''No podría pensar en nada peor que ver a quien quieres con alguien más y simplemente es lo que pasa, amar duele tanto que toca soportarlo. ‘‘
Escucho como mi celular suena con insistencia, me doy vuelta en la cama y puedo sentir algunos rayos de sol pegar en mi cara, mi cabeza duele como si miles de agujas estuvieran presionando. Intento abrir los ojos pero la luz me hizo cerrarlos de nuevo, están tan pesados y el sonido de mi celular no ayuda con mi dolor de cabeza, puede ser la alarma o mi mamá sabiendo que no me despertaría temprano.
Intento abrir mis ojos de nuevo pero es una misión imposible, escuchó un golpe en el pasillo y mi mente me juega una mala recordando ese beso antes de entrar, abro los ojos de golpe recordando lo que hice y me levantó sin importar el dolor que eso genera, volteó y veo el reloj que apunta que son las seis y media de la mañana, no he dormido nada.
Me levanto para arrastrar los pies y salir al pasillo para encontrarme a Benjamín con Madison, podía ver su incomodidad y es más que obvio que nada iba a ser igual, también tengo la certeza que eso que estaban comenzando se termina hoy, llámenme bruja pero podía ver en sus ojos las mismas ganas y el cariño que yo guardaba en mi interior por él.
Sé que ya eso no lo dejaría avanzar más.
Ambos salieron de mi campo de visión y yo me dirigí a la habitación de los chicos para ver si lograron llegar después de quedarse en el sofá y efectivamente mi amiga Charlotte se encontraba lista con unos lentes de sol y una mueca en sus labios.
— ¿Todo mal?—pregunté y ella asintió.
—No soporto esto, no deberíamos ir a clase pero nos mataría tu mamá—cierro mis ojos y me rio—anda a vestirte para irnos—asentí pero antes vi como cubría su cuello con una bufanda.
—Estuvo bueno ¿no?—soltó una risa nerviosa y yo salí negando.
Entre de nuevo a mi habitación para buscar mis cosas e irme al baño de Erick que es el único que no usaron anoche, el de Charlotte tiene una falla en la ducha y el mío igual. Toco dos veces y al no recibir respuesta entro encontrándome con Erick en toalla saliendo del baño.
Antes esto sería normal, dos mejores amigos sin ningún problema con verse semidesnudos pero ahora implica un problema mayor al habernos besado con tanta pasión en esa fiesta.
Levanta la cabeza y yo sonrío, puedo sentir lo caliente subir por mi cuello. Erick se acerca a paso lento y yo me quedo inmóvil, si, puede que haya dicho cosas sobre no pensar en nadie más después de lo que pasó con Benjamín pero mi mejor amigo es todo lo sexy y provocativo que puedas imaginarte.
Con esos brazos bien torneados, ese abdomen bien trabajado, su altura y esa mirada que promete muchas cosas.
Se detuvo delante de mí y yo contuve el aliento, esto es insólito.
— ¿Piensas llegar tarde?—negué sin poder hablar— ¿y por qué no te mueves?—acercó su rostro al mío y comenzó a pasar su nariz con delicadeza.
—Erick...—susurré.
— ¿Si?
—Debes parar—llevó una mano al cierre de mi falda y yo di un respingo.
—Y si no quiero ¿me detendrás?—tragué con fuerza al sentir el cierre completamente abajo.
—Posiblemente—él soltó una carcajada—que peligrosa es esta brecha que cruzamos—susurré en su oído al inclinarme sobre él y pegar mis senos a su pecho.
—Creo que tú eres más peligrosa que eso—la falda cayó y yo sonreí, comenzó a desatar el corset y podía sentir como mi cuerpo vibraba de la emoción— ¿no estamos yendo muy lejos?
— ¿De qué hablas? mi mejor amigo me está ayudando a desvestirme—me encogí de hombros— ¿no es algo normal eso?—pregunté y me incliné para robarle un beso y alejarme—pero debemos irnos o si no mi mamá nos sacará de aquí por el cabello si se da cuenta que llegamos tarde—él se mordió el labio.
—Amo a tu mamá pero creo que ya no será buena idea que nos deje dormir solos—ambos soltamos una carcajada.
—Esto es tan extraño, polar—me sonrió.
—Pero seguimos siendo los mismos, panda—asentí y entré al baño.
Diez minutos después salgo lista de la habitación, por suerte las chicas que trabajan aquí llegaron temprano y comenzaron a limpiar porque si lo hacíamos nosotros sería un desastre.
Llegué a la cocina y los vi terminando de desayunar.
—Cómo tardaste tanto Marie te guardo tu desayuno para que te lo lleves—dijo Charlotte.
Agarré un vaso de jugo de naranja y me lo tomé sin respirar, lo dejé en la mesa y le sonreí a Marie.
—Gracias y disculpa por todo este desastre—los chicos se levantaron y en eso mi celular sonó.
—Oh no, vámonos ya—Dijo Charlotte sabiendo que quien llama es mi mamá—Corre Erick que luego viene a buscarnos—no sé porque le tienen tanto miedo.
Vi el reloj sin responder la llamada, era demasiado tarde ya, así que corrí para alcanzarlos y subirme al auto.
—Nos levantamos temprano y llegamos temprano, eso diremos—asentimos y emprendimos el camino a clases.
Nos bajamos apresurados y cada uno se fue por un lado distinto, yo salí corriendo hacia mi clase de inglés pensando en que mi estómago rugía de hambre, me detuve frente a un ventanal y me arregle el cabello.
Pase por varios salones y todos estaban llenos, no podía ser que llegara tarde, corrí lo más rápido que pude pero me frené al ver que Benjamín estaba con Madison besándose al frente de la cafetería. Quise acercarme pero ese ya no es mi asunto, pensé que terminaría con todo por eso me quedé sorprendida.
Aunque no fuéramos nada y yo le dejará claro que aunque terminara con ella no podríamos tener algo, me dolió demasiado porque yo aun seguía pensando en la noche anterior, él seguía gustándome como siempre lo había hecho y no sabía qué hacer, no sabía si llegar e interrumpirlos o alejarme y ya.
Esto era egoísta porque yo tuve un acercamiento muy íntimo con Erick hoy en la mañana y él es libre de seguir con ella cuanto tiempo quiera.
Deje de pensar tanto, me armé de valor y justo cuando él la alejaba de él con gesto sorprendido yo les pase por el frente, él no me vio porque seguía como en un trance y yo suspiré con fuerza al dejarlos atrás confundida por su reacción.
Llegué al salón y la profesora ya había comenzado la clase pero me dejó pasar, saque los cuadernos aun confundida y se me cayeron todos al suelo.