Darren. Paso la mano por el espacio vacío a mi lado en la cama. Hago una mueca de disgusto al no encontrar el cuerpo cálido de Emely. Anoche le tocaba dormir conmigo, pero al despertar, el vacío me confirma que eligió otra habitación. Me levanto, estiro mis brazos perezosamente y salgo a la cocina. El lugar está desierto. Mi rubia no está aquí, así que decido ir primero a su propia habitación. Toco la puerta y asomo la cabeza, pero la cama está vacía. Su baño tampoco emite ruido. Salgo y me dirijo a la habitación de Dennis. Él está solo, sumido en un sueño profundo. —¿Acaso no regresó? —Cierro la puerta con sumo cuidado. La idea es absurda. Emely nunca nos haría eso. Mis pasos, antes guiados por la preocupación, ahora son impulsados por una certeza celosa. Dean y ella se llevan bien, sí

