La saco de donde la tiene, la limpio y la pongo en la cama, salgo del cuarto y me dirijo a la cocina para desayunar, donde encuentro a todos desayunando solo tomo una manzana que me ayudara a pasar la mañana, Cassian y Sharon comen cereal de chocolate ellos ya me han visto con Venganza puesta, pero a Sander con Poder no y cuando él entra en la habitación con Poder en su piel me pongo nerviosa se le ve muy bien, excelente diría yo, se le ve perfecta, en el desborda el rey que es, Miranda deja de masticar por ver a su hermano con una armadura y más Poder, Gabriel solo sonríe, Alexander y Atina ven a su primo con asombro, a diferencia de Venganza, Poder es plateada y los detalles que tiene cambian de color dependiendo el poder del rey que la porte por el momento. Sander es frío y los bordes de Poder cambiaron de plateados a un azules glaciales como sus ojos y ambas cosas se resaltan entre sí. Cassian y Sharon dejan de comer para ver mejor a su padre, qué pasa par la habitación con la cara en alto poniéndose a mi lado, las flamas de Venganza se resaltan en tono dorado rojizo cuando él se acerca, Tirana se enciende cuando las flamas de Venganza se resaltan.
-¿Por qué las traen puestas?-pregunta mi madre desde su lugar-Piensan salir.
-Eliza-Sander me deja la responsabilidad a mí.
-Hoy tomó la decisión de que voy a hacer para quitar a Christopher de mi trono- digo dándole una mordida a la manzana.
-Sara, es hora-dice Sander poniéndose de pie a mi lado- Alexander esto te importa y lo que te dije te lo voy a cumplir.
-Alexander tiene resaca de tanto alcohol que tomó anoche-comenta Atina molesta no con Sander o conmigo sino con su hermano.
-Atina cállate por favor- dice Alexander tomando un poco de jugo de naranja con jitomate-no tengo resaca.
-Tiene un fuerte dolor de cabeza y unas ganas inmensas de regresar su desayuno- comenta Miranda comiendo un poco de fruta.
-Me gustaría una taza de té de flor Flamer-dice Alexander poniéndose de pie-para que me quite el dolor de cabeza y poder pensar en el futuro de mi nación.
-Sander vamos a la sala de juntas-me encamino a la puerta con la manzana en mis manos le doy una mordida- tenemos cosas que hacer y la principal involucra a Alexander.
-Ya bajo-contesta Alexander mientras se vuelve a sentar-Deja tomarme esto mientras se me baja el dolor de cabeza.
-Te esperamos abajo-Sander sale de la cocina conmigo- y no te vuelvas a pasar de copas. Que te necesitamos sobrio.
-Si entendí-rezonga tomándose el té de un trago.
Sander y yo caminamos a la sala donde prendo todas las computadoras y las conecto con cuidado, Sander reniega diciendo que porque lo obligue a ponerse a Poder y le contesto que para que demuestre que es el rey no mi ayudante o mano derecha, Alexander entra con un traje n***o que en él desborda el poder de Nórdico, los dos reyes que están en la sala desbordan lo que son, los reyes de dos poderosas naciones y los padres de mis hijos. Los generales de Caldera activan sus cámaras y comienza la junta que tanto quería, se debate entre que permanezca en las sobras y entre deshacerme de la rara que está en mi lugar, duramos hablando de eso por horas hasta que me enfado y doy la orden de evacuación a la capital.
-Majestad, sospecharán de lo que queremos hacer-dice mi general de fuerzas aéreas-evacuando a todo el país.
-No evacuaremos a todo Caldera solo la capital-responde Sander por mí-Para asegurar su seguridad y lo haremos por secciones, primero la zona suroeste, después la noreste, y así que se vayan rolando quiero a la capital totalmente evacuada en un mes.
-Pero altezas- mi general Reynolds está muy cooperador hoy- es muy poco tiempo ¿Dónde vivirán los evacuados?
