ELIZABETH Llamé a mis padres por la tarde. Mamá vendrá a visitarme porque papá no puede. Ambos ya sospechaban que mi matrimonio no iba bien; lo notaron cuando estuvieron aquí. Liam les había contado parte de la situación, pero omitió todo sobre Emily. Aun así, Liam les prometió respetar mi decisión si el divorcio se convierte en nuestra elección. Mamá dijo que fue lo mejor para nosotros; la felicidad no nace sola, y nosotros simplemente no la teníamos. Decidí ir directamente a casa de Nicole, no soportaba la idea de volver a mi hogar vacío. Mañana regresaré solo a empacar mis cosas; planeamos vender la casa. Cuando llegué a casa de Nicole, el cansancio pesaba en mis hombros. —Hola —saludé con apenas un hilo de voz. —Hola, cariño, ¿cómo estás? —preguntó con genuina preocupación. —Esto

