CAP. 18 - EL BESO INEVITABLE Ha caído la noche sobre Mogna, situando al pueblo en un silencio denso, como si el mundo se hubiera detenido un instante para darle a Lidia y Diego el espacio que merecen. El aire es perezoso, cargado de algo vibrante, por esa tensión que ha crecido entre ellos en cada conversación hurtada, en cada roce intencional, breve, en cada mirada sostenida que ha dicho lo que ninguno osaba articular. Era inevitable el primer beso… Lidia lo mira desde la sombra de la galería. Ya no hay dudas, solo una certeza conmovedora, un llamado que resuena en su piel antes de que su mente pueda apaciguar. Diego la observa con la misma energía, pero esta vez no es reflexivo, no es paciente. Esta vez, es él quien decide acortar el trayecto. Se acerca lento, como quien sabe qu