-¿Pueden ayudarme con eso?- pregunto miranda cada pantalla- ustedes darles asilo en sus mansiones bacías, y en cada cada castillo desocupado en Caldera, quiero a la ciudad evacuada.
-¿Qué hay con el rey de Nórdico?- pregunta mi general de menor importancia-¿Nos ayudara con la posición del trono o solo le dejaremos el camino libre con su hermano?
-Ayudare en lo que pueda y me llevare a mi hermano, será juzgado como traidor a mi nación y condenado a vivir en una celda…
-En Caldera se le castigara quitándole su don de tierra y dándole el exilio total- interrumpo a Alexander para decir el castigo que se le dará en Caldera- nunca volverá a pisar nuestra tierra, como el que no ayude de ustedes en la evacuación recibirá el mismo castigo por traición a la nación, y mi hermano se encargara de eso espero que lo recuerden.
-Como usted diga majestad- dicen todos al mismo tiempo.
-Caldera será recuperada en un mes- anuncia Sander para los generales- en un mes la helada llegara a tono Caldera, les pido que vallan consiguiendo mantas, abrigos y cualquier cosa que evite el frio.
-Los veo en un mes en el palacio, ya sentada en mi trono- resalto todas las palabras para que les quede claro que volveré a portar la corona y nada lo evitara, se despiden y apagan sus computadoras, espero hasta que el ultimo se desconecte para volver a hablar-un mes me separá de mi corona- me pongo de pie y camino a donde guardo el vino.
-Sabes que el vino es malo para ti- comenta Sander mientras se acomoda en su silla- si te vas a embriagar no voy a dormir contigo hoy.
-¿Qué tiene de malo que lo haga?-pregunta Alexander, pobre nunca me ha visto ebria y espero que no lo haga, herede el amor al alcohol a mi papá y cuando necesito un trago son botellas como él- Sander dejala que lo haga.
-No te metas Alexander, nunca la has visto ebria ¿Verdad?- saco lo que busco el vino favorito de papá, me sirvo toda una copa hasta el borde, le tomo antes de que se tire-Eliza más te vale que solo sea una copa.
-Si nada más será está- digo mientras meneo un poco la copa- no me voy a tomar toda la botella, tiene mucho tiempo aquí esta cosa- le doy otro trago y me acerco a él- además no es de mis favoritos si lo fuera no me tomaría una copa nada más- me siento en sus piernas no me quita y no lo va hacer- y no tengo planes de embriagarme por el día de hoy, solo quiero un trago- le vuelvo a tomar a la copa- ya sé porque era el favorito de papá- digo elevando la copa con una mano y enredo mi otro brazo en el cuello de Sander-¿Quieres?- soy compartida con él, asiente y me quita la copa para tomarle él le da un trago largo, me lo regresa y le queda la mitad que me tomo de un solo trago- suficiente por hoy- me levanto de sus piernas y llevo la copa a su lugar y regreso la botella a su lugar pero antes de cerrar la puerta de donde estaba veo una del día de mi boda, la saco y vuelvo a tomar la copa.
-Dijiste una nada más- dice Sander desde su lugar, me regreso a él y le doy la botella.
-Feliz aniversario- digo dedicándole una enorme sonrisa- la tenía guardada desde hace muchos meses.
-Nuestro aniversario ya paso- dice contemplando la botella, que abre después de un momento- pero no quita que no quiera volver a tomar este vino- me quita la copa y la llena, Alexander solo mueve la cabeza.
-¿Se la van a tomar toda?-pregunta mientras se pone de pie y encamina a nosotros.
