Capítulo 3

1390 Palabras
Llevo una semana y en total solo he dormido 5 horas, no sé cómo voy a aguantar el trabajo el día de hoy. —Dalia, se te ve cansada, anda siéntate un rato, yo me ocupo de esto—me dice Fernando —Gracias Fer, enserio eres el mejor — le digo Fernando es mi crush, es tan lindo, sus ojos marrones, su cabello n***o, su piel blanca, todo en él es perfecto. Me siento en una de las sillas y me acuesto encima de la mesa y sin darme cuenta me quedo dormida. —Dalia, despiértate— escucho Mi mente me dice que me despierte, pero mi cuerpo no quiere hacer caso —Dalia, por favor levántate, has dormido por 3 horas — escucho a Fernando ¿3 horas? Y yo que pensaba que había dormido 1 minuto. —Ya estoy despierta— dijo mientras me estiro —Anda lávate la cara y vienes a ayudarme porfas — me dice Fernando con una linda sonrisa. Voy al baño y me arreglo para estar decente. —Fer perdón por quedarme dormida—no puedo decir nada más porque Fernando puso un dedo en mis labios —No te disculpes, has estado cansada, eres mi amiga y te quiero cuidar — me dice él —En que te ayudo — le digo —Anda toma la orden de las personas, mientras yo voy a darles lo que han pedido a otras personas — me dice él —Okey Voy a una mesa de puros hombres, ojalá no sean irrespetuosos y comiencen a decirme obscenidades. —Buenas noches, mi nombre es Dalia y seré yo quien los atienda, ¿Qué es lo que desean ordenar? — dijo mi introducción de siempre —¿Estás en el menú? — me dice uno de los chicos Le contestaría, pero no me puedo dar el lujo de perder mi empleo por un idiota —Lastimosamente no, pero si gustas después de que salga vemos que pasa — le dijo con una mirada seductora —Me gusta esta chica — dice este tipo a sus amigos Que Dios me cuide, pero para no correr riesgos le diré a Fer que me lleve a mi casa. Termino de tomar las órdenes de todas las mesas y estoy agotada otra vez, puede que haya dormido 3 horas, pero recién estoy completando mi primer día de sueño saludable. Son las 10 de la noche y aún hay mucha gente en el local...odio los sábados, no sé por qué tanta gente sale a comer hoy, no pueden dividirse entre los días de semana. —Te vez cansada — dice Fer y yo doy un respingón por el susto —No me asustes de ese modo—le digo de forma dramática—y contestando a tu pregunta, si, si estoy cansada — le digo —Mañana ya vas a descansar mejor — me dice él acariciando mi hombro Fernando es un tipo increíble, ya quisiera yo que él se fijara en mí y todo sea como un cliché y vivamos felices para siempre, pero sé que eso no es posible, porque el mundo de los libros se queda en los libros y la realidad está muy lejos de ser un libro. —Fernando, crees que hoy me puedas llevar a mi casa — le digo esperando que me diga que si —Sabes que siempre puedo, con gusto te llevo — me dice desordenando mi cabello Fernando me confunde con su actitud, hay veces que me trata como una niña, otras veces me trata como una mujer y otras me trata como su hermanita, su actitud es como una montaña rusa. Falta 5 minutos para cerrar y hay como 10 mesas que aún no se van, este día no puede ser peor de verdad. Ojalá que ya nadie venga a pedir una orden, solo quiero que estas personas se vayan para irme a mi casa a dormir. Tengo la mirada fija en la puerta del local, cuando un grupo de chicos entran... —¿Por qué él? Quiero gritar Mi vida no puede ser peor... —Dalia, ¿puedes atender esa mesa? Voy a recoger los platos de la mesa que se acaba de ir me dice Fer Solo asiento y voy a mi tormento —Buenas noches, mi nombre es Dalia y solo les puedo ofrecer cosas para llevar —les digo con una sonrisa —Tú, no pensé que dejaban trabajar en un lugar como este a una paisanita — dice Jacob Me muerdo la lengua para no contestarle como se merece porque no quiero que me despidan. —Dos idiotas en una noche, eso es un récord — pienso —¿Qué es lo que van a ordenar? — les pregunto —Queremos una pizza de pepperoni y una americana — me dice uno de los chicos —¿Eso sería todo? — pregunto cómo lo hago casualmente —Si — me dice el mismo chico Voy a la cocina y le digo a Gregori (el chef y mi jefe) que acaban de pedir una pizza de pepperoni y una americana. Son las 12:15 pm y recién puedo ver el local limpio, sin nada de gente, estoy tan feliz, que quiero festejar durmiendo. —Chicos, hoy han trabajado muy bien — nos dice Gregori —Eso que lo diga por Fernando, porque por mí no creo que piense lo mismo si se entera que me he quedado dormida 3 horas — digo para mi —Gracias Gregori —dice Fernando —Gracias—dije Terminamos de cambiarnos y como lo esperaba, el chico de hace rato está en recostado en la parte delantera de su auto esperándome. Maldita vida, no soy una chica con un cuerpo de infarto ni nada por el estilo, pero yo no sé porque los chicos se me insinúan. —Preciosa, pensé que no saldrías — dice este tipo mientras se acerca a mi —Aléjalo de mí, por favor — le dijo en susurros a Fernando —Va a ver que la pasaremos genial—me dice —Aléjate de mí enamorada—dice Fernando Su enamorada, eso suena tan lindo...Deja de soñar, solo lo ha dicho para ayudarte... Okey, eso es cierto, pero soñar es gratis, así que puedo seguir soñando todo lo que quiera. —Muñequita, ¿este tipo es tu enamorado? — dice aquel chico mirando de forma despectiva a Fernando. Fernando es de clase más baja que media y su forma de vestir no es tan buena como la de los niños ricos, pero lo que más me gusta de él es que es bueno, noble, solidario, es un buen hijo, un buen hermano, es simplemente perfecto. —Si, él es mi enamorado, así que te pido que te vayas — le dije de forma respetuosa Molesto se va y se mete a su carro. —Siempre te tengo que defender de estos tipos — me dice Fernando —Lo sé, pero no sé porque me fastidian — me dijo cabizbaja —Vamos te acompaño a tu casa —me dice Fernando es mi mejor amigo, mi crush, mi novio de mentiras, él sabe lo que sucedió con mi madre y también sabe por qué vivo en esa zona de Lima y porque mi casa es bonita. Caminamos en silencio, pero no en uno incómodo, se siente relajante. Llegamos a mi casa 30 minutos después y Fernando se va a su casa...Siempre me he puesto a pensar que mi vida es un completo cliché, pero de diferentes tipos... 1)Mi madre murió y mi padre es un borracho, además me hago cargo de mis hermanas y tengo un crush perfecto. 2)Soy la niña pobre becada en una universidad de ricos y el más popular es fastidioso y no nos llevamos bien. 3)Mi profesor es demasiado sexy y puedo llegar a enamorarme de él. 4)Trabajo en todo tipo de trabajo, hasta puedo llegar a ser stripper para poder darles algo que comer a mis hermanas. 5)Soy excesivamente romántica y creo que algún día encontraré a mi príncipe azul. Esos son solo algunos puntos de que mi vida parece un completo cliché solo que están incompletos, porque en las historias de cliché siempre la chica termina feliz y come perdices, pero en mi caso siempre me consigo puras huevadas como enamorados.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR