Capítulo XI
1113 Palabras
—Prometiste quedarte conmigo para dar un paseo y en cambio te quedas con ella—Escuche a mi parecer lejos lo que era una conversación, mi cabeza me dolía muchísimo y sin mencionar mi espalda.
—Lo lamento Sarah, me preocupa el bienestar de esa tonta chica problemática, solo es eso...—comentó el hijo de Hades desde el otro lado.
Solo reaccione frunciendo el ceño al escuchar cómo me había llamado aquella imitación de Lucifer, de un momento a otro solo escuche un portazo y la fuerte punzada en mi cabeza. Abrí lentamente los ojos observando un poco borroso la habitación en la que me encontraba era una especie de "enfermería" o algo así.
—Al fin despertarte.... —susurró el pelinegro, con los brazos cruzados frente a la camilla donde estaba recostada.
—¿Cuánto tiempo dure en este estado? —fue la primera pregunta que formulo mi cabeza, lleve mi mano derecha a la frente haciendo una pequeña mueca de molestia.
—Un día...—Habló con un tono de seriedad para seguir informando la situación.—Tu hermano no se quiso separar de ti toda la noche y Charlotte lo arrastro de aquí a desayunar...
—¡Vaya!, no creí que fuera tan duro el golpe, de verdad no comprendo lo que sucede, pero necesito respuestas y ya sé dónde debo empezar a buscar—agregué, poniéndome de pie, el mareo y el dolor había desaparecido.
—Esta vez no te dejare sola, cada vez que lo hago te metes en problemas...—Deshizo el cruzo de los brazos, para acomodarse la chaqueta n***o.
—Creo que deberías ir con la chica, no quiero que después dañes el paseo que tenían planificado—le guiñe el ojo con una pequeña sonrisa, empezando a caminar fuera de la enfermería.
A penas puse un pie afuera la mirada que me dio Hércules era de completo desprecio, algo que en especial me hizo sentir muy incómodo, en cambio Pan me dedico una mirada más paternal. Solo trate de dar una pequeña sonrisa que termino siendo una mueca para salir de la enfermería he ir a buscar a Caín, que de seguro andaba súper preocupado, efectivamente comprobé esa teoría al ver al chico de cabello chocolate oscuro corriendo hacia mí, proporcionándome un gran abrazo.
—Lamento preocuparte tanto, solo me caí po...—no pude continuar hablando porque el sonido que hizo mi hermano con los labios me calló de golpe.
—Shhh, no vuelvas a asustarme así...—susurró, dándome un beso en la frente de una manera fraternal tan perfecto.
—Caín, yo quiero que me acompañes a buscar respuesta para saber que está pasando en todo esto—Agregué, tangente sacando de una vez las palabras que tenía en mi garganta durante mucho tiempo.
Él sería el indicado, puesto que el hijo de Hades debía ir a su "cita" o algo así, no entendía porque tenía aquella sensación tan desagradable en el estómago al enterarme de aquello, pues al final me entere que el chico que siempre aparece en los momentos más inesperados estaba saliendo con alguien más.
—¿Respuestas? ... ¿A dónde? —aquellas preguntas me trajeron de nueva a la realidad una vez más.
—Caín, no estoy segura... pero la persona que nos puede ayudar en cómo llevar a la primera parte es mi madre y ella no...—vacile un poco para seguir—Se lleva muy bien con los griegos después de unas peleas con la familia de mi padre y de su padre...—suspire bajando la mirada al suelo. —Ok.. Siento que esto no terminará bien....
—Yo estoy contigo...—Comento mi hermano, soltando el aire lentamente, antes de colocar sus manos sobre mis hombros y darme unas pequeñas palmadas de aliento.
Nos quedamos unos segundos callados abrazándolos hasta que un chasquido de una lengua me hizo soltar a mi hermano mayor, para de esta manera voltear sobre mis talones encontrándome al hijo de Hades con una mirada de pocos amigos.
—Dame unos minutos con él, Caín...ve arreglando lo necesario—Le susurré, al castaño que asintió, yo le di un pequeño beso en la mejilla y de esta manera él se fue dejándome a solas con Dante.
—¿Por qué le pediste a Caín que te acompañe en vez de a mí? —me preguntó, en un tono muy bajito, para sujetarme del brazo y desaparecer entre las sombras.
En un abrir y cerrar de ojos nos encontrábamos algo alejados del campamento donde podíamos hablar más a gustos sin temer que nos escucharan algún entrometido del campamento. Él se sentó en el suelo para recuperarse porque se puso algo pálido, yo por mi parte solo le di la espalda tratando de no estallar y decirle todo lo que me estaba pasando en el interior.
—Primero que nada Caín es mi hermano, segundo...—Tomé aire para continuar y dar la vuelta para enfrentarlo—Tú tienes una cita con la chica de la enfermería... Y yo no quiero entrometerme en su "tiempo a solas de parejas"...—Hice comillas con mis dedos, con una mueca en los labios.
—¡No, somos parejas!... —Gritó, moviendo las manos al cielo como si estuviera exaltado —Bueno... solo... lo... intentamos....—susurró, dejando salir un largo suspiro pesado de sus labios.
—¡Vez, y es de mala educación entrometerse!—Exclamé, rodeando los ojos, estaba tratando de mostrarme como si realmente esa situación no me doliera en el fondo aunque no era capaz de admitirlo.
—¡Tú no te entrometes en nada!...Yo solo estoy confundido—Grito, bajando el tono cada vez en cada palabra de pronunciaba hasta dejarla en un hilo de voz.
Verlo de aquella manera se me contrajo el corazón en el pecho, solo me acerque para ponerme de cuclillas al frente de él, para observarlo fijamente esta era una faceta de Dante que no conocía en lo absoluto siempre se mostraba "duro" y "fuerte" pero por dentro era una alma solitaria se le observaba en sus ojos; con mis manos tome su rostro haciendo que levantara la mirada hacia mí.
—Trata de disfrutar esa cita, al menos inténtalo, así sabrás la respuesta a tu confusión... —agregué dándole un pequeño beso en la frente, su tacto era completamente frió como un muerto.
—Lo haré, pero apenas termine iré contigo, no quiero que te metas en problemas, Angelus —habló, con un toque de picardía, haciendo que me pusiera de pie de golpe con las mejilla sonrojadas.
—¡Eres un!...¡Eres un!...¡Hijo de Hades!....
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