La boda de mi mejor amiga

Regresar a Venezuela es doloroso y difícil para María, no tanto por la situación del país porque tal como pasa con el resto de los que están allí han aprendido a sobrevivir y luchar aun en las peores circunstancias, sino por lo que dejó atrás, está junto a su abuela preparando algunas cosas para Navidad y aunque no es mucho lo que van a hacer su abuela está animada solo con el hecho de que por fin Maria están en casa con ella otra vez. Desde que llegó hace un par de días no ha salido de una melancolía, guayabo como dicen allí, por mucho que trata de pensar positivo en el próximo año que estaba por venir, solo podía recordar los momentos junto a Andrew aun con las peleas no podia olvidar ni un segundo, el era un idiota pero se habia gravado muy dentro, se repetía una y otra vez en su cabeza cómo si se tratara de una película aquel beso en el aereopuerto, su voz pidiéndole que se quedara. Había tenido ocho horas de viaje para pensar y llorar, qué había pasado entre los dos estaban desde que se conocieron constantemente pasando del amor al odio, nunca se había comportado así, quizá no era tan dulce como Asia pero siempre era amable, no tenía claro lo que sentía, pero lo cierto es que si era amor, a veces con eso no es suficiente, para poder estar juntos tenían muchos problemas que resolver, quizá era mejor olvidar, la distancia y el tiempo harían su trabajo de eso estaba segura, tenía que volver a su camino y dedicarse a lo que quería y había planificado que era seguirse preparando como profesional. —Maria, hija que te estoy hablando ¿dónde estás? —¿Qué pasa abuela?—. —Tengo unos cinco minutos hablándote y no me prestas atención, ¿no me escuchaba?—, su abuela desde que llegó la había notado ausente pero su nieta era una persona muy cerrada, con ella había que esperar a que deseara hablarte sobre lo que le ocurría pues si le preguntabas se cerraba en banda, era así desde que habían muerto sus padres y no había nada que hacer, por mucha tristeza que le diera verla así debía esperar a que abriera su corazón. —Disculpa abu, es que ahora mismo tengo mucho en la cabeza—. —No me contaste mucho de la boda de Karen que tal estuvo—. —Fue muy hermosa y emotiva, son una pareja increíble, tienen mucha química y amor, no me cabe duda que será feliz—. —¿Y quién es la próxima en casarse según el ramo?—. —Jajaja, abuela tu y tus cosas, pues para gracia de todos el ramo le cayó a la mamá del novio que es viuda e iba pasando por allí sin participar pero aparentemente es la elegida, allá hacen algo parecido a lo que hacemos nosotros respecto al pastel pero en vez de colocar un anillo o dije dentro de una torta lo hacen dentro de un postre y ese lo ganó Asia y el liguero lo ganó el padrino de la boda—. —Por cierto no me has comentado mucho sobre Asia solo que a última hora cambió de opinión en regresar—. —Si ella habló con su familia y decidió quedarse, encontró pues al parecer el amor de su vida y decidió pasarla con él y su familia, afortunadamente ambas tomamos un año sabático así que puede extender un poco más su estadía—. —¿Y tu hija qué piensas hacer?—. —¿A qué te refieres abu?—. —Mi amor respecto a tu trabajo, ¿que has pensado?, digo a qué te refieres con año sabático—. —Abu con año sabático me refiero a licencia con sueldo para no asistir al trabajo para dedicarme a una especialización, estoy entre Pediatría y ginecología—. —Bueno siempre has sido acertada en tus decisiones y has seguido tus instintos, yo te apoyaré en todo lo que decidas, cuenta conmigo, además hija sabes cómo está la situación en el país tienes que buscar una mejor opción, fuiste una excelente estudiante, la primera en tu promoción, mi orgullo y no quiero que por mi te quedes estancada aquí, que pierdas oportunidades de desarrollarte y vivir mejor—. —Hay abu, sabes que me duele irme, deseo luchar por mi país, mis pacientes que tanta gratificación me da ayudarlos—. —Lo se pero el altruismo te llena el corazón pero con el tiempo, en el futuro ¿te permitirá comprar lo que necesitas, vivir bien o tener una familia?—. —Esa pregunta me la he hecho muchas veces, más aún con la cantidad de amigos y compañeros que se han ido me cuestiono lo que debo o no hacer—. —Sigue a tu corazón, hace un tiempo se te murió un paciente por falta de medicamentos y te costó mucho superarlo, piensa ¿quieres pasar por eso de nuevo?, mi opinión es al menos lo intentes tus padres te dejaron un poco en una cuenta además de lo que el seguro en ese momento cubrió, tienes un poco de libertad económica debes saber cómo usarla—. —Esta bien te prometo que lo pensaré pero ahora mismo terminemos de salir a comprar lo que haga falta para preparar al menos ensalada de gallina, pollo al horno y quesillo para complementar las hallacas que hiciste con mis tías, tengo muchas ganas de comprar pan de jamón al menos uno abu—. —Yo estoy antojada de muchísimas cosas hija torta negra, ponche crema, turron, asado n***o, pernil, panteón, jamon planchado,dulce de lechoza, lentejas,en fin—. —Conchale abuela te destacaste, naguara de lista larga—. —Bueno, una cosa es que me provoque y otra que la compre, jajaja, mejor salgamos ya antes que se me ocurran otras cosas—. Las compras navideñas las hicieron con rapidez, sólo tomó lo que tenía planificado y  de la larga lista de su abuela al final le dio gusto en el dulce de lechosa, no compró regalos pues a todos les había traído pequeños detalles de Escocia, adornaron su árbol de pino sintético con las decoraciones de años anteriores y colocaron el pesebre luego de pelear por horas con las luces, todo estaba preparado para recibir a su familia.