UN RELATO DE DESAMOR

Eran las 8 de la noche de un 31 de diciembre la temperatura a fuera había caído a bajo cero, era una de las noches las gélidas de todo el año y a un extremo de la ciudad en uno de los barrios más humildes de San Petersburgo el crudo invierno no había logrado mermar el entusiasmo de Ana Ivanova que hace más de 5 horas había empezado una especie de frenesí, un ritual de bella el cual había acaparado completamente todo su tiempo y atención, perfeccionando cada insignificante detalle de su apariencia, Ana no deja ni un solo cabello de su cabeza mal peinado, su maquillaje el cual le había tomado horas resaltaba sus hermosos rasgos y combinaba perfectamente con su vestido el que le había tomado mas de un mes encontrar el que ella consideraba perfecto, el que ella sabía que la haría lucir como una verdadera obra de arte, ella buscaba el equilibrio perfecto entre elegancia y picardía, sensualidad e inocencia, Ana quería que todos se den cuenta de lo exquisito de su vestido, pero a la vez deseaba que pensaran que era algo habitual en ella lucir de esa manera, en realidad esperaba que no noten todo el tiempo y esfuerzo que le había dedicado como el que le haya tomado más de 2 días y cruzarse toda la ciudad buscado a un zapatero que la ayude a cambiar las correas de sus zapatos porque sentía que no combinaban a la perfección con la joyería que tenía pensado usar, esa misma joyería que le tomo mas de 3 meses y noches enteras de búsqueda en internet para que sean réplicas exactas a las originales que solo un ojo con mucha experiencia sea capaz de ver la diferencia pero que a la vez este al alcance de su presupuesto que siendo honestos era muy pero muy reducido... Ahora se estaran preguntando que es lo que está ocurriendo, que acontecimiento es tan importante para que Ana haya dedicado tanto tiempo y esfuerzo pues es la fiesta de año nuevo que se realiza cada año en el palacio de invierno de San Petersburgo al que asisten exclusivamente las personas que en el medio se las podría llamar o encasillar como "los ricos de la ciudad", ya saben diplomático, empresarios, personas de alto rango del gobierno, personas del medio público incluso algunos desendientes del los antiguos zahares rusos... Y pues como es que una simple chica que vive arrendando una pequeña habitación con baño compartido tiene la capacidad de ser invitada a un evento tan selecto como este... pues para Ana el ser "pobre" era algo mental ella creía fervientemente que si se lo proponía saldría rápidamente de su situación poco favorable... Ana pensaba que el rodearse de las personas correctas la ayudaría a lograr sus objetivos y pues en este caso las personas correctas eran personas adineradas y para que Ana pudiera asistir a este evento le tocó cobrar y realizar varios favores incluso ese tipo de favores que le avergonzaría admitir pero en la mente de Ana todo era válido así que se hizo presente en el palacio con una gran sonrisa con un vestido que apenas logro pagar su joyeria pirata y su corazón y esperanzas puestos en esa noche... para varios de los presentes esa noche era una noche más no tenía nada de extraordinario y en sus expresiones se hacía evidente que varios asistieron por compromiso pero para Ana esa noche significaba absolutamente todo... en primera instancia Ana se povoneo entre los invitados yendo y viniendo una y otra vez, ella pensaba que cautivaria la atención de alguien por su espléndida apariencia y que después las cosas simplemente fluirian, pero no fue el caso, absolutamente nadie la volteo a ver, Ana sin perder su motivación decidió cambiar de estrategia y ahora intento pararse cerca del bufet, penso que alguien se acercaría y podrían entablar una conversación pero nuevamente se equivocó nadie absolutamente nadie se acercó a ese lugar quedándose parada sola por casi una hora... ya desperdiciadas varias horas desde su llegada Ana se dirigió la baño tratando de contener su furia ya que en lo que iba de la noche la única persona que le había cruzado un par de palabras fue un pobre camarero ofreciéndole un cóctel de camarones Ana golpeó su rostro y respiro profundamente varias veces para intentar controlar sus emociones... - vamos Ana no pierdas el enfoque sabías que esto no sería fácil nada en la vida lo es sino todo mundo sería rico, vamos que tu puedes se repetía a ella mismo una y otra vez con la mirada fija en el espejo unos minutos más tarde salió del baño nuevamente motivada con una nueva estrategia bajo la manga, para esa hora de la noche casi todos los invitados estaban un poco más relajos dejando de lado esa postura estoica que les caracteriza y convivían unos con otros Ana pensaba que esta era su oportunidad de oro para poder infiltrarse en alguna conversación y así su plan al fin tomaría lugar, así que con mucha confianza se acercó al grupo más grande ella pensaba que mientras más personas haya a su alrededor, 1. sería más fácil ser aceptada ya que pasaría desapercibida y pensarian que es una más de ellos y 2. mientras más gente más oportunidad de conocer al que sería su boleto para salir de la pobreza Ana suavemente se fue integrando a la conversación empezó a reír cuando los demás lo hacían asentía o negaba con la cabeza cuando los demás lo hacían copiando cada uno de los movimientos y acciones de los ricos, hasta que una dama del grupo que destilaba elegancia por cada uno de sus poros poso su incisiva mirada sobre Ana, no dejaba de mirarla y analizarla de pies a cabeza, Ana sentía el peso de su mirada y trataba de no inmutarse fingiendo no darse cuanta y obligándose a poner su sonrisa más grande, hasta que la mujer sin importarle que alguien más estaba teniendo la palabra lo interrumpió abruptamente, con una ceja levantada y con un tono de voz seco y alto pregunto - y tú quien eres?... Ana sin dejar de sonreír ignoro a la mujer fingiendo que la pregunta no era dirigida hacia ella pero ya era demasiado tarde todos se quedaron en silencio y dirigieron rápidamente la mirada hacia ella esperando una respuesta, la mujer con muy poca paciencia volvió a repetir la pregunta, asi que Ana no tuvo mas alternativas que responder... - soy Ana Ivanova- entre sus labios se dibujaba una pequeña sonrisa, su tono de voz era sereno, sobrio y dulce después de todo Ana había practicado para este momento toda su vida así que no podía fallar - si pero y quién eres- volvió a preguntar la mujer sin quitarle la mirada Ana sonrió confundida y nuevamente respondió - soy Ana Ivanv....... pero la mujer rápidamente la interrumpió - señorita creo que no me ha entendido le estoy preguntando quién es, no su nombre- solto con tanta arrogancia y elegancia que Ana se quedó anonadada la mujer dibujo una media una sonrisa y ladeo su cabeza - no eres del medio verdad, sino sabrías que responder- añadió Ana sonrió nuevamente ella había esperado y deseado tanto está oportunidad que no permitiría que una señora entrometida se la arrebate fácilmente de las manos - si se refiere a si soy de SU medio no, no lo soy- sonrió tiernamente- soy solo una invitada, pero lastimosamente la persona que me invitó tuvo un percance y todavía no ha podido llegar, pensé en retirarme pero el me pidió de forma muy insistente que lo esperara, es más ya debería estar próximo a llegar- Ana asintió con la cabeza y dibujo una pequeña sonrisa de confianza entre sus labios, su respuesta tuvo el argumento y el tono de voz exacto por no decir perfecto para que nadie dudará de su palabra exepto la dama que levanto la ceja nuevamente - El?.... así que El... talvez podrías compartir con nosotros quien es El caballero que invito a esta hermosa dama- añadió con ojos fijos sobre su collar... Ana nerviosa poso su mano sobre el collar tratando de cubrirlo y que así se le dificulte distinguir que es una imitación - si claro que sí... no es un secreto, no es como si estuviera casado- añadió en tono burlesco y todos rieron ligeramente- mi acompañante es... en esos breves segundos a Ana le se cruzo un millón de nombre, personas del medio, pero no sabía que nombre ocupar para no quedar al descubierto intentaba recordar a quien vio en la fiesta para no cometer el atroz error de nombrarlo y cruzaba los dedos que el nombre que mencioné no sea allegado de alguno de los presentes - es.... pero en ese instante el resto de invitados empezaron a gritar - 10, 9, 8, 7, 6.... Ana estaba tan nerviosa que no se dió cuenta de lo que estaba ocurriendo