-¡Sander, Eliza abran la puerta!-grita Miranda desde el otro lado de la puerta pero Sander y yo no estamos de ánimos de hacerlo- ¡Sander, abre la maldita puerta!- abro los ojos para ver al bloque de hielo que bloque la puerta y los picos de Sander todavía intactos mi calor es lo que aleja del frio-¡Sara, despierta!- está enojada tal vez la hizo enojar Gabriel, se escuchan murmullos del otro lado de la puerta, Sander me abraza y jala contra su cuerpo, no le importa que este igual de caliente como el fuego de una chimenea-¿Pueden abrir la maldita puerta?
-Sara, hija despierta- vuelvo a cerrar los ojos e intento volverme a quedar dormida-¡Sara abre la puerta!- vocifera mi madre mientras golpea la puerta- Demonios Sara son las seis de la tarde-como siempre mi madre es mi reloj personal- niña despierta- se vuelven a escuchar murmullos fuera de la habitación, no les tomo importancia pero la voz del abuelo hace que despierte rápido.
-¡Eliza Metacus!, ¡abre esta puerta ahora! ¡O te juro que te pondré a prender y apagar una vela todo el día!- cuando me despierto tumbo a Sander al suelo y eso hace que despierte- contare hasta tres y quiero ver esta puerta abierta.
-Ya voy- refunfuño, y bostezo ruidosamente, Sander se estira en el suelo ve los picos de hielo y los retira junto con el bloque de la puerta, me encamino a ella y la abro de golpe-¡¿Se puede saber para que me despiertan a las seis de la mañana?!
-Son las seis de la tarde-corrige Atina, mientras doy un bostezo extra- primero Alexander y luego ustedes.
-Levantarme temprano no es bueno-dice Sander tras de mi- pedimos que no se nos molestara y al parecer nos ignoraron, así que me gustaría saber para que nos despertaron, si no es importante voy a volver a cerrar la puerta y pobre del próximo que venga a dar de gritos en mi puerta.
-Te parece poco dormir a esta hora Sander- lo enfrenta Miranda, es la que puede hacerlo además de mi- es muy tarde, no piensan hacer nada el día de hoy además de estar en su recamara.
-Si ese es tu motivo por el cual el general Metacus golpeo la puerta e hizo que Sara me tumbara de la cama mientras dormía- me toma de los hombros con cuidado- entonces puedes irte a…
-Sander- lo reprime Gabriel al instante- lo que queremos hablar con ustedes no tiene nada que ver con los gritos que les tuvieron que dar para que se despertaran.
-Si es para hablar se puede esperar y con su permiso voy a volverme a dormir-hablo con el tono frio que me gusta utilizar cuando algo me molesta- no quiero que nos vuelvan a molestar por el resto del día y la noche, el que lo haga será mi próximo ayudante para entrenar para controlar el calor de su cuerpo y no soy muy buena en eso. Buenas noches-cierro la puerta, camino de regreso a la cama y Sander coloca de nuevo el bloque de hielo en la puerta.
Sander regresa los picos de hielo en esta ocasión un poco más cortos me acuesto en la cama y Sander junto a mí, dormimos por horas, Sander me enreda en su brazo y pone una pierna sobre las mías me resulta sencillo acurrucarme en su cuerpo, donde me siento protegida y segura, extrañaba el frio de su cuerpo la temperatura del cuarto regresa a ser baja y la mía a elevarse lo suficiente para calentarme no para quemarlo, estar así con él me lleva a las veces en que se quedaba conmigo durante nuestras perdidas, en los días que no importaba cuanto nos necesitaran era el día de los dos nadie más importaba, pone una de sus manos en mi cintura tira un poco de la blusa que tengo puesta para poner su mano en mi piel, doy un suspiro largo y abro los ojos para ver los suyos abiertos.
-Perdón- es lo primero que dice.
-Perdonarte ¿Por qué?
-Por no salvarte cuando pude hacerlo-no entiendo de que me habla, dejo que continué pero realmente no sé de qué me está hablando si lo supiera lo hiciera-recuerdas cuando Alexander te llevo a la tumba de tu padre- claro que lo recuerdo prendí la llama que nunca se apagara- estaba ahí pude quitarte de los brazos de Alexander, pude evitar muchas cosas, la caída de nuestro reino, más no el nacimiento de Cal.
-¿Viste cuando se lo dije?- no resisto y me levanto para verlo mejor-¿Por qué no hiciste nada Sander? Sabías que me moría por verte, escucharte o sentirte de nuevo, no seguir creyendo que nunca te vería o escucharía tu voz de nuevo…Sentir tus manos recorriendo mi cuerpo de nuevo mientras me hacías el amor, no pensaste en eso, ¿Por qué no lo hiciste? ¿Por qué dejaste que Alexander me pusiera las manos encima?- me estoy derrumbando por la confesión que me acaba de hacer- Cal seria tuyo no de él- quiero que le duela, que aprenda que tanto me duele que mi tercer hijo no sea de él.
