Narra Brook
Me pasé toda la tarde con Lena hablando y viendo alguna película. Le había contado lo que me había dicho mamá y ella me había tranquilizado diciendo que si fuera alguna cosa importante me acabaría enterando. Cerca de las 5 Lena se fue y yo empecé a prepararme. No me gustaba nada tener que asistir a las cenas de negocios, pero si mamá me lo pedía sería de importancia ya que nunca me obligaba. Además, esta era en casa por lo que era bastante imposible saltarmela.
Me vestí con un vestido sencillo aun que elegante unos tacones bajos y me maquilé levemente. Terminé antes de la hora así que para matar el tiempo me puse a escuchar música y me tumbé en la cama intentando no arrugar la ropa.
-Brook-Me movió mi madre bruscamente. Abrí los ojos rápidamente y la miré.-Baja, ya han llegado los invitados-Dijo saliendo de la habitación.
Suspirando me miré una última vez en el espejo por si tenía algo mal puesto y bajé hacia el salón guiándome por las voces. Pese a que entré en total silencio todas las miradas se dirigieron a mí. Bueno, la mayoría. El chico que me debatió la espalda no se molestó en girarse, en cambio la pareja que me dio como resultado totalmente me miró y paró de hablar con mamá.
-Buenas noches. Lamento el retraso, estaba hablando con una amiga por teléfono-Me disculpé con una sonrisa totalmente falsa.
-David, Lucy. Esta es mi hija Brooklyn. Cariño, estos son los señores Miller.-Nos presentaron mamá. Tuve que entrar del todo en la sala para saludarlos, pero no me molestes en girar a mirar al chico.
-Un placer-Dije sacudiendo nuestras manos.
-El placer es nuestro jovencita-Dijo el hombre un poco serio.
-Esos de allí son nuestros hijos. Madison-Me giré para mirarlos. No podría ser.-Y nuestro hijo mayor Alexander.
-Encantada-Dije regalándoles una sonrisa. La niña pequeña me la devolvió, pero la de Alex fue totalmente burlona.
-¿Oh vamos sigues enfadada? -Dijo Alex soltando una risa burlona.
-Que te ...- Callé cuando oí a mi madre carraspear.
-¿Os conocéis? -Preguntó mamá.
-Si señora, pertenecemos al mismo grupo de amigos-Dijo Alex sin apartar la mirada de mi.
-Interesante-Oí murmurar al señor Miller.
-Señores, la cena ya está servida-Interrumpió el momento de silencio alguien del servicio.
-Está bien ahora iremos-Dijo mi madre. -Por aquí-Dijo señalando el pasillo que tenían al comedor.
La cena transcurrió en total silencio por mi parte. Mamá y los señores Miller halaban de negocios que ni siquiera me molesté en escuchar, la pequeña Madi parecía muy aburrida la pobre, como yo y Alex. De vez en cuando Alex me echaba una mirada y cuando le devolvía en vez de apartarla me guiñaba el ojo o me sonreía. Yo solo rodaba los ojos y de vez en cuando se me escapaba una risita por lo bajo.
Cuando terminamos de cenar decidí llevar a la pequeña Madi al patio para que al menos pudiera jugar con los columpios ya que se veía muy aburrida. Sus padres no tuvieron problema alguno y ella aun menos. Por mala suerte Alex también quiso venir.
-¿Quieres dejar ya de ignorarme? Me pones nervioso-Dijo Alex alcanzándome.-No puedes seguir enfadada Brook, ha sido tu culpa que te tirara a la piscina y lo sabes-Dijo bloqueándome el paso.
-Lo sé, no estoy enfadada-Dije encogiéndome de hombros.
-¿Entonces porque me ignoras?-Alzó las cejas incrédulo.
-Porque me parece divertido que te arrastres por mi-Dije sinceramente sonriendo.
-Mujeres-Dijo notablemente indignado y empezó a caminar hasta sentarse en un banco que había cerca de los columpios en donde jugaba alegremente Madi.
-¿Que tal con el compromiso?-Pregunté para romper el silencio. Tal vez no era el mejor tema pero me sentía curiosa.
-No se. Mis padres no me han vuelto a decir nada. Supongo que todavía no la han encontrado-Se burló.
-¿Y no te puedes negar?-Pregunté. No me podía imaginar cómo me sentiría si me obligaran a casarme tan joven con una persona a la que ni siquiera conocía.
-Puedo. Pero tarde o temprano tendré que hacerlo si quiero quedarme con la empresa.-Se encogió de hombros.-¿Como es que no te había visto nunca si eres la mejor amiga de Lena?-Preguntó cambiando de tema.
-Nose. Lena me había invitado antes a salir con vosotros pero... Vostros sois amigos de Braiden y bueno Lena pero yo no pintaba nada con vosotros.-Intenté explicarme.
-Eres tonta. Pues mira lo poco que has pintado con nosotros. Ya eres una más-Dijo abrazándome por los hombros.
-Si, lo sé. Realmente me ha sorprendido. No pensé que seríais tan buenos conmigo teniendo en cuenta que sois "chicos malos"-Remarqué lo último.
-Hicimos una excepción contigo. Puedes sentirte orgullosa de poder ser nuestra amiga-Dijo con mucho orgullo.
-Si bueno. No te des tantos aires. Que creo que si fuera por ti no sería parte de vuestro grupo-Lo golpeé levemente con el hombro.
-¿Por qué dices eso?-Preguntó confundido.
-Porque el día de la fiesta de la playa no es que estuvieras muy contento con mi presencia-Dije obvia.
-Ese día no estaba feliz ni con la tuya ni con la de nadie. Me acababan de decir lo del compromiso y estaba muy cabreado.-Se revolvió el pelo.
-Chicos es hora de irnos-Dijo Lucy desde la puerta del patio quien estaba junto a mamá y el señor Miller.
-Vamos enana-La llamó Alex levantándose del banco. Yo lo imité y empezamos a caminar hacia la puerta en silencio detrás de los padres.
-Gracias por la cena Hailey-Agradeció Lucy dándole un abrazo que mamá aceptó gustosa.
-A vosotros por venir-Le sonrió mamá ahora abrazando al señor Miller.
-Ha sido un placer señores Miller-Les di la mano educada.
-El placer ha sido nuestro Brooklyn, y dinos por los nombre de pila por favor-Me sonrió Lucy.
-Está bien-Le devolví la sonrisa.
-Espero verte pronto jovencita-Saludó David ya empezando a salir seguido de mamá y su mujer.
-Igualmente-Respondí.-Buenas noches princesa-Le dije a la pequeña quien seguía a sus padres.
-Adiós-Dijo ella sonriendo y siguiendo a sus padres.
-¿Y de mi no te despedirás?-Dijo haciendo puchero.
-Nop-Dije como niña pequeña. El rió por mi gesto. Y me besó la frente.
-Buenas noches Brook-Y sin esperar respuesta salió dejándome sola. Con una sonrisa tonta me dirigí a mi habitación y me desvestí. Estaba muy cansada así que no tarde mucho en dormirme, con la imagen de la sonrisa del imbécil en mi cabeza.