Ha pasado una semana desde lo sucedido con el director Howards, nada raro ha pasado desde entonces, aunque bueno eso no quita que la mayoría de los estudiantes estén paranoicos incluso me atrevo a decir que los adultos mayores también.
Estoy sentada en la cafetería de la universidad, al parecer los profesores han decidido que no darán clases el día de hoy, pero tampoco podemos irnos algo raro, por lo que pude oír de un grupo de chicas es que parece que están en una reunión donde se está decidiendo si el director Howards seguiré con su puesto o no. Intento entender ¿porque una persona como él haría este tipo de cosa?.
No es que el sadomasoquismo sea algo nuevo o un tabú pero tomando en cuenta que Howards siempre ha demostrado ser alguien correcto y respetuoso lo torna un poco raro y asqueroso, y como dije antes al ser un pequeño pueblo el chisme se esparció como polvo y en menos de la media mañana los habitantes de wisconsin ya estaban hablando sobre ello e incluso muchas de las personas de acá dejaron de hablarse a la señora Howards, que no está de mas decir que está muy consternada por toda la situación y muy sorprendida de saber que su querido esposo hace o hacia ese tipo de cosas sin ella saberlo.
— Crees que el director siga con el cargo luego de esas imágenes tan horribles — la voz de Brinna me trae de regreso a la realidad.
— No lo sé — me encojo de hombros — no creo que sería muy ético de parte del comité de la universidad y los profesores que siga ejerciendo — hablo sincera — pienso que primero deberían hablar con esas chicas y den su versión.
Ciertamente desde aquel día esas cinco chicas no han vuelto a la universidad, lo que si pude escuchar fue que tuvieron un gran problema con sus padres e incluso algunas fueron echadas de su casa sin derecho a decir lo que realmente paso, y quiero creer que lo que hicieron fue bajo presión y no por voluntad propia porque sería totalmente escalofríante tener que acostarte con un profesor o en este caso con el director para tener mejores notas si ese fuera el caso.
Dejando un poco de lado ese tema, comienzo a hablar con Brinna sobre mi cumpleaños que es en un mes y lo que haré para esa fecha, no tengo nada en mente de hecho no me gusta celebrarlo. No desde que papá murió en un accidente aéreo cuando iba a la ciudad de cenúbra.
Era arqueólogo iba a una exposición de unas reliquias que habían descubierto cuando el helicóptero sufrió una falla mecánica y se desplomo sin dejar ningún rato, de hecho nunca pudimos ver su cuerpo o algo que nos confirmara que en verdad murió, pero al no encontrar tampoco un cuerpo lo dieron por hecho. Fue muy duro para mamá y para mí el quedarnos solas tan pronto yo apenas había cumplido mis dieciséis en una semana y el saber que tu papá ya no volvería fue un golpe muy duro para mí, dónde me deprimí e incluso llegué ha intentar suicidarme.
Hago una mueca ante ésto, no es algo de lo que me sienta orgullosa pero debo decir que mi madre me ayudó mucho a mejorar hasta que vio que podía por mi sola y eso fue exactamente cuando conoció a Héctor hace unos meses y le regrese la libertad que le quité por cuatro años. Él no es una mala persona al contrario a sido muy cariñoso con ella y le ha dado la atención que se merece y me alegra mucho que sea feliz, pero hay una pequeña parte de mi que se niega a dejarlo entrar del todo y formar una familia, vamos soy hija única y lo que más hubiera querido era tener a mis dos padres juntos hasta que murieran.
Una sobra cubre la mayor parte de mi cuerpo por lo que levanto la mirada, es August. Suspiró, no es que él chico me caiga mal o algo es que a veces puede ser un poco extrañó —y eso me desconcierta — el día de las fotos fue muy amable incluso cuando me llevo a casa de nuevo con Brinna, luego estuvo la incómoda charla que tuve con su amigo Liam, donde me dejó aún más confundída porque no entendí a dónde quería llegar con toda su supuesta conversación o lo que haya sido y esa última frase que ha resonado en mi cabeza desde entonces.
pero ten en cuenta que estaré muy cerca de tí, y no me refiero a vivir al lado. — así que no te descuides.
