Emely.
—¿Entonces le harás una entrevista a la esposa de Jackson? —preguntó Dean, sorbiendo su café. Había una mezcla de sorpresa y aprobación en su voz—. La conocemos. Es una buena chica, Emely.
—También es responsable y tiene tu edad —añadió Darren, terminando su desayuno con calma—. Creo que se llevarán muy bien.
Tuvimos que pasar la noche en la agencia. Mis chicos aún tenían cabos sueltos que atar con la campaña, por lo que decidí quedarme y acompañarlos. Afortunadamente, había traído un cambio de ropa para ellos, así que pudieron ducharse en el baño privado de la oficina de Dean, minimizando el desastre. Yo, en cambio, estaba adolorida. Dormir en un sofá, por muy lujoso que fuese, nunca es placentero. Dan tuvo que dormir a mi lado, tan acostumbrado a su cama de príncipe que dormir
