Seguí en la reunión, hablaba con los políticos más importantes del mundo, mi padre seguía en actitud de pavo real, él quería lucirse. -¿Señorita Sáenz ya pensó en casarse?- Esa pregunta llegó del monarca tailandés, sé lo que lo decía pues había asistido con su hijo mayor al evento.- -Bueno mi hija es una niña hermosa y llena de muchos dones, el hombre que sea su esposo debe ser excepcional.- mencionó mi padre. Lo que daría por que dijera eso de corazón. -Aún no he pensado en eso, espero casarme por amor, no quiero ningún tipo de acuerdo, esos que se dan entre países.- Mis ojos estaban puestos en Carson, él no se despegaba de mí en ningún momento. -Bueno pero el tema del amor ya no es relevante, es vital hacer alianzas, mantener el equilibrio político es importante, es por eso que