No sé si tomarmelo como un advertencia o una broma de muy mal gusto, lo cierto es que después de todo eso, ellos desaparecieron —Si desaparecieron— como si la tierra se los hubiera tragado, no vinieron a la universidad e incluso puedo decir que ni en su casa estuvieron.
Y no es que haya ido a tocar su puerta un par de veces. No, claro que no.
Cómo dije suelo ser muy curiosa y a veces esa curiosidad me hace cometer estupideces, como la de ahora que es mirar a Liam como si tuviera un moco pegado en su nariz y él no lo supiera.
— ¿Que tal chicas? — parpadeó para mirar a Agusts sentarse al lado de Brinna que lo mira como un ser celestial.
Sonrió negando Brinna siempre ha sido muy enamoradiza incluso cuando le rompen el corazón ella no deja de ilusionarse rápido, lo que me lleva a pensar que la muy hija de su madre no me ha contado que tal estuvo la cita con el marrano de mi hermanastro.
Volteó el rostro al sentir a alguien deslizarse a mi lado; es Liam que ya es habitual su rostro serio, no ha intentado hacer nada más desde la conversación en su casa, y no se si respirar tranquila o sentir miedo porque haga otra cosa pero creo que muy en el fondo siento una sensación de decepción en mi y no se porqué. Digo no es que me guste o algo pero porque actuar de esa manera si luego me mirara con indiferencia.
Estoy por responder a la pregunta de Augusts cuando otra sombra cubre la mesa.
— Chicos, que tal — la voz chillona de Regina se hace presente — las chicas y yo estamos en la mesa del centro — señala con su uña muy bien pintada — porque no vienen con nosotras la pasarán bien, sin ofender claro — me mira sonriendo falsamente.
Para nadie es un secreto en esta universidad que Regina y yo nos podíamos a muerte ¿Por qué? Pues bueno todo comienzo en la mitad del curso del primer semestre cuando entro un chico llamado Lucas, ambas éramos amigas en ese entonces. Se podría decir que fue a la primera en tratar cuando llegue aquí, tal parece que las dos sentimos atracción por él y comenzamos a tener un jueguito entre los tres...
Error, una especie de triángulo amoroso que acabo muy mal cuando él dejo en claro que yo le gustaba y no ella, todo se volvió un caos.
Regina no acepto que Lucas sintiera atracción por mi y no por ella y decidió que lo mejor era alejarse y odiarme a muerte e incluso me ha hecho pasar momentos muy vergonzosos como venganza. Debo decir que una parte de mi sintió satisfacción de que Lucas me eligiera a mi y no a ella, pues desde que la conocí dejo en claro que era una princesita que todo lo obtenía en un chasquido de dedos, y que él no quisiera nada con ella la hizo patalear en una rabieta que yo pagué muy caro y sigo pagando.
Después de todo esa satisfacción se convirtió en decepción de mi misma al estar con alguien como lo fue Lucas, era manipulador, sacaba las cosas a su provecho, incluso con él perdí mi virginidad; el peor de mis errores porque fue un total asco y no fue para nada considerado solo busco su placer y la que salió lastimada fui yo y no solo me refiero a eso, si no que unos días después lo encontré con otra chica besandose en una cafetería y como si no le bastará me humilló de la peor forma posible.
Diciendo que era la peor novia de todas y que haber tenido sexo conmigo fue un fiasco, claro si tomamos en cuenta que él solo busco su mismo places si admito que fue espantoso.
—aqui estamos bien — Responde Liam — no creo que haya mucha diferencia si nos movemos de esta mesa a otra — lo miro sorprendida por su respuesta. — aunque bueno si, creo que si la habría. — lleva una mano a su barbilla, lo miro un poco decepcionada porque pensé que no era de los que prefiere popularidad.