-Crees que no lo sé Sara- lágrimas caen por su rostro- crees que no me duele el saber que pude evitar que Caldera cayera, que en este momento podríamos estar en nuestra recamara terminando de acostar a nuestros hijos y preparándonos para dormir o para hacer el amor, crees que no lo sé… Que no me arrepiento de sacrificarte por el bien de nuestra nación, de dejar que mi amado primo recorriera algo que siempre ha sido mío y que siempre lo será, deje que me arrebatara mi felicidad por tu seguridad aunque eso me doliera hasta lo más profundo de mi alma, de ver cómo te abrazaba o de como dejaste que te besara…
-Te creí muerto Sander Swan- mi voz se corta exhalo por muchos motivos- pero me duele el saber que no hiciste más por salvarme pero… Te perdono por todo, dejar que me usaran, por protegerme de esa manera- me recuesto de nuevo pero ya no me vuelve a poner la mano en la cintura o a tocar- tú también perdoname- suspira pero deja que continué- por dejarme caer sin ti, es que eres mi pilar más grande y sin ti me derrumbaría más de lo que ya lo hecho no resistirá un día más sin estar a tu lado el saber que ya no respiramos el mismo aire- no sé cómo hace para imprimir sus labios en los míos y dejarme sin respiración cuando lo hace- ¿me perdonas?-murmuro sobre sus labios, su cabello necesita un pequeño corte lo tiene un poco largo pero me gusta porque es más fácil sumergir mis dedos para tocar su cabeza, él hace lo mismo conmigo los dos necesitamos un corte mi cabello lo tengo hasta mi cintura-¿Sander?
-Porque no mejor me ayudas a quitarme la ropa y te ayudo con la tuya- dice sobre mis labios sin despegarse mucho de ellos, quito su camisa y dejo que bese mi cuello y puro éxtasis recorre mi cuerpo, rompe mi camisa con ambas manos desgarrándola a la mitad.
-Sander mi blusa- sonríe y continua besándome el cuello-era una de mis favoritas, ¿Sander me estas escuchando?
-Porque no te dejas de lamentar por la ropa y me ayudas a olvidar algunas cosas- mi turno llega me ayuda dándose la vuelta retiro su pantalón junto con su ropa interior.
-Quieres olvidar, borrame las caricias de Alexander, hazme perder el sentido ayudame a perder el control contigo- retiro mi sostén y me baja el pantalón junto con mi ropa interior y me pongo sobre él y comienzo a besarle el cuello.
-No tengas dudas- me voltea y comienza a besar mi vientre y sus manos a recorrer los costados de mi cuerpo- encantado de hacerlo.
Disfruto cada momento que hace estremecer, besa desde mis piernas hasta mi cuello, cuando sus labios se juntan con los míos me besa apasionadamente, besa mi espalda y acaricia mis piernas, y besa la parte de atrás de mi cuello y con una de sus manos recorre mi espalda hasta llegar a mi pierna derecha, me hace estremecer toda, cuando digo su nombre entre suspiros y jadeos intensifica el frio de sus labios al besarme o rosarlos en una parte de mi piel, sus manos no me perdonan cuando las tomo para evitar que continúen su recorrido por mi cuerpo, me complace en cada cosa que le pido que haga, que me bese los hombros y el cuello y para mi mayor confort besa mi clavícula, hago lo que hice la primera vez que recorrió mi cuerpo prendo una llama en mis manos que apaga con hielo mientras besa mi cuello, cuando deja que yo avance en él, me encanta cuando se estremece o cuando deja que le bese la espalda o cuando hace sus manos puños sosteniendo la sábana y una ráfaga de escarcha sale disparada de sus manos, los besos que le doy son apasionados y cuando escucho mi nombre en sus labios entre sus jadeos es cuando me pongo a temblar. Me hizo el amor como nunca antes estoy segura que llevamos dos días sin salir, horas dormidos y el resto haciendo el amor.
-¿Logre borrarlas?- dice mientras me acaricia una pierna.
-Creeme que lo hiciste- tengo puesto un bata translucida- y que me dejaste cansada como si hubiera corrido todo el día.
-Si prefieres correr…
-Creeme que te prefiero a ti- me pongo sobre él y lo beso con la mayor pasión que quiero lograr, su mano empieza a subir para quitar la bata de nuevo pero no lo dejare que lo haga quiero comer y ver a los niños que amo con el alma- deténgase mi rey, no quiere ir a ver a sus príncipes y a su princesa-me voltea de un movimiento toma mis manos y comienza a besar mi piel de nuevo- rey Sander.
-No cuando estoy cuando mi reina-regresa su vista a mí y sus ojos gláciles me llevan a muchos lugares y recuerdos- no cuando tengo a la reina en mi cama.
-Hace dos días que sus hijos no lo ven, no le da vergüenza- me dedica una enorme sonrisa que hace que me estremezca- majestad.
