Eva Tremed, atormentada por la culpa tras lo ocurrido la noche anterior, se encontraba inmersa en un mar de emociones, desafortunadamente, la mayoría negativas. La falsa condesa de Tremed, quien nunca tuvo una primera noche legítima con el hombre que era el legítimo esposo del cuerpo en que había regresado a su tiempo, le había entregado todo de sí a un hombre que había visto apenas un día atrás, pero al cual amaba con toda el alma desde vidas atrás, cosa que nadie entendería, ni siquiera ella lo haría si no lo estuviera viviendo, por eso debía ocultarlo de todo el mundo. Reclamando su verdadera identidad como Ebba Cyril, con la consciencia carcomiéndole y el alma atormentada por pensar en la distancia que debía poner entre ella y el amor de su vida, la primera reina de Tassia tomó la

