POV Sertan Mientras sigo conversando con los políticos y empresarios sobre la ganadería—lo que el rancho Montemayor ha logrado por la administración de mi padre—, Rosalinda está disimulando un bostezo, intento que su presencia no me distraiga, pero ciertamente lo hace. Con su odiosa belleza, su fingida inocencia y el hecho de que todos los hombres la miran con deseo y eso solo me hace apretar la copa en mi mano. He venido a hacer mi trabajo, que no es más ni menos que halagar nuestro legado y hacer más conexiones que nos beneficien. Me debo de concentrar en eso, no en ella, que ha venido como un lindo jarrón de rosas. Respiro profundo, esbozando una sonrisa para dar un apretón de mano. El gabinete de la alcaldesa se acerca a nosotros junto a ella; una voluptuosa pelirroja que me ha mi

