Capítulo 4

3196 Palabras
Rebecca guardó silencio, en realidad quería alejarse, pero una fuerza invisible la retuvo, entonces dijo: –¿Cómo que un compromiso por negocio? ¿En qué situación se encuentra tu padre que tú resultaste ser su opción de salvación? –Parece que un fuerte competidor lo tiene acorralado y el padre de “mi prometida” (Seung hizo el gesto de comillas con sus manos) le ofreció ayuda con la condición del matrimonio. –¿Y quién es ella?, ¿la conoces? –preguntó Rebecca. –No, sólo la he visto en revistas empresariales. Es la directora de las empresas de su padre. –Y, ¿está de acuerdo? Siendo directora de empresas no parece necesitar casarse por un negocio –comentó Rebecca. –Lo sé, sinceramente estaba pensando indagar más sobre las razones para este compromiso cuando me topé contigo, ahora sólo quiero estar a tu lado Rebecca. –No sé qué decirte o qué hacer Seung, me estaba sintiendo muy bien contigo, pero creo que tu compromiso es más importante ahora. Quiero ir a cambiarme y caminaré un rato yo sola. Seung la vio alejarse y sintió un gran vacío, definitivamente no quería perderla… *** Mientras tanto en casa de los padres de Seung, se desarrollaba una álgida conversación entre ellos: –Debo decirte algo, pero por favor Jun, controla tu reacción. –Oh Jang-Mi, entonces es muy malo lo que dirás. –Seung me informó que aún no vendrá. –¿Qué? ¿Por qué? ¿Te das cuenta?, tu hijo no para de causarme disgusto y decepción. –Dijo aún, no dijo nunca, Jun. –No importa como lo disfrace, tenía que venir hoy y no está aquí. ¿Qué le voy a decir a Bae Hyun?, creerá que me estoy burlando de él, esto puede ser el fin. –Jun, yo jamás he intervenido en tus asuntos, siempre me has mantenido al margen, pero esta vez creo que debes contarme la situación porque no entiendo tu desesperación. –No es necesario que te cuente nada Jang-Mi, sólo te preocuparías y no se solucionaría el problema. –Admites que hay un problema y creo que si compartes tu preocupación, tal vez sea más llevadera. –Mujer, no insistas, yo me encargo. Choi Jun se alejó de su esposa y decidió llamar de inmediato a Bae Hyun. –Buenas tardes Hyun, espero no importunarte. –En absoluto Jun, en realidad esperaba tu llamada, hoy es la llegada de tu hijo, ¿no es así? –Precisamente por eso te llamo, Seung acaba de notificarme que surgieron otros inconvenientes y que debe quedarse un tiempo más en Canadá, pero mantendré contacto con él y te informaré la fecha exacta de su regreso. –Lamento oír eso Jun y realmente espero que regrese pronto. –Así será Hyun, no hay de qué preocuparse. Bae Hyun estaba en el salón con su hija, cuando recibió la llamada, al colgar Hana-Ji comentó: –Por lo visto “mi prometido” aún no aparece. –Su padre dice que tuvo inconvenientes que le retienen en Canadá. –¿Sabes qué? voy a continuar con la planificación de la boda y fijaré la fecha acorde a las estimaciones de cuándo estará todo listo, así que aunque aparezca el mismo día de la ceremonia, la boda se hará. –Digna hija mía, nada ni nadie alterará tus planes. –Así es, respondió sonriendo con malicia. Por cierto padre, ya revisé el contrato y en términos comerciales es justo lo que queremos pero necesito modificar o agregar, no sé, eso lo decidirán los abogados, lo siguiente: En primer lugar el matrimonio tendrá una duración mínima de tres meses o hasta que toda la documentación de HKTK Holdings esté debidamente legalizada, conmigo a cago de todo. En segundo lugar, viviremos separados, no voy a mudarme con un desconocido; y en tercer lugar quiero establecer que a partir de los treinta días de matrimonio Choi Jun recibirá 150 millones de wons mensualmente y así continuará mientras él viva, pero que esta asignación no es heredable ni para su esposa, ni para su hijo. El contrato establece la asignación, pero no hasta cuando se hará y si no hay un término se entenderá que es de por vida para él o sus herederos. –Hija es muy interesante tu observación, ciertamente se menciona el matrimonio para crear la fusión comercial, pero entiendo que quieras poner un término al mismo para no quedar atada a alguien que no amas. –El amor es lo de menos padre, este matrimonio es un requerimiento más para lo que planeamos, de otra forma no sería posible, Choi Jun no vendería y su estado emocional actual nos conviene porque está convencido de que está al borde de la ruina, es imposible que descubra que todo es un montaje perfectamente ejecutado. Para cuando se dé cuenta, lo cual dudo, ya todo estará bajo nuestro control y Choi Jun lo habrá perdido todo, pero esta vez de verdad. Bae Hyun sonrió saboreando la victoria, pronto su honorable padre Bae Long sería vengado. *** Rebecca llegó a su habitación, tomó una ducha y se arregló para salir, necesitaba alejarse y pensar en lo ocurrido con Seung, no podría definir como se sentía, pero la sensación era parecida a la que sintió la noche que Gianluca le dijo que dormiría en el sofá, ¿es posible sentir que terminó algo que aún no comenzaba? Seung la estaba llamando, decidió ignorar la llamada y salió del hotel, se alejó caminando y llegó a una plaza donde tomó asiento en una banca y pensó en que cuando conoció a Gianluca se gustaron de inmediato y el enamoramiento surgió sin complicación alguna, ahora conoció a Seung se gustaron de inmediato y el enamoramiento tiene adosado un compromiso matrimonial con otra mujer. No sabía cómo manejarlo porque la lógica le dice: “olvídalo no es para ti”, pero en su corazón siente que puede haber una solución. La mente de Rebecca retrocedió unos años cuando vivió una situación parecida donde su lógica y su corazón tuvieron opiniones encontradas: “Ella y Gianluca llegaron juntos a Nueva York, él insinuó en el avión que llegarían a su apartamento, pero Rebecca hábilmente terminó convenciéndolo de encontrarse al día siguiente cuando él la llevaría al local donde estaba construyendo su nuevo restaurante. Apenas Rebecca entró en su apartamento, dejó la maleta a su lado y se sentó en su cómodo y blanco sofá (del que estaba muy orgullosa), entonces marcó el número telefónico de Ann, quien respondió: –Hola señorita comprometida ¿qué tal tu viaje de regreso? –¿En serio ahora me vas a llamar así? –preguntó Rebecca riéndose –Y después serás señora casada –contestó Ann riendo también. –El viaje muy bien y en excelente compañía. Aún no lo creo, pero veo el anillo en mi dedo y eso lo hace real. –Becca ¿estás segura? –Ay Ann, yo me pregunto lo mismo, pero a su lado siento que el suelo desaparece a mis pies, mi estómago se contrae y mi pobre corazón parece que se saldrá de mi pecho. –Becca esa es una descripción de novela. ¿Qué le hicieron a mi concienzuda amiga en Italia? –Me enamoraron Ann, me enamoraron. –Y, ¿qué sigue ahora? –preguntó Ann –Bueno mañana iremos al lugar donde abrirá su nuevo restaurante, su familia tiene varios entre Nueva York y Florida, pero éste es el primero donde estará al frente, aunque seguirá al tanto de los otros que posee con sus padres y hermanos. En realidad hoy quería que fuéramos a su departamento, pero pude escapar ilesa. –Becca, Becca como ya te dio el anillo tal vez quiera adelantar algunos hechos antes de la boda. –Y yo te digo que no estoy segura de mantenerlo fuera de mi cama mucho tiempo. En Verona era casi una batalla campal cada noche –confesó Rebecca. –Tú siempre has sido muy juiciosa incluso más que yo que tengo a mis padres en constante vigilancia, sólo protégete bien antes de ese paso, para evitar sorpresas indeseadas –le aconsejó Ann –Pues de eso sí hablamos, Gianluca no quiere hijos por ahora, dice que tenemos tiempo y que debemos disfrutar nuestra vida de pareja al máximo. Además, una vez que abra el restaurante comenzará a trabajar en abrir un local para eventos, eso tomará tiempo y quiere que nos dediquemos a ese proyecto, juntos. También conversamos sobre vivienda y quiere que me mude con él porque su apartamento es más grande y puedo rentar este para tener un ingreso adicional si quiero, este apartamento lo compré al graduarme y dejar la residencia universitaria con parte del dinero que obtuve al vender la casa y los consultorios de mis padres, lo decoré con mucho cariño y no quisiera venderlo, así que lo conservaré el mayor tiempo posible. –Sí que han hablado del futuro ustedes dos –dijo Ann. Parece que tienen todo resuelto, aunque debo decirte que me sigue pareciendo rápido como pasaron las cosas entre ustedes. –Lo sé mi querida Ann, pero como te dije antes de llegar aquí, no nos casaremos de inmediato, estamos estimando que en un año sería perfecto, mientras tanto él se dedica al restaurante y yo a terminar mi posgrado y planear la boda con mi amiga Ann. –Y tu amiga Ann está más que dispuesta. ¿Cuándo vienes? Debes decirle tú a mis padres, además hojearemos las revistas de novia que conseguí. –¿De verdad ya tienes revistas? Ja, ja, ja me encanta, entonces mañana después de ver el local le diré a Gianluca que me lleve a tu casa, invítame a quedarme, yo iré preparada secretamente y así resultaré ilesa otra vez. –Eres imposible, huyéndole a algo que seguramente deseas mucho –dijo riendo Ann. –¡Cállate! Adiós, hablamos mañana –se despidió Rebecca. Al colgar pensó que su lógica le decía que se había comprometido en forma apresurada y el corazón le decía que estaba bien, así era el amor”. El timbre del teléfono la sacó de sus pensamientos, contestó: –Aló –Rebecca, ¿dónde estás? Hablemos por favor –dijo Seung. –Salí a caminar para aclarar mi mente, aunque no lo logré. –Iré a buscarte Rebecca, dime dónde estás, encontremos juntos una salida. –No me busques Seung, ya voy de regreso, veámonos en la piscina del hotel. Cuando Rebecca llegó a la piscina lo encontró en una mesa bajo una gran sombrilla, tomó asiento, pidió una bebida y le dijo a Seung: –Tú me gustas Seung y mucho, pero no podemos establecer una relación cuando tú tienes un compromiso que cumplir y que yo considero inevitable porque tu padre y sus negocios dependen de tu cumplimiento. Mi corazón me dice que puede haber una solución, pero en este momento no me surge ninguna idea. –Rebecca tú no solamente me gustas, yo estoy enamorándome de ti y a mí sí me surgieron ideas que podrían ayudarnos a que salve a mi padre y a que podamos estar juntos tú y yo, que es lo que más deseo ahora. –¿Qué ideas Seung? –preguntó Rebecca obviando lo que le dijo sobre sus sentimientos. –En primer lugar, ya que es un matrimonio por conveniencia comercial, establecer un acuerdo donde se especifiquen tanto los términos comerciales como la duración del matrimonio, es decir una vez las partes comerciales estén satisfechas se disuelve el matrimonio y así estaré libre para ti. En segundo lugar, aclarar realmente por qué es necesario celebrar un matrimonio si las partes están de acuerdo comercialmente, aún no veo la relación entre ambos hechos. Si no hay boda, mejor para nosotros. La tercera idea es más temeraria e implica que no cumplo con mi padre a riesgo de que pierda todo, según me expresó. –Voy a descartar la tercera porque es un daño directo a tu padre, la primera es: te casas y luego a esperar separarte pronto y la segunda es: no te casas, pero en ambas salvas el negocio de tu padre. Yo opino que si averiguas cuál es el trasfondo para exigir un matrimonio como parte de un convenio comercial se aclararán muchas cosas, ahora si es realmente un compromiso que debe ser cumplido entonces implantas las condiciones para que el matrimonio dure el tiempo suficiente según lo que se establezca en el convenio comercial. Además debes saber en qué consiste ese “convenio comercial” y qué tanto lo necesita tu padre realmente. –Acepto tu opinión Rebecca, llamaré a mi padre para reunirnos y averiguaré todo lo necesario antes de decidir qué hacer, pero por ahora, por favor olvidemos mi compromiso, aún nos queda una semana, tratemos de disfrutar nuestra estadía aquí. Rebecca pensaba: “¿por qué la vida es tan complicada? Me fijo en un buen tipo, él también se fija en mí y su padre lo tiene comprometido. ¡Por favor!” Les llegó la noche y cenaron allí mismo, luego Rebecca se despidió alegando cansancio, él tomo sus manos y las besó, ella se estremeció mucho, pero no podía olvidar el compromiso tal cómo él pidió. Cuando Seung llegó a su habitación llamó a Noah, este le respondió muy alegre: –Amigo Seung, ¿cómo va tu romance de vacaciones? –Complicado Noah, me estoy enamorando de Rebecca y decidí contarle del compromiso. –Entonces ¿salió corriendo? –preguntó Noah. –Bueno en realidad sí se alejó un rato, pero después nos reunimos y hablamos sobre las opciones para enfrentar el compromiso y poder establecer una relación entre nosotros –respondió Seung. –¿Y hay opciones para eso? –preguntó extrañado Noah. –Sí las hay, Rebecca me recomendó reunirme con mi padre y averiguar por qué mi matrimonio lo salvaría comercialmente y que si es necesario cumplir, entonces establecer un término para disolver el matrimonio una vez las partes comerciales estén satisfechas. –Es una estrategia inteligente y riesgosa porque puede resultar que tengas que casarte –dijo Noah. –Así es, pero tengo que averiguar qué está pasando realmente con mi padre. –¿Cuándo vas a Seúl entonces? –preguntó Noah. –En una semana, Rebecca debe regresar a Nueva York el próximo lunes. –Entiendo, no son noticias muy alentadoras ¿sabes si Rebecca está dispuesta a esperar? –No lo sé aún, espero saberlo antes de que regrese a su casa. Te dejo amigo, esta situación me agota. –Descansa Seung, hablamos cuando quieras. Seung colgó y pensó que haría todo lo que estuviera en sus manos para estar con Rebecca, estaba muy decidido. Rebecca llegó a su habitación y pensó en Ann, tenía que llamarla y contarle. Quería mucho a Ann y a sus padres, hoy los extrañaba y los necesitaba, seguro tendrían un buen consejo para ella así que decidió regresar a Nueva York lo más pronto posible. Despertó muy temprano, poco después del amanecer, en realidad había dormido muy poco, su mente era un torbellino entonces inició los trámites para adelantar su vuelo de regreso, lo que si tenía claro era que no tenía sentido quedarse más tiempo mientras Seung no se reuniera con su padre y aclarara todas las dudas sobre su compromiso. Seung la llamó para desayunar juntos, pero le propuso que mejor se vieran al mediodía para almorzar. Cuando se encontraron en el vestíbulo del hotel Seung le pidió que almorzaran fuera de allí, Rebecca aceptó, llegaron a un hermoso restaurante al aire libre en lo alto de una colina, tomaron asiento, pidieron bebidas y solo se miraban en silencio tomados de la mano. Al terminar de comer, Rebecca le dijo a Seung: –Voy a regresarme a Nueva York. –No Rebecca, ¿por qué? –Decidí dejar unos días para poder asistir a la boda de mi amiga, voy a ser su Dama de Honor –Rebecca dijo lo primero que le vino a la mente. –Por favor, espera –dijo Seung. Rebecca se levantó y comenzó a caminar, Seung se apresuró a pagar y alcanzarla, la tomó de la mano y siguieron caminando, nuevamente el silencio se hizo presente entre ambos, al cabo de unos minutos Seung le preguntó: –Rebecca, ¿y nuestros sentimientos? –Están ahí Seung, pero mientras no se aclare lo del compromiso, no debemos permitir que afloren. –¿Estás dispuesta a esperarme? –preguntó Seung y se detuvo para esperar la respuesta. –Sí, estoy dispuesta Seung. Quedaron frente a frente, Seung rodeó su cintura y la beso en la boca, fue un beso largo y profundo que encerraba toda su promesa de amor. Ella le correspondió confirmándole con ese beso, que lo esperaría. Llegaron al hotel y cada uno fue a su habitación. Rebecca llamó a Ann y después de saludarla, le dijo rápidamente que regresaba al día siguiente y en casa le explicaría todo con detalle. Seung llamó a su padre y le pidió reunirse porque quería conversar largamente con él, pero le pidió que se encontraran en j***n, no estaba listo para Seúl aún, al menos no iría hasta que ambos hablaran. En la noche recibió un mensaje de Seung que decía: “Te amo”. Lo leyó y las lágrimas nublaron su vista, cuando se repuso le contestó. No volvieron a verse en Saint Tropez, Rebecca empacó y salió muy temprano hacia el aeropuerto. Seung se despertó tarde, pasó una gran parte de la noche leyendo una y otra vez el mensaje de Rebecca que decía: “Y yo a ti”, tendría que luchar mucho para poder estar junto a ella, pero estaba dispuesto. Llamó a su asistente y le pidió hacer los arreglos necesarios para ir a j***n a la mayor brevedad, su padre accedió a su petición y se reunirían para conversar sobre el compromiso y todo lo que este implicaba, realmente esperaba encontrar una solución favorable para su unión con Rebecca. *** Ann quedó muy preocupada con la llamada de Rebecca, afortunadamente no había mucho movimiento en el hospital donde trabajaba como cirujana torácica porque estaba absorta pensando qué podía haber ocurrido, tendría una guardia de veinticuatro horas, pero al terminar iría directamente al apartamento de Becca, presentía que estaba mal y la necesitaría. Se acercó un colega y le dijo: –Espero que esos pensamientos sean para mí. –¿Eh? No, no –respondió Ann sobresaltada. –¿Entonces, debo ponerme celoso? –preguntó su colega. Ann sonrió y respondió: –Recibí una llamada de Becca, estaba en Francia de vacaciones, pero me avisó que mañana estará de regreso, algo pasó porque estaba viviendo un romance vacacional que iba muy bien. –Lo lamento por ella, recién se recuperaba del divorcio, espero que no le hayan roto el corazón tan pronto –respondió el otro cirujano y seguidamente agregó: Vamos te invito a un café, no hay nada para nosotros en la pizarra. Ann comenzó a caminar al lado de su colega, pero su mente seguía en Rebecca.
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