-Un poco… Pero prefiero tener a mi reina en mi cama recorriendo mi cuerpo-la sonrisa se transforma cuando tocan la puerta- sus deseos se le cumplieron majestad.
-Mamá, papá, ¿Podemos pasar?- Sharon nuestra hija es la que habla.
-No se enoje alteza-me suelta y deja que me levante para abrir la puerta pero la bloquea el hielo, Sander tiene el pantalón y su ropa interior puestos- rey Sander puede bajar el hielo para abrirle a su princesa.
-Solo quitare el de la puerta- avisa y efectivamente solo quita el de la puerta- ya puedes abrirla Sharon- mi niña la abre con Cal en sus brazos y Cassian tras ella-Sara siéntate por favor- me siento en la cama y dejo que me ponga un brazo en mi hombro.
-Cassian cierra la puerta por favor- le digo a mi niño, que cierra tras él la puerta Sharon corre con Cal en sus brazos y lo deja en la cama primero antes de subirse a ella- gracias Cass.
-¿Por qué no han salido?- pregunta Cassian subiéndose de mi lado al lado contrario de Sharon.
-Ya no nos quieren- mi niña baja la cabeza, su comentario no hace más que hacerme embozar una sonrisa.
-No es eso Shary- contesta Sander por mí- mamá y yo necesitamos tiempo a solas y creo que lo seguimos necesitando.
-No porque no los queremos- Cassian toma a Cal de donde está y me lo entrega- al contrario los amamos demasiado pero necesitamos algo de tiempo para nosotros hace mucho tiempo que no éramos Sara Soleil y Sander Swan nada más.
-Querían ser ustedes mismos-dice Cassian antes de que Sharon hable-te dije que estaban bien Shary-los reclamos a Shary no me gustan o los que se hacen mutuamente.
-Cassian tu hermana solo se preocupó por nosotros- lo reprime Sander con la dulzura que lo caracteriza- pero ya vieron que estamos bien. ¿Se quedan más tranquilos?
-Si papi- responde rápido Sharon- pero me gustaría dormir con ustedes hoy.
-Sharon no escuchaste lo que te acaban de decir- rezonga Cassian, pero una mirada mía basta para que le pida una disculpa a su hermana.
-Mamá-Cal toma un mechón de mi cabello y empieza a enredarlo en su dedo.
-Hola Caly- lo levanto para verle la cara, mis ojos, los ojos de Cassian, los de papá y los de la abuela- ¿dónde estabas mi niño? Te veo más grande.
-Mamá- dice soltando mi cabello y poniendo sus manos en mi cara y juntando su frente a la mía.
-Te quiero Cal- le doy un beso en la cara- mi muñequito de electricidad.
-Papá ¿cómo hiciste eso?- Cassian señala los picos de la habitación y el suelo congelado, y con algunas cosas cubiertas de escarcha incluyendo las sábanas que tapa la cobija.
-Cuando regresemos a casa te enseño a que lo hagas- dice Sander con una sonrisa en su cara- necesito el gimnasio del castillo para que hagas esto por el espacio libre que hay.
-De acuerdo me lo prometes-Sander asiente y Cassian sonríe y después me mira a mí-y mamá me podrías enseñar a caminar entre el fuego y arder en él.
-Cuando volvamos a casa todo lo que quieras, con la condición de que si Cal te ve asiéndolo y quiere que le enseñes lo harás sin renegar porque si va y me busca por qué no lo dejaste entrenar contigo te voy a castigar- le advierto y asiente rápido.
-Será como enseñarle a Shary, pero ojala Cal no me haga perder el control- dice dedicándole una mirada a su hermana.
-Eres mal maestro prefiero a papá-dice Shary mientras se acuesta en Sander.
-¿Ya entrenaron?-les pregunta Sander a los dos y los niegan con la cabeza- ¿y que esperan?
-Está bien ya nos vamos- dice Shary dándole un beso en la mejilla y otro a mí-dame a Cal mamá.
-Toma, adiós Cal- mi niño me dice adiós con su mano- pórtense bien los tres y no le digan a nadie que los dejamos pasar ¿entendieron?
-No los vimos, entendido- dice Cassian, dándome un beso y otro a Sander- adiós a los dos- Cassian se encamina a la puerta la abre un poco y se asoma a ver si no hay nadie y sale cuando lo confirma, Sharon sale tras él y Cassian cierra la puerta, al instante Sander pone el bloque de hielo.
-Ya vi a mis hijos majestad-murmura en mi oído y hace que voltee a verlo- mi tiempo con mi reina no me lo van a quitar tan fácil.
-Tengo hambre alteza- intento ponerme de pie pero me vuelve a sentar en la cama- rey Sander es enserio tengo hambre, si me deja bajar por comida le prometo volver rápido.
-Le doy cinco minutos, sino bajare por usted- me besa una vez más-no tardes.