿Aún en pijama? —afirmo sonriendo y guiñando un ojo, su flojera era asombros —No lo sé, hay una fiesta en la zona Su —Hannah, esa no es una buena idea y además es muy lunes — todos voltearon hacia James quien se encogió de hombro — ¿Tú qué opinas Baker? —todos pusieron su atención en mí La verdad no tenía ganas de fiesta, tampoco de tener compañía, pero debía admitir que me la pasaba bien con ello —¿Películas y pizza? —ni siquiera pensé antes de hablar «hecho» respondieron los cuatro — en mi apartament —Perfecto, Calle sodas, Hannah palomitas, con James no encargamos de la pizza y película —¿Y y —Tú pones el lugar, ya hiciste tú part — Bien, yo me encargo del helado y la cerve — No lo sugerí porque no creí que debieras —observo Calle con una sonrisa píca — ¡a cerveza va bien con pizza— James volvió a ser el centro de atenci — —¿Qué? —cuestionó dedicándome una mirada cómplice —a veces beb — Bien, nos vemos en tú habitad a las se — Me voy a dormir —aviso Albe Eran las tres de la tarde, supongo que le hacía falta dormir un poco. No lo conozco del todo aún, pero algunos días se siente más casado que de costumbr Nos despedimos y fuimos cada uno por su lado, para volvernos a encontrar más tard —¡Mierda!, abrázame James —suplicaba Calle, mientras Hannah y yo los observábamos desde la cama Albert trajo una gran variedad de películas. La primera que vimos fue “Mientras el lobo no está” un drama mexicano, ahora a pedido de los hombres nos encontramos “disfrutando” de “La ohija 2”. Creo que no fue buena idea dado que Calle grita como condenado, a James le tiemblan hasta las gafas y Albert… bueno él ni se mueve, pero tiene aprisionado un cojín contra el pecho con mucha fuerza, es muy gracioso de observar parece estar en estado de alerta como los ga —Por favor, deja de gritar ya me traes aturdida y no puedo oír la películ — ¿Podríamos poner otra cosa?, por favor —pidió suplican —No, ya casi acaba, ¿Quieres venir aquí? — le hice un espacio y sin pensarlo dos veces trepó ala cam —¡Hay dios!, Hannah asume espacio —Cal decidió honrarnos con su calor corporal, ya que era demasiado miedoso para quedarse solo en el colc —¿Albert?— llamé, y en repuesta recibí un «mm» —¿Estás bien? —afirmó con un movimiento de cabeza así que, ya no pregunte má Unos treinta minutos y cuatrocientos cincuenta gritos más tarde de Calle la película llega a su fin u esa voz familiar se vuelve a oí —¿Qué hacen todos ahí? —nos observaba con el ceño fruncido y algo de conducción en el ros —¡Está vivo, vivió! —exclamo Call haciendo raras señas con las manos haciéndonos morir de ris —¿Qué es tan graci —Tú —respondí mientras me dirigía a buscar una soda —Fue como si te hubieras muerto toda la película, no te movías y hablabas. Era ligeramente preocupant —Es que me gusta mucho esa película y la vi muchas veces con Calle, pero él grita como niño chiquito — se quejó— entonces me preparo mentalmente y me aisló para no escucha —¡He!, Eso no es de amigos — se quejó el mencionado provocando nuestras risa Molestamos un rato más a Calle, luego hablamos de nuestras vidas, hogares y padres, los conocí un poco más solo que James de un momento a otro se retraía, como si hablar de su vida le incomodara. Es todo un Enigma o tal vez me lo parece porque aún no he llegado a conocerlo del todo Entre charla y charla, cerveza y cerveza se hizo la una de la mañana. Ellos durmieron aquí.
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