-Si quieres toma una copa- digo quitándole la copa a Sander que ya le dio un trago, bebo de ella y su sabor me lleva a hace nueve años cuando dije “acepto” ante el ministro que nos casó, cuando prendí una llama en mi mano y él creo un copo de nieve en la suya cuando bailamos esa canción que amamos y disfrutamos bailar- está delicioso, me lleva a muchos recuerdos- le digo a Sander, me sienta en sus piernas de nuevo- tanto felices como tristes- me acurruco en su pecho, los felices son cada momento que paso a su lado y los tristes los intentos fallidos de hijos-¿recuerdas los que llegaron antes que Cassian?- es un tema que nos duele y hiere en el corazón.
-Si los recuerdo- dice al suspirar, le duele el recuerdo como a mí- eran los peores días del año-no fue nuestro año y es nuestro peor recuerdo- pero llego Cassian- una lágrima recorre mi cara, suspiro por ellos mis niños- después Sharon, y al final Cal- Alexander no dice nada, pues sabe que al que más vera Cal será a Sander-ya no hay que lamentarse por eso.
-Duele el recuerdo de las noches deseando que ese fuera y que a los días salieran de mí-llorar de solo recordarme despertar o caminar con sangre entre las piernas y expulsando a mis hijos- si hubiera funcionado la primera vez tendría ocho años.
-Ocho- su voz es triste como la mía-pero ya no hay que lamentarse por eso, Cassian cumplió los siete, Sharon los cinco y Cal un año- llevo un año casi dos atrapada en esta cosa que llamo refugio mientras escucho como Christopher aniquila aldeas completas buscándome.
-No quiero pasar por eso de nuevo- lloro más y mejor le tomo a la copa, me termino el vino de un trago- ¿Me sirves más?
-No pasaras por eso de nuevo-besa mi cabeza y me sirve más en la copa- te lo prometo.
-Me voy a llevar la botella a el cuarto por si te quieres dormir en la cama de Cassian- me levanto de sus piernas y me tallo las lágrimas derramadas- voy a deprimirme un poco.
-Dijiste que no tomarías-camino al mueble de los vinos dejo la botella y tomo otra nueva de la misma fecha- ¿Sara?- me volteo a los dos que me ven como si nunca me hubieran visto rota o desecha.
-Quiero estar sola- digo avanzando a la puerta-no quiero que nadie me moleste y para que no lo hagan cerrare la puerta con seguro- cuando llego a la puerta me giro a Sander- hasta mañana Sander, descansa.
-Espera- me dice poniéndose de pie- no dejare que te deprimas sola- camina al mueble donde están los vinos y toma la botella que deje y se encamina a la puerta- tengo mis razones para deprimirme también.
-Me asegurare de que no los molesten-comenta Alexander encaminándose a la puerta- por favor no se embriaguen.
-Te lo prometo-Sander le palmea el hombro, pero yo no prometo nada.
-No sabría decirte-digo en tono despreocupado- no sé cuántos tragos necesito para sacarlo.
Sander y yo caminamos a nuestra habitación, hace un bloque de hielo que evita el paso a quien quiera entrar, pero si es Cassian o Sharon lo van a quitar con facilidad, me siento al pie de la cama y destapo la botella y bebo de ella, Sander se sienta a mi lado tenemos penas propias y dolores que nos matan a ambos, Gabriel nos quitó el dolor y libero el poder de ambos pero los recuerdos llevan el dolor y la rabia, gracias a May tengo cada uno de ellos presentes de nuevo, no recuerdo cuando exactamente llegan las lágrimas a mi cara, o cuando comencé a maldecir en voz alta, Sander solo guarda silencio pero bajo la temperatura del lugar y la expandió por toda la recamara, picos de hielo descienden por el techo y elevo mi calor para que no me pase nada, los picos son grandes que dan hasta mitad de la altura de la habitación, nuestra pena es grande y deprimirme con él es gratificante en cierto modo. Me levanto del suelo y trato de no pegarme en uno de los picos de Sander, me acuesto en la cama, mi botella quedo a la mitad bueno un poco menos de la mitad la de Sander se la acabó y siguió con la mía, quedo dormida y lo último que recuerdo es el olor de Sander en la cama cuando se acuesta a mi lado.