La empujó contra la puerta. "¿Qué? ¿No me hagas esto? ¿No querrás decir que quieres que te lo haga?", dijo Tony, bajando la mano hasta sus pantalones. "O sea, me estás esperando aquí, e incluso llevas esos pantalones de yoga ajustados que sabes que me encantan. ¿Qué otra cosa podría significar sino que quieres que te folle?" Louise no pudo evitar admitir que él tenía razón. Lo había esperado. Pero aun así, ¡estaban en la escuela! Tenía que oponer resistencia al menos, por su dignidad. —Tony, no podemos hacerlo aquí... —dijo Louise, intentando apartarse, pero fallando miserablemente. Tony calló a Louise con una nalgada que Louise odiaba y amaba a partes iguales. "¿Te burlaste de John por tu jugoso trasero?", preguntó Tony. "Sí", respondió Louise. "Pero es solo algo que dije, ¡así que n

