Capítulo 2

1255 Palabras
Llego a casa cansada, son las 12 de la noche... —Llegaste—dice Martha con su voz adormilada —Si enana, ya llegué, anda duerme que mañana tienes cole—le dije dándole un beso en su frente Mis hermanas y yo somos muy unidas, siempre veo por ellas solo que antes de que mamá muriera éramos las chicas Smith, papá siempre lo decía, él venía a casa feliz y nos daba abrazos a todas. Cuando mamá murió, Vanesa y Sofia eran pequeñas, pero la que menos recuerda a mamá es Sofia, ella era un bebe cuando mamá murió. La extraño demasiado, mi madre era mi mejor amiga, mi confidente, era la persona en que podía confiar, desde su muerte la luz de esta casa se apagó y no sé si algún día se pueda volver a encender. A mis cortos 13 años tuve que aprender a cocinar, planchar, dividirme en mil, para ayudar a mis hermanas, con Martha que aún tenía 10 años nos dividimos las tareas, mientras ella estudiaba en la mañana con Vanesa yo me quedaba cuidando a Sofia que aún era un bebe de 2 años y no iba a la escuela, yo estudiaba de tarde así Martha podía cuidar a Sofia y a Vanesa mientras yo estudiaba, mi padre se ahogó en el alcohol y nunca se ha hecho cargo de nosotras, simplemente nos dejó a nuestra suerte. Poco a poco me hice más fuerte y pude organizarme mejor, mis notas nunca bajaron, sentía esas ganas de superarme para así poder darle a mis hermanas la vida que se merecen, Martha siguió mi ejemplo y ella también es becada en un colegio religioso, Vanesa es una pequeña diablilla, pero con un gran potencial, desde su primer grado de primaria ha sido becada y estoy muy orgullosa de ellas, Sofia es a la que más le cuesta el estudio, pero sé que se esfuerza mucho, ella no es becada completamente, solo tiene la mitad de beca es por ello que yo me esfuerzo estudiando y trabajando para poder pagar su colegiatura. Mis hermanas y yo hemos salido adelante como hemos podido, hay veces que hasta dicto clases para que nos alcance para el mes, Martha siempre me ha ayudado en eso, ella al estar en un colegio de niños con dinero siempre me consigue alumnos para enseñar. Tengo un trabajo de medio tiempo y con un sueldo minino de 930 soles que es casi 300 dólares mensuales, hay meses que no me alcanza y tengo que hacer cachuelos para poder soportar el mes, mi padre también trabaja, pero todo el dinero lo gasta en el maldito bar y encima se queda debiendo. Mi sueño es poder irme a España o a Francia y culminar mis estudios allá, solo que hay un pequeño problema que para mí es enorme, MIS HERMANAS