La noche ha llegado y Eas está dormida en mi regazo, tapada por una manta, junto a una fogata que Kemin y Titus han improvisado en la playa. Al final he cedido y me he reconciliado con Titus, con una sesión de sexo marino para mayores de, al menos, 25. Tengo que dar gracias a la Diosa, porque si muriese ahora mismo sé que estoy rodeada de gente que me quiere y he vivido más en este último año que en mis 144 restantes, que yo recuerde. Y es que hay veces que los recuerdos aún me llegan como sueños pasados y no vivencias reales. Como ahora, que oigo la voz de Julio, mi hermano. Espera, la oigo. Ya recuperé la posibilidad de hacer enlace mental con los demás lobos de mi manada, familia y guardianes.
- ¿Que ocurre Julio?- Trato de concentrarme, pues aún me cuesta enlazar con os que están lej
