CALIFORNIA
Antes de partir a Canadá fuí a casa de mi padre, El famoso empresario mas reconocido en toda California y parte de los Estados Unidos, el señor Carlos Beker, para despedirme y prometí volver en vacaciones.
Volví a casa y mamá estaba esperandome con mi hermana, ella prefirió despedirse de papá por medio de una llamada, pues mi hermana no se lleva muy bien con papá a lo que yo entiendo perfectamente que nuestros padres no estan juntos porque se les acabó el amor hace mucho tiempo.
Tanto Gissel como yo necesitábamos la figura paterna cerca pero no fue así, crecimos en una pareja divorciada y eso es lo que le molesta a mi hermana.
Llegamos al aeropuerto Jonh Wayne de California y esperamos en la sala aque llamaran el vuelo 0129 con destino a Canadá, luego de unos 15 minutos fuimos anunciados y abordamos el avión.
Mientras miraba a través de la ventanilla del avión que nos llevaría directo a Canadá me preguntaba sí mi vida en aquel país sería tan miserable y desdichada como me la había imaginado días antes de partrir de casa.
Cuatro horas después aterrizamos en el aeropuerto Internacional Vancouver de Canadá y esperamos al nuevo esposo de mamá.
Fue una sorpresa haber recibido la notícia de que mamá se había casado en secreto con el señor Erick en este país en uno de sus viajes.
Gisell se emocionó y yo apenas podía creérmelo, Aunque está no fue la gran notícia de encerrarme dos semanas en mi habitación, fue la notícia de dejar California, mis errores sin resolver, dejar mi vida y todo de mi para venir a Canadá, no me lo esperaba y tampoco me agradaba la idea, ¿pero ya qué? No podía oponerme, mamá estaba feliz y al parecer Gisell también.
Mamá había estado sola durante mucho tiempo, mi hermana necesitaba una figura paterna pero no como papá, Aunque aceptar un nuevo hombre en nuestras vidas sería una de las tareas mas difíciles para mi. Pero si ellas estaban felices yo no tenía ningún problema, a demás que Gisell estába emocionada con la idea de tener un hermano mayor, ya que papá tenía un hijo pero mucho menor que Gisell, por lo que yo era la mayor de todos y Sergio apenas tiene 13 años.
Luego de unos 15 minutos una camioneta negra, para ser mas exacta una Jeep Negra se paró justo en frente de nosotras, de ella salió un hombre alto, ojos azules, cabello n***o, muy simpático y muy bien vestido. Se acercó a nosotras y mamá se levantó de la silla muy sonriente y supuse que aquel hombre de apariencia de algunos 45 años era el nuevo esposo de mamá.
-Niñas- nos llamo mamá con su radiante sonrisa, mientras abrazaba a aquel extraño que era su esposo- Él es Erick Thompson, Erick ellas son mis hijas Camila y Gisell- nos presentó de mayor a menor.
-Mucho gusto Sr. Erick- Dijimos mi hermana y yo al unismo.
El señor Erick nos regaló una sonrisa amistosa y al mismo tiempo nerviosa.
-Es un placer niñas, Lucía nunca deja de hablarme de ustedes.
-Lo mismo digo, me alegra por fin conocerlo- Dijo Gisell con una repentina alegría mientras que yo asentía con mi cabeza y una pequeña sonrisa en mi rostro.
No quise mostrarme evasiva ni distante con el esposo de mamá, así que traté de mostrarme con la misma simpatía que aquel señor nos había mostrado hace unos segundos.
-Por favor, no me agradezcan nada porque desde ahora seremos una família y cuando hablen conmigo haganlo con toda la confianza y seguridad del mundo. Ahora que seremos una família me gustaría que cooperaran con eso y asi llevarnos bien todos, ¿De acuerdo? - Dice el esposo de mamá.
-De acuerdo- repetimos mi hermana y yo.
No podía creer esto ¿Ser una especie de hermana para aquel muchacho llamado alexis? Y peor, tener que llevarnos bien y vivir bajo el mismo techo con ese ser tan despreciable, por lo menos para mi.
Salí de mis pensamientos cuando el señor erick nos pidió subir nuestro equipaje a la cajuela del vehiculo para dirigirnos a "nuestra nueva casa".
En el camino a casa el señor Erick no paraba de hablar de su hijo Alexis, decía que es un chico carismático, inteligente y muy apuesto aunque para nada creído.
Tiene 18 años al igual que yo y tenemos que ir en el mismo curso, así que mamá y su esposo se entusiasmaron con la idea de que seriamos mejores amigos, algo asi como verdaderos y auténticos hermanos, yo suspiré y me acomode en el asiento, escuchar a mamá planear mi vida en este lugar no me hacía nada de gracia, claro que tendría una relación sana con aquel muchacho, no me interesaba matarme con nadie ni meterme en problemas. Pero eso de ser "mejores amigos" iba mas allá de mis expectativas.
-Oye Camila, de verdad crees que sea sexy?- Susurro mi hermana a mi oído.
-¿Quién?
-Pues Alexis, ¿Acaso no estas escuchando lo que dice el señor Erick? Dice que ha ganado muchas competencias de natación y boxeo y por eso está en muy buena forma. ¿Tendrá novia?
Ni siquiera había escuchado esa parte por andar en mis pensamientos, pero tampoco me interesaba saberlo.
-Gisell...
Me preocupa mi hermana, es una niña de 15 años, quiere despertar sus hormonas y llamar la atención de los chicos y si este tal Alexis era tan atractivo como decía su padre las hormonas de mi hermana podrían alborotarse y se le insinuara de una forma que pueda darle una reputación en este lugar.
-¿Que?, solo es Curiosidad. Me interesa saber con quién estoy viviendo.
-Nada de ese tipo de curiosidades Gisell, quiero que seas prudente y sabes a lo que me refiero.
Entonces Gisell bufó y rodó los ojos
-Ay, que amargada eres Camila- Dijo cual niña chiquita cruzandose de brazos
Yo me dispuse a mirar por la ventanilla y después de algunos 30 minutos llegamos a nuestro "hogar". Al bajar del vehículo no pude evitar fijarme en el vecindario, se trataba de una pequeña comunidad que consistía en dos hileras de casas totalmente iguales hasta el final de la calle, nuestra casa de tres niveles al igual que las demás estába en medio de dos exactamente iguales. El lugar se me parecio un tanto extraño pero a la vez muy llamativo.
La casa por dentro es mas grande y mas hermosa de lo que parecía en el exterior. Estaba decorada con unos pequeños cuadros de diplomas, certificados y trofeos de Alexis que muy pronto serian reemplazados por los míos.
El señor Erick nos dijo que estabamos en nuestra casa y que podiamos hacer lo que queramos si así lo queríamos.
Pero lo único que yo quería era descansar asi que no pude evitar abrir mi pequeña boca.
-Estoy cansada quiero dormir- Dije con algo de fastidio, y la verdad es que un viaje de aproximadamente cinco horas y media no es nada agradable.
-Yo también- Dijo Gisell recargandose en mi hombro.
-Donde pueden dejar su equipaje y descansar, cariño?- Pregunto mamá a su esposo.
-Segundo piso, tercer pasillo, las dos primeras habitaciones son las de ustedes niñas- Dijo el esposo de mamá muy sonriente.
Mi hermana y yo salimos corriendo escaleras arriba, buscamos el dichoso pasillo hasta llegar a nuestras habitaciones. Antes de abrir la puerta de mi habitación me giré a mi hermana.
-Si me necesitas estaré dandome un bañó- Dije a lo que ella solo sonrió y tal acción me pareció que ella no estaría en su habitación.
-Si esta bien Cami, yo estaré dando un recorrido por la casa para conocerla- Dicho esto se fue.
La seguí con la vista hasta que la perdí de mi campo de visión, negué con la cabeza varias veces y expulsé una cantidad de aire que por cierto no sabia que tenía retenido en mis pulmones, conocía sus intensiones y sabía que no eran para nada sensatas.
Entré a la habitación, estaba vacía solo tenía una gran cama, un enorme closet, el espejo, la mesita de noche, la lámpara y un pequeño reloj en la pared. Supuse que mamá le había dicho a su esposo que la dejara así para que yo la decorara y le añadiera mas cosas a mi manera. Mamá había pensado en mis gustos y eso me agradaba.
Deje mi maleta sobre la gran cama y me dirigí al baño con mis propias cosas de aseo, me desvesti y me duche. Luego de unos 45 minutos salí de la ducha y me cambié con lo mas sencillo que encontré al abrir mi maleta, un short n***o, una blusa blanca suelta, y la ropa interior, y mis Converse blancas, me peiné mi largo cabello n***o en una coleta alta. Luego de cambiarme me dispuse a organizar mi ropa en el gran closet color marrón. Me encantaba mi nueva habitación color blanco hueso que combinaba a la perfección con la cama, el closet y el gran espejo color marrón.