Devora Abrí los ojos cuando sentí a Katherine caminando por el patio y dejándome ahí. Toqué la almohada que olía a ella y la apreté molesta a medida que escuchaba el auto alejándose. Una vez que estaba muy lejos, grité y la lancé contra la pared. Había controlado muy bien el tema hasta que las vi mirándose. Al recordarlo destruí el jarrón de cerámica que tenía las últimas flores que Katherine había llevado para mí. Seguí gritando a cada flashback que tenia del momento exacto en que miré a los ojos a Dilara y sufrí mil ataques al corazón al notar que nunca sería más bella y joven que ella. Mientras conversábamos resistí los impulsos de romper su perfecta nariz. Entre los nervios de estar a mi lado y con Katherine cerca, habló poco, pero todo lo que salía de su boca eran maravillas. Se se

