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885 Palabras
Al cabo de un rato, Julien volvió con una bandeja de limonada para ambos. Se quedó algo extrañado al ver al rubio con la camisa en la cara, pero optó por no preguntar y quitársela, no quería asustarse aun más de su compañero. —Vamos a terminar con esto cuanto antes —dijo sentándose en la cama con las piernas cruzadas. Theo lo siguió sentándose a su lado, quizá demasiado cerca. El más bajo se hizo a un lado para dejar unos centímetros de distancia, Theodore lo ponía nervioso y no ayudaba para nada el hecho de tenerlo en su cama— tienes alguna idea de lo que quieres hacer. El otro se encogió de hombros. —Me gusta Romeo y Julieta. —Vale —Julien se estiró para sacar de la estantería una edición gigantesca de las obras se Shakespeare, la abrió cerca de la mitad y luego de hacer un repaso mental dijo— creo que podríamos hablar sobre el estilo narrativo del autor o el impacto negativo que tiene la obra en la actualidad. —¡Pero es muy romántica, eso no puede ser negativo! —Hay mucho más en la obra que solo cursilería barata —Theo se lo quedó mirando unos instantes que a Julien se le hicieron eternos— ¿Por qué estas mirándome así? El rubio tuvo que morderse el labio para evitar reírse en su cara. Si Julien seguía hablándole así, seguramente no podría controlar las ganas de darle un beso. —Porque me gustas... Me gustan las cosas bonitas, y nunca había visto algo más bonito que tus cejas juntándose cuando te enojas; y porque quiero recordar cada momento desde que te conocí hasta el día en que nos casemos. —Como dije: cursilería barata —Julien le cerró el libro en la cara y por poco le apreta la nariz— puedes escoger la escena que vamos a analizar —¿Escena? —Escena, acto... Lo que tú quieras —Theo lo observaba casi sin pestañear, pronto el castaño entendió lo que estaba pasando— no me digas que ni siquiera has leído Romeo y Julieta —el más alto le sonrió mostrándole los dientes— no puede ser... —No debe ser tan complicada, puedo leer un resumen en internet —el otro entrecerró los ojos, sintiéndose tan insultado como si hubieran ofendido a su madre. No iba a permitir que su compañero de proyecto leyera un burdo resumen en una dudosa página de internet. —Eres el peor compañero de trabajo —abrió el libro en la misma página de antes, la ilustración a color de una pareja en el balcón era inconfundible. Se encargaría de que Theodore se supiera la historia aunque tuviera que leérsela el mismo— pon atención, porque no voy a repetir nada. Luego de dejarle claro que solo lo hacía porque quería una buena nota y de que aceptó el hecho de que no podría despegarse del lado al más alto, comenzó a leer en voz alta. Por su parte Theo no podía estar mejor. Aunque tuviera que aguantar todas las partes aburridas la historia, tenía a su alma gemela leyendo solo para él. Julien había accedido a dejar que se sentara más cerca con la excusa que quería escucharlo mejor. Sentía su cuerpo tibio rozándole el brazo y su voz cantarina saltando de una palabra a otra como si hubiera sido hecha para eso. Las palabras sonaban mejor cuando Julien las decía, incluso las que sonaban ridículas y no tenía idea de lo que significaban. Pasaron veinte minutos y cada vez bajaba más el volumen, al castaño le pesaban los ojos y lenta e involuntariamente iba recargándose en el cuerpo del más alto. Si todo iba como Theo esperaba, podría tenerlo entre sus brazos al final del tercer acto; pero sus planes se vinieron abajo cuando su compañero cerró el libro de improvisto para tirarlo a los pies de la cama. —Es todo —dijo— sigue leyendo por tu cuenta. —¿Pero, por qué? —Julien se cruzó de brazos y desvió la mirada, algo no andaba bien— ¿Por qué no te gusta Romeo y Julieta? —Porque es una tontería, me molesta que hayan personas que crean en cosas como esas. —Eso es bastante amargado de tu parte. Pareces un viejo cascarrabias. —Solo veo la realidad como es. —Pero Shakespeare está hablando de amor y el amor es algo real. —El amor está sobre valorado —no podía estar seguro pero a Theo le dio la impresión de que había algo rompiéndose en cada una de las palabras del menor.— además algo como el amor a primera vista es absurdo. —Yo me enamoré así de ti. —No puedes enamorarte de mi, no me conoces. —Ya lo sé —por supuesto que lo sabía, como si no se hubiera dado vuelta la cabeza pensando en alguna buena razón para quererlo tanto. Aún no había encontrado ninguna. Julien era guapo, pero gruñón; inteligente, pero engreído; honesto, pero sarcástico hasta los huesos y aun así Theo no podía pensar en alguien más que no fuera ese chiquillo arrogante para pasar el resto de su vida— yo tampoco lo entiendo, pero creo que te amo. Julien sintió sus mejillas teñirse de rojo, aún no sabía si era por la rabia o porque el rubio lo estaba matando de la vergüenza. No le gustaba sentirse así, el amor era una tontería después de todo ¿no? Le había costado mucho convencerse de eso como para dejar que alguien llegara a cambiarlo todo así de fácil, especialmente alguien como Theodore. —Idiota... —no quería volver a sentir algo tan desgarrador como el amor.  
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