Después de la desorientación de esa noche, mi mamá decidió llamar a uno de los teléfonos que le había dejado Modesta para que se pudieran comunicar con ella, mientras mami rondaba todo el pasillo de la sala, y entre tanto caminaba de la cocina al pasillo, del pasillo a la escalera, y así estuvo un buen rato esperando que alguien se decidiera atender del otro lado de la línea. yo me puse a revisar revistas viejas de moda que estaban amontonadas arriba de la mesa. En realidad, en mi casa, en cada esquina, había un deposito de libros de esta categoría, arreglados por fecha y tamaño, en un revistero, o en una mesa.
Mi madre tenia una obsesión, o al menos, se sentía satisfecha con su trabajo y su fama, porque en cada revista que servían de adorno para esa mansión, aguardaba entre páginas, alguna foto de ella. A veces su rostro repleto de maquillaje, que siempre utilizaba para cubrir sus escandalosas ojeras, aparecía adornando la tapa de alguna revista. El año pasado me acostumbré a verla todos los sábados en la portada de la revista Bazzar, vestida de Leonard y maquillada de Natura. Mi mamá, después de su amor repentino por el cuidado ambiental y a los animales, se apasionó con esa marca de cosméticos en específico.
Su nueva pasión, la llevó a crear campañas en contra del maltrato animal, esa locura repentina, la llevó a unirse a un grupo de activistas, muchos de ellos, tenían ese aspecto leneano, ahí fue donde conocí lo que significaba ser hippie. se reunían en casa casi todos los viernes, siempre y cuando mí mamá estuviera ahí, una vez planearon invadir de madrugada un centro de investigación en medicina y cosmética, que hacían sus pruebas en perros.
al día siguiente, mí madre salió en la primera plana de casi todos los periódicos y revistas de Brasil, cómo la figura principal de aquel saqueo en ese laboratorio, se armó tremendo revuelo en la prensa nacional y algunos medios internacionales que cubrieron el hecho, Fabiola Ferreira de Oliveira, fue el nombre más mencionado por más de una semana, pero el hecho tomó más trascendencia cuando se supo la cantidad de perros que estaban siendo sometidos a experimentos como conejos de India, más de 200 caninos, rasa beagles, además, el grupo activista, secuestró todos los registro de los animales.
A raíz de ese hecho, mí mamá se hizo mucho más famosa, primero porque perdió casi todo el patrocinio de su ropa, porque la mayoría de los diseñadores que la vestían, contrabandiaban pieles de especies silvestres o en cautiverio para crear los distinguimos abrigos, o bolsos y botas estravagantes que a ella le gustaba usar, pero por otra parte, ganó más de 2 millones de amigos en un solo día en sus r************* , además, natura aprovechó para usar el rostro de mí mamá, en todas sus campañas , mí madre firmó un contrato de 3 años Con esa cosmética, y desde ese entonces, no ha tenido la necesidad, de comprar maquillaje.
Háblando de maquillaje, a mí madre, no la conozco sin esas pinturas en la cara, creo que desde que tengo uso de razón, anda con esas cosas en la cara.
Mí madre se metió en todo eso del Veganismo, y la que he sufrido he sido yo, obligada a comer ensaladas, hamburguesas de lentejas, semillas de zapallos molidas por queso rallado, carne de tofú por carne de res, ni un pollito me deja comer, cuando a ella se le ocurre estar en casa y cocinar, pero desde que se va, mí estómago hace fiesta, y mí Modesta, me apoya, uy, cómo la extraño.
Esa noche mientras, hacía un recorrido por los escándalos noticiosos de dos años atrás, mí madre se me acercó, había hablado con Modesta, ya me había parecido raro que se haya tardado tanto en una llamada, me contó que la nana se tenía que quedar un tiempo más, porque su hija, la del accidente, agravó, y murió, y ella, tenía que hacerse cargo de algunos asuntos.
La llamé con desesperación a mí Nani, para estar con ella aunque sea desde la línea telefónica, me enteré, que la que había fallecido, era la madre de mí recién amiga Cristal, ella estaba inconsolable, no pudo dirigir ni una sola palabra, y yo no quería ser una carga, me dio tanta pena, que abracé a mí mamá muy fuerte, por primera vez, sentí tanta alegría de tenerla en mis brazos, porque aunque éramos tan diferentes, seguía siendo mí mamá.
Mami, decidió ayudar a Modesta, y le dijo que se quedara todo el tiempo que necesitara que acá tendría su trabajo de nuevo, que de todos modos, se iba a quedar con Adelaida también, esa rubia de farmacia, se estaba portando tan bien, que le empecé a agarrar cariño, que extraño lo mío no, ese es un mal que no tiene cura en mí, después ando llorando por cada rincón cuando se van y me dejan, pero Adela, no tenía prisa de ir a ningún lado, me dijo una vez, soy un ave libre, sin marido que me ate, ni hijos a quien criar, esos ya hicieron su propio nido, y están desparramados por todo el mundo.
Después de hablar con Modesta, mí mamá se volvió a sentar junto a mí, yo todavía estaba tirando páginas para la izquierda, ella se me acercó y me dijo, a la verdad que hoy es un día muy raro, estás viendo revistas de moda, mmm, finalizó, cómo si a uno no le pueden cambiar los gustos, está vez no le dije nada y, solo sonreí un poquito, y ya que ella estaba con tantos deseos de hablar, le pregunté, cuando conociste a mí nana, cómo fue que llegó a nuestras vidas. Ella me observó aceptando la charla, bueno me dijo, –ya veo que la noche va a ser larga, ven hija, y te cuento
Me levanté del piso y me fui al sofá, ella buscó en una caja guardada en un mueble cerca del televisor, un álbum con muchas fotos. Empezó por mostrarme una foto de cuando yo tenía un. Año, me sorprende, porque no me parecía a mí hasta lo estaba dudando, hasta que me vi ese pequeño lunar debajo de mí nariz, y esos ojos azul turquesa inconfundibles, si, en efecto era yo.
Y muy cerca mío, la nana, pero mucho más joven, en realidad, para ella los años al parecer no corren, siempre la veo igual, su rostro a sus 57 años, todavía se mantiene lozano, habla nuestro idioma y el español. No le había preguntado porque manejaba tan bien ese idioma el que yo ahora, estoy aprendiendo, pero me resulta difícil y ella lo habla muy natural.
Mami, me dijo que Modesta llegó a nuestras vidas por recomendación de mí abuela, después de aquel casi s*******o que hizo mí mamá conmigo al alejarme de los brazos de mis abuelos, mí Lolita siguió llamando intensamente a mí mamá, para tener razones de mí, aunque mami no me lo había dicho antes, pero siempre le negó las llamadas, aún estoy intentando conocer las razones.
Me contó mami, que una mañana, ella llamó a mí Lolita para contarle con desesperación que tenía que salir de viaje con urgencia y que no sabía con quién dejarme, ella dejando a un lado su orgullo, le suplicó a mí Lolita que la ayudara, que no sabía a quién más acudir, que no lo hiciera por ella, sinó por mí, que en unos días tenía que irse, y no podía dejar a cualquier persona en casa, y que tampoco me podía arrastrar con ella
mí abuela, a más de 2000 mil kilómetros llorando al teléfono por la impotencia de no poder viajar, porque a mí Loli, le aterran los viajes largos, además, tenía que ayudar al abuelo con la granja que estaban casi en la quiebra, pero se acordó de Modesta que la ayudaba con las Tareas de la casa, Modesta se había convertido en una especie de hermana menor para mí abuela, su mano derecha. la recibió en la granja, en la mañana del 6 de enero del 2000 cuando ella junto a sus dos hijas, salieron huyendo de la crisis que azotaba al segundo pais más grande de América del Sur, el segundo, porque Brasil, es considerado como el primero.
Mí mamá ya la conocía, me dijo que Modesta, le cayó muy bien desde que la vió, mí nana, siempre llevaba puesto un traje de amabilidad y compasión, y que cuando las cosas solían salirse de control en la casa, ella sabía cómo hacer que todo volviera a la calma.
Yo aún no había nacido, yo nací un 4 de diciembre del 2001, según me contó mí nana, vine a este mundo redondita, así como estoy hoy.
Mí mamá continúo sacando fotos, que nunca me había mostrado, porque esa noche, al parecer, se habían alineado las estrellas, Dios me estaba sonriendo desde el cielo, porque mí mamá y yo, después de mucho tiempo, estábamos volviendo a tener una charla de madre e hija, fuera de la locura de la moda, la prensa, mis kilos, mis fobias, éramos solo ella y yo, recontando la historia de mí nacimiento, de cómo fue nuestra vida desde la llegada de mí nana, que para mí, fue enviada del mismo cielo.
A Modesta, la abuela le había acomodado la casa de huésped para que se quedara con sus dos hijas que ya estaban con la edad suficiente de casarse según mí mamá, pero ellas llegaron solteras, las tres.
Mí mamá en ese tiempo andaba por los aires de la grandeza, ella me confesó que siempre se sintió en las nubes, y que anhelaba salir del campo, quería experimentar la gran ciudad, para ese tiempo, yo ni pensaba asomarme en su panza, y ella ya era modelo, no cómo lo es ahora, pero había ganado algunos concursos, como el de señorita otoño, que lo ganó 3 años consecutivo, y por eso le habían acusado de hacer fraude, a mis abuelos de pagarle a los jueces por su puntaje. Pero enserio, mí madre era hermosa, y todavía lo sigue siendo, la veía en esas fotos de sus 22 años, y ahora con 16 años más, siento que los años, no le pasaron por encima. De ella, lo único que heredé, fueron sin ojos azules.
Modesta se instaló en la granja como si tuviera conocimiento para pastar vacas, caballos y atender chanchos, le contaba a mí madre cada vez que ella iba al establo a buscarla para charlar, porque mí madre, tiene la costumbre de llevarse mejor con los extraños que con su propia familia. Mí nanita le llegó a contar a Mami, que ella en su país, con su familia, tenían un gran campo, pero que cuando llegó la Crisis económica a su país, todos los sueños que juntos habían construido se fueron desmoronando, y sus padres para poder hacer frente a las deudas que se había acumulado por años, tuvieron que ir vendiendo por parte todo lo que tenían, varias hectáreas del campo junto con casi todo el ganado, los tractores, autos, lo único que les quedó fue la casa, Modesta salió de allí con sus dos hijas, las que había criado sin papá, pero con ayuda de sus padres, y decidió por si sola, emprender vuelo con algunos ahorros que le habían quedado.
Por eso Modesta sabe tanto de campo, de criar vacas y chanchos, además, los cocina muy bien. Ah yo acá, pensando en comida, cuando me aburro, o estoy triste por algo, siempre pienso en comida, en realidad, lo hago todo el tiempo.
Después de la desesperación de mí mamá al teléfono, y una ligera discusión que tuvo con mí abuela, cómo lo hacía cuando estábamos viviendo con ella, le preguntó al final de su charla –me vas ayudar mamá por favor
Me dijo que tres días después, le tocaron el timbre, era Modesta que había llegado como la nana mágica a salvarnos la vida, ahora sí recuerdo, yo seguía teniendo 5 años, me escondí detrás de mí mamá, cuando aquella mujer que me parecía conocida pero que no recordaba de dónde, me extendió la mano y me regaló un chocolate, como para que me acercara a ella, pero que yo recuerde, a mí me costó muy poco ese acercamiento, enseguida tomé esa golosina y la abracé, le dije, –te pareces a mí Lolita, y ella me dijo Con una gran sonrisa que iluminaba todo su rostro
–estoy acá porque tu Lolita, me envió a cuidarte. Ese día mí mamá rápidamente le enseñó algunas cosas de la casa, lo necesario, lo demás, lo fue descubriendo ella sola. Al parecer mami solo estaba esperando su llegada para salir corriendo a su libertad.