Paola se siente cada vez más cansada de estar así, no se puede valer por sí misma y ello comienza a agotarla emocionalmente, extraña a su mamá y es algo diferente puesto que nunca antes se había sentido de esa manera ya que al vivir juntas había dado por sentado muchas cosas, es cierto que su relación madre e hija no era muy buena pero con el pasar del tiempo las cosas cambiaron y se empezaron a llevar mejor, se siente inquieta e intenta levantarse sin utilizar la silla de ruedas, hace un primer movimiento y nota que sus piernas no le responden como ella quiere, eso la frustra un poco más pero lo intenta de nuevo y fracasa cayendo al suelo sin tener ninguna estabilidad en sus piernas, no puede evitarlo y llora hasta más no poder. —¿Qué pasa mi niña? —inquiere Simona, una de las empleadas

