ALESSANDRO
Hoy en la noche era la fiesta del lanzamiento de mi nuevo automóvil, allí íbamos a reunirnos no sólo empresarios si no también mafiosos, era el medio perfecto para hacer negocios de parte y parte. Me cambio ya que debo llegar primero que Santino, debemos garantizar que la seguridad esté perfecta, le pedí al Capitán de la policía que me dejara unos cuantos custodiando el porte de armas.
Me visto con un traje n***o y una corbata roja aplicó mi loción favorita, llamo a Santino y quedamos de encontrarnos allá.
Bajo y Marcus ya está esperándome en el carro, me siento muy orgulloso de lo que he logrado, nunca pensé que mi vida hubiese sido tan buena.
Llegué a la mansión donde iba a ser el evento, este era enorme, el piso en mármol, dos fuentes, licor por do quier y aperitivos. Santino llegó con la banda, era música clásica para ambientar el lugar. Fui al segundo piso y pude ver mi creación, estaba con una manta dejando todo a expectativa, los invitados empezaron a llegar y desde acá me siento como lo que soy el rey, desde el segundo piso pude observar todo, se veía el exterior e interior de la casa. Finalmente llegó la persona que quería ver, Fiorella Bianchi… se veía radiante, entrando a la mansión con tanta elegancia, su vestido color durazno y su cabello recogido dejando partes sueltas hace que todas las miradas de este lugar las tenga ella, nunca en mi vida había deseado tanto una mujer como a ella, veo como Dante besa su cuello y mi sangre hierve, estar celoso cuando aquella mujer ya tiene dueño no tiene precio, añoro ser él, ser quien la toca, quien la besa. Respiro hoy debo ser inteligente, ella será quien venga a mi. Le hablo por la radio a Santino. > Santino confirma el recibido del mensaje y me dispongo a bajar las escaleras.
Veo que el hermano y padre de Fiorella están hablando con un empresario y socio en común así que es mi oportunidad, veo como Santino llama a Dante dejando a aquella mujer sola viendo una de las fuentes. Me acercó cautelosamente observando cada parte de ella.
— Esto contaría como acoso de tu parte o le damos crédito al destino — dije llamando su atención, ella rueda los ojos. — Sea el motivo que sea quiero agradecer que me permitan apreciar tanta belleza el día de hoy.
— Aún no creo que sea posible, ¿En verdad debo encontrarlo acá?, le hubiera aceptado el arreglo de mi auto así no tendría el karma de encontrarlo en muchos lugares — habla frustrada. — Aunque si lo pienso bien, él que estaría acosando acá es usted, perfectamente hubiera seguido su camino y no me hubiera "Saludado".
— Cómo crees, hubiera perdido el placer de observar de cerca su belleza —, percibo que se alcanza a sonrojar un poco, punto para mí.
— Bueno un placer — dice de forma sarcástica. — Debo buscar a mi novio, permiso no puedo seguir perdiendo mi tiempo.
Ella se va de mi lado y ese color rojo de sus labios me llamaban, pronto Alessandro, pronto conseguirás lo que te propones. Veo como el pendejo de Dante le da un beso y descaradamente le toca sus partes, imbécil.
Santino se sube a la tarima, era hora de hacer mi presentación, en el mundo "normal" él es mi vicepresidente comercial, me acomodo el traje y tomó un trago de vodka para prepararme, de reojo veo a Fiorella, sonríe con él.
— Hoy quiero presentar al hombre que ha hecho esto posible, él exitoso Alessandro Rossi… — todos aplauden y se escuchan ovaciones.
Me subí a la tarima y pude ver como Fiorella casi se atora con su copa, claro, nunca me presenté formalmente; agarró el micrófono y me ubicó al centro pero quedando estratégicamente frente a ella.
— Hoy es un día muy especial, es el lanzamiento de uno de mis bebés, este vehículo que ustedes ven acá ha sido mi inspiración por años, agradezco enormemente a las personas que me apoyaron en este proceso y también los nuevos que lleguen, esta noche es para ustedes así que disfruten la velada —, todos aplauden y su mirada es indescifrable.
Santino vuelve a tomar el micrófono y una de las chicas que están como acompañantes quita la manta de mi creación, todos quedan asombrados por tanta belleza, mientras mis ojos se dirigen a otro lugar. — No olviden que a mitad de la noche realizaremos la subasta, para ver quien es el afortunado que tendrá por primera vez esta belleza en sus manos, disfruten.
Santino vuelve a mi lado, me informa que los Brochetti quieren hablar conmigo. Los Brochetti son unos reconocidos mafiosos pero son de otro bando, por un error que cometieron perdieron la mitad de sus bienes, también la policía atrapó a unos cuantos, por eso están acá quieren que formemos un frente más poderoso.
Me acercó a ellos, allí está Camille Brochetti, él tiene treinta años y nuestra rivalidad ha sido principalmente porque él seguía en turno para ocupar el lugar de Leonardo.
— Rossi, te veo muy bien, que gusto verte y que nos hagas partícipes de tus proyectos — dice en forma de burla. — Ya que se te subió el ego y no quisiste trabajar conmigo.
— No sabía que habían invitado basuras, pero puedes quedarte a sufrir un poco por ver mis triunfos. Y si, lamentablemente no pudimos hacer caridad contigo pero yo no saldría ganando. Te dejo que disfrutes, solo procura no hacer espectáculos.
— Rossi espero y no te arrepientas, le tengo respeto a tu organización por la memoria de Leonardo, pero sé me puede olvidar y acabar contigo —, me muestra su arma.
— Sí juegas con fuego te puedes quemar, y yo no amenazó yo cumplo —. Le doy una palmada en su espalda y prosigo.
Le hago señas a Santino para que los desarmen, es peligroso.
Era mi momento, debía acercarme a los Bianchi. Me acercó y los miró a todos, ellos me tienden una sonrisa mientras que Fiorella su mirada abajo.
— Señores, espero y estén disfrutando la velada. Es un gusto finalmente conocerlos.
— El gusto es nuestro señor Rossi, mi querido yerno acá presente nos habló maravillas de su negocio y estoy muy impresionado todo lo que ha logrado a su corta edad, reciba mi admiración ante todo. Y nos encontramos muy interesados en su propuesta —. Mi querido futuro suegro es tan amable.
— Claro me encantaría que nos reuniéramos el día de mañana a cenar y allí cerramos el contrato ¿Qué les parece?, me encantaría volverlos a ver —, esta vez le dirijo la mirada a ella, que me sostiene le mirada y me declaró fan de su mirada.
— Claro, colocate de acuerdo con Dante y nos reuniremos, me permite saludare a un viejo amigo acá presente. Permiso. — Se va padre e hijo.
— Debo elogiar la belleza de tu novia, Dante. Un placer señorita —, le estiró mi mano y ella hace lo mismo, sintiendo una parte de su piel. — Dante, puedes con Santino arreglar la hora, yo quedo atento, me retiro.
— Señor Rossi, me permite una palabra a solas por favor. Dante amor, me disculpas un segundo quiere agradecer al señor —. Se dan un beso y él se retira en busca de Santino.
— Espero que la forma en la que le he hablado no interfiera en sus proyectos con mi familia, entiéndame que no es normal encontrarse con la misma que te destruyó el carro —, coloca un mechón de su cabello detrás de su oreja.
— En realidad no fui yo, fui mi chófer. Pero puedo perdonarla si me acepta una invitación a tomar un café o una copa.
— No le estoy pidiendo perdón, no se si me entienda, debemos ser profesionales. Le pido que olvidemos todo lo sucedido anteriormente y de ahora en adelante se entienda con Dante, así no tendré que verlo.
Ella me deja ahí y se va, saboreo sus labios en la copa. La noche va a ser larga, ahora falta la subasta.
Ahora debía hablar con Dante y arreglar unos últimos asuntos, le pedí a Santino que lo llevara al segundo piso, allí no íbamos a tener interrupciones. Llegó y lo veo con un trago y con sus pies sobre una mesa, repitiéndose una y otra vez " está es la vida que me merezco"... ¿Acaso uno puede ser tan ridículo?, me acercó y le bajó sus pies pasando por encima.
— No se te olvide la deuda que tienes conmigo, debes garantizar que las piezas automotrices que ensambles no pasen por una segunda revisión, también debes hacer que todo lo que yo diga ellos lo acepten y no me digan que no en ningún momento —, él asiente. — Ahh y tu debes firmar la salida de cada vehículo.
— ¿Eso sería peligroso para mí? Deberíamos que las firmas sean de la familia Bianchi, Fiorella es la que revisa y firma eso, así no salgo perjudicado.
— No, firmas tú. Yo me encargo de que nadie siga tus firmas, ella se puede dar cuenta y no solo nos daña el negocio, perdemos muchos millones de dinero y puedo ir a la cárcel, y sabes que pasa si voy a la cárcel... Te mueres. — El vuelve a mover su cabeza y asiente.
No voy a dejar rastros de mi parte en el negocio, si cae alguien será él, tampoco dejaré que salpique a Fiorella. Todos mis negocios están limpios, siempre hay un idiota al cual he charle la culpa.