Entro a la oficina de Mandy. Ella está de espaldas, concentrada en su computadora. Ni siquiera se ha dado cuenta de que he ingresado. Me quedo recargado en la puerta, viendo lo concentrada que está trabajando, y recuerdo cuando le gustaba sorprenderme en mi oficina. Esos encuentros eran todo un placer. Se perdía entre mis brazos sin importar dónde estuviéramos. Unos meses antes: Estoy en mi oficina. Tengo demasiado trabajo. Había quedado de verme con Mandy, pero creo que eso no será posible. Estoy tan concentrado que ni siquiera me doy cuenta en qué momento se abre la puerta de mi oficina. Cuando levanto el rostro, ella está parada con los brazos cruzados. Creo que está molesta, ya que habíamos quedado de vernos hace una hora y a mí se me fue el tiempo. Le sonrío y me levanto. Cuando voy