—En serio, ¿cuál crees tú? — Regina me mira con una sonrisa de triunfo, una que no pasa desapercibida por los demás, y Liam observa fijamente.
— Pues que en esta mesa hay más cerebro que en aquella.
Casi me atragantó con lo que ha dicho, miro a Regina apretar sus labios y darse media vuelta si decir nada, se sienta en la mesa junto a sus mascoticas y no vuelve la vista hacia nosotros, intento retener la risa pero no lo logró cuando Augusts y Brinna son los primeros en soltar las carcajadas me les uno sin poner mucha resistencia, para luego de unos segundos sentir su mirada sobre mí cosa que hace que me sonroje un poco y lo mire de reojo, tiene una pequeña sonrisa que me toma por sorpresa, es la primera vez que lo veo tener una expresión en su cara y no estar como un cubo de hielo.
✨✨✨
Luego de lo que paso en la cafetería, un profesor nos pidió a todos retirarnos por el día de hoy, decidimos ir al centro comercial, una muy mala idea cuando Brinna quiere entrar a todas y cada una de las tiendas y probarse mil prendas que nos hace quejar —sip— a todos. Por primera vez miro a Liam quejarse de que no debimos venir he incluso hacer unos que otros chistes mientras esperamos a mi mejor amiga.
Dejamos de hablar entre los tres cuando la vemos salir con un vestido n***o ajustado al cuerpo con un poco de escote, le queda perfecto y ella lo sabe, se mira a través del espejo y yo también lo hago, le queda como un guante y lo que lo termina de confirmar es la mirada de August recorrerla varias veces embobado. Sonrió pícara porque me he dado cuenta que ambos cuando están juntos parecen en la misma sintonía y espero de todo corazón que él sea el indicado para ella.
Luego de pagar el vestido todos nos vamos a un local de comida rápida y pedimos la comida más grasienta que hay. No me considero una chica de dieta para nada mi metabolismo es muy rápido, puedo comer grandes cantidades y no engordar y eso me gusta porque no me limitó a nada.
Al llegar nuestros platos todos comenzamos a engullirlos con desesperación y uno que otro mal chiste de los chicos, al terminar discutimos el pagar, Brinna y yo queremos pagar nuestros platos pero ellos no nos dejan. Así que decidimos jugar piedra, papel o tijeras como personas maduras —pienso con sarcásmo— y luego de tres intentos nosotras perdemos, así que no nos queda de más que aceptar que ellos paguen y quedar en que si está salida se repite nos tocará a nosotras hacerlo cosa que ellos no se niegan.
Al llegar a la calle donde se encuentra nuestras casa, bajamos del auto con alguna compras que yo hice sin demorarme tanto como mi amiga, y le doy las gracias por la tarde, cuando estoy por entras a la casa escucho la voz de Liam llamarme.
— Espero hayas disfrutado la tarde — lleva sus manos a los bolsillos de su pantalón — espero se repita pero solo tu y yo.
No respondo nada, porque no se que decir solo se que mis mejillas han adquirido color y sonrió un poco tímida y me despido con la mano y me adentro a casa, encontrandome con Héctor y mamá viendo alguna película, les sonrió y subo corriendo a mi habitación dejando las bolsas a un lado de la puerta y observando la ventana de enfrente estar abierta para luego ver a un liam sin camisa y hablando por teléfono con una cara de mal humor que me deja desconcertada, porque hace un momento estaba de lo más relajado y ahora pareciera que quisiera matar a alguien.
El simple pensamiento me hace erizar la piel.
Lo observó unos minutos más, hasta que cuelga la llamada y tira su teléfono a la cama para luego darle un puñetazo a la pared, me llevo la mano a la boca ahogando un grito.
Esta loco j***r.
Se da la vuelta para luego mirar por la ventana y encontrarse con mi mirada cosa que lo hace fruncir el ceño pero noto que sus hombros que antes estaban muy tensos se relajan un poco, sin decir nada cierra las ventanas. Dejándome allí con una curiosidad picandome a gran profundidad.