Nicolas
Desperté antes que ella, la luz suave del amanecer entraba por la ventana y caía justo sobre su rostro, tenía el cabello revuelto, una de sus piernas enredada con las sábanas y su respiración era lenta, tranquila… como si el mundo por fin estuviera en paz.
No podía dejar de mirarla, Melissa era realmente la mujer mas hermosa que haya conocido en mi vida, era sin duda la chica más perfecta del mundo y era completamente mía.
Nunca había sentido algo así después de estar con alguien, lo del río fue intenso, crudo, real, como si nuestros cuerpos hablaran el mismo idioma que nuestros corazones, y lo de anoche, en la habitación… fue otra cosa.
Fue deseo, sí, pero también fue ternura, fue ese susurro silencioso de "no quiero estar sin ti" que se siente en la piel más que en los labio
