Emely.
—Este menú es increíblemente exótico —murmuré, revisando la lista de opciones para el banquete. La sofisticación de las propuestas era abrumadora, incluso para mí.
—Lo es —coincidió mi suegra, Erika, con un aire práctico—. Debemos ser inteligentes con la elección. Dado que será en pleno invierno, necesitamos platos que sean reconfortantes y cálidos, no solo visualmente impactantes.
—Me gustaría una entrada sencilla, quizás un velouté elegante, dos platos fuertes que permitan variedad (uno de carne y otro de pescado) y luego, por supuesto, el postre.
—Me parece excelente. Y podríamos añadir una estación de bocadillos de medianoche. Algo para reponer energías después de la fiesta, como mini sliders y chocolate caliente con especias. —Erika hizo una anotación en su libreta, su efic
