Isabelle acabo todo su trabajo del día, miro su reloj y se sorprendió a la hora que término sus responsabilidades ¡Mierda, a esta hora ella se encontraba cenando en su pequeño apartamento su habitual sándwich con crema de maní y su taza de chocolate! Pero con tanto trabajo, y alguien llamado Carlos inundando sus pensamientos, ni el sándwich se le apetecía. Lo que paso esta mañana en la oficina la había dejado en otro mundo, lo que iban a dejar para otro día se adelantó, Carlos le llamo desde su oficina y escuchó con atención el mensaje de su jefe "Esta noche será nuestra, así que no intentes huir del edificio pequeña". Con este mensaje los nervios la atormentaron de nuevo, conociendo lo que se avecinaba. Sabia que lo que estuviera a punto de pasar entre ambos era algo que simplemente est

