Mientras tanto Ivan…
El ruso se encontraba en su oficina hablando con sus hombres, para comenzar con la búsqueda de Rosa María de manera más intensa. Sin embargo, su mano derecha, aún no entendía la obsesión de Ivan con aquella mujer, quien no tenía culpa de esa deuda.
—¡Pero Ivan, ¿enserio te vas a gastar tanto dinero en la búsqueda de una simple mujer como ella? Ya dimos con el tal Andrew, déjala a ella en paz…!
—¡Cállate! tu sabes que ninguna maldita mujer me pega y eso lo sabes muy bien. Tengo que buscarla para hacerle pagar todo lo que me hizo, así me tome todo un año, pero de que la encuentro la encuentro! —comentó Ivan haciendo una mirada siniestra hacia la puerta.
Mientras tanto Rosa y Henry…
Rosa con un gesto de asombro en su rostro, por esas dos sorpresas tan inesperadas qu
