Capitulo 65

1806 Palabras
Capítulo 65 Vacas Locas —Por fin te han amarrado las riendas o todavía sigues más loco que una cabra —se burla y se acerca a abrazar a Gales que la recibe  —Me acepta tal y como soy —bromeo —¿Cómo sé que no es una trampa? — cuestiono observándola, me regresa a mirar como si estuviera diciendo algo estúpido —Puede que nos separáramos hace tiempo, sin embargo, te considero mi amigo —la escaneo buscando algo, pero no hay nada —Además no hubiera arriesgado mi carrera por ti imbécil —afirma colocando sus manos en la cintura —Pareces un jarrón así —suelto, me observa indignada y Gales suelta una carcajada. Dejo que Abigaíl se adelante  —No importa Silas, estamos juntos en esto —determina, lo que hace que me relaje, esta mujer es la pieza perfecta para mi  Saco de mi sudadera una cuchilla para forzar la cerradura al darnos cuenta de que no hay nadie, Abigaíl bufa su plan era parecer visitante más. Doy un golpe y el candado se rompe. Quito la cadena sin cuidado. —¿Este plan no era ser lo menos sigiloso? —dice alzando las cejas  —¿Entonces debemos esperar a que se aparezca en pleno acto? —me burlo  Asiente dándole razón. Hago más ruido esperando a algún perro. Entro escaneando el lugar, Estamos sincronizados Abigaíl se posiciona tras Gales protegiéndola, saca un cuchillo alerta tras ella. Abro un poco más las rejas y Gales entra para luego Abigaíl agarra un pedazo de tronco, un poco y una pala que ella lleva. Aunque quería ayudarle Gales se negó. El plan es que yo me mueva cuando el velador aparezca. —La cuchilla con la que fue asesinado el hombre tenía un sol —dice mientras caminamos, no sé donde esta la tumba, pero Abigaíl si —Estoy segura de que me deshice de todas —afirma negando —La única fue la que dejamos en el ataúd  de esa mujer —dice exasperada  Me doy cuenta de que alguien se  mueve es cuando veo la presencia del hombre venir. Doy vuelta tecleando a Gales y la recuesto en el suelo. —Quédate aquí —susurro en su oído Abigaíl me lanza el tronco que agarró en la entrada y yo me comienzo a mover entre las tumbas para llegar hasta él, que parece que no se ha dado cuenta de mi presencia. Cuando estoy a unos pasos me doy cuenta de que trae unos audífonos, así que eso lo hace más fácil. Las personas no entienden qué eso es una forma de distracción y ventaja para personas como yo, deben de estar atentos a todo lo que hay a su alrededor. Doy un golpe con el tronco en su nuca lo que lo dejara fuera de combate unas horas, las que necesitamos para hacer todo nuestro plan. Lo ato con una pequeña soga qué me entrega también Abigaíl, parece estar lista para todo, como siempre. Gales se acerca y observar atenta a todo alrededor parece que le da miedo estar en el cementerio más de lo que estamos haciendo, eso me causa gracia. —¿Le tienes miedo a los fantasmas, cariño? —me burlo a lo que ella me observa con los ojos entrecerrados  —Es hermosa —canturrea Abigaíl, alzando un poco la capucha para verla —Pero que mal educada, mi nombre es Abigaíl y soy secuas de él —bromea aunque es verdad si pensamos lo que hicimos  —Gales —murmura extendiendo su mano, ella se precipita a estrecharla —No siento remordimientos —dice retomando el camino  Agarró la mano de Gales y la seguimos, presiona su cuerpo contra el mío, no digo nada me gusta, escondo el riso que se escapa. Cuándo Abigaíl se detiene sé que estamos en la tumba correcta, la profesora Felicia Garetea la mujer querida de la escuela. Fue la primera vez que sentí la bestia tomarme, no recuerdo mucho, pero cuando reaccione a la que salí a buscar a Abigaíl que sin dudar me ayudo. Al ser su padre un especialista en autopsia sabía lo que debíamos hacer, solo ella me dijo el plan y yo hice los cálculos. Su tumba está cuidada y muchas flores que no son de sus víctimas, a esta mujer le gustaba torturar niños, sin embargo, si la veías creerías que es una mujer dulce e inocente. Así que deduzco que vienen a visitarla seguido todo parece intacto. —No la han abierto —confirma asiento de acuerdo —Gales, alerta vivo o muerto avísanos —asiente, mirando a todos lados, su percepción es aguda al estar asustada cualquier movimiento la alertará —¿Lo has hecho de nuevo? —cuestiona bajo para que Gales no escuche  Asiento como respuesta, pienso en lo que he hecho y en los cabos sueltos, sin embargo, me alegra decir que este es el único. Conocí al Sheriff y me enseño todo, después de esto solo se volvieron arranques de furia. Hasta el hombre que nos seguía. Esta mujer en teoría no cuenta, ya que no recuerdo ni como llegue a su casa o si fui yo aunque la sangre  decía que sí. Me detengo eso llama la atención de Abigaíl. He recordado algo. —Rubí Dell —paso mi mano por mi cara  —¿En serio?, hasta ahora te acuerdas imbécil —me grita y la entiendo yo también quiero gritarme, tenemos un cabo más grande suelto  —¿Recuerdas como llegue ahí?, su rostro solo me vino a la mente —busca que decir, solo nos enfocamos en eliminar huellas  —Es la esposa del cenador Grow —dice Gales, mirándome  —Esa maldita te uso para deshacerse de esta vieja —grita señalando la tumba —Sin embargo, hay alguien más que de seguro la chantajea —piensa hasta que su mirada se ilumina y hace una mueca —Mi padre es el único que sabe de veneno y químicos —murmura alejándose unos pasos  La observo esto es un golpe para ella. Aunque esto trae más respuestas, me alegra que esté aquí ahora sé dé donde viene la palanca de Luis. —Luisa Lourka —es la única que podría ayudar a Luis, dudo que sea su familia la que le ayude aunque él tenga una familia poderosa —Era su mejor amiga —un dato más  —Luis Hernández —ella esta llena de información, es bueno hay que retomar nuestra amistad  —El desterrado —se burla lo que me deja con Luisa  —Ya tengo el nombre de nuestro problema —determino, la investigación de Fray sobre su familia es verdadera, sin embargo, no buscaron a profundidad  —¿Por qué lo desterraron? —necesito más  —Quería el poder, sin embargo, su hermano lo hizo pedazos —dice mientras parece recordar, le doy una sonrisa burlona —Los chismes llega a mí —dice antes de que le diga lo que pienso y suelto una carcajada   —Acabemos con esto —me siento mejor al saber a quién atacar de forma directa   Así que comenzamos a movernos. Uso el pico para comenzar a levantar por las orillas esto nos facilitará quitar la primera placa de la cripta y así poder moverla con cuidado. No queremos hacer daños a los alrededores, empujamos entre los tres lo suficiente para que uno quepa, de esta manera encontramos fácil la tumba no hay tierra de por medio que nos impida llegar hasta ella, lo que es raro si lo ves de esta forma. ¿Por qué razón la dejarían sin tierra?, escaneo la tumba verificando que no sea una trampa, sin embargo, no hay nada. —Es bueno regresar con un amigo y hacer cosas para reforzar nuestra amistad —suspira, la observo divertido  —Podemos matar a otra persona, pero esta vez estaré en mis cinco sentidos —bromeo haciéndolo reír —Silas, lo siento —mi sonrisa se esfuma —En algún momento esto saldría a luz o recordaría y vendría —afirmo con una sonrisa y acercándome para abrazarla —¿Todo bien? —agarro su barbilla para que me mire  —Tengo miedo de que te pase algo —susurra, sé que pasara Le sonrió y me acerco para darle un beso, su cuerpo se relaja   que me alejo y le doy otro beso en la frente. Entonces procedo a entrar cayendo sobre el ataúd de madera que cruje con mi peso, escaneo dentro y parece que de esta manera la enterraron. La tierra esta seca cuando toco alrededor. Empleo el pico para romperla y un olor desagradable hace que retroceda igual que ellas. Tomo respiraciones y vuelvo a golpear para seguir abriendo esto es bueno significa que hay un muerto aquí. No recuerdo su cuerpo, tengo vagos momentos de lo que fue ese día, creo que debo comenzar a pensar en todo lo que he pasado por si antes pase una situación similar. Al asomarme ya es casi un esqueleto, su cuerpo parece una pasa, esta delgada a comparar de la rechoncha mujer que hacía de la escuela un infierno. Sin embargo, sé que es ella por las argollas y por el collar. A esta mujer le encantaba tener joyería además de que la autopsia qué hizo el papá de Abigaíl lo confirmo, ella fue la que se encargó de cambiar la cuchilla cuando recordé  que por error dejé en su cuerpo, cambio la mía por la otra.  Hice los cálculos perfectos para que eso pareciera que fue un accidente, cuando explotó la estufa que ella que supuestamente dejó prendida además de que no había mucho que descifrar en ese entonces. Pero con la tecnología de hoy en día podrían decir que fue asesinada, es algo que a mí no me conviene, ya que pude haber cometido errores de novato más bien los cometí.  Y que ahora aún hoy en día puedo cometer. Así que necesito ser mucho más cuidadoso alguien sabe sobre esto y hasta utilizándolo en mi contra. Me tapó la nariz con mi sudadera y comienzo a rebuscar en el lado de su cabeza. Tengo que evitar las ganas de vomitar hasta que encuentro la cuchilla lo que me sorprende eso significa que alguien más debe de saber sobre estas cuchillas. En cuanto Abigaíl me dijo que era estúpido que tuvieran mis cuchillas una marca, cualquiera podría deducir que son mías o usarlas en mi contra. Dicho y hecho.  Así que decidí ya no tenerlas. La única que lo sabía era Abigaíl, pero ella no puede hablar porque esto la implica ella y su padre también saldría afectado aunque él es el que ideo deshacerse de esta mujer empleando a unos niños. No cabe duda que el mundo está lleno de locos.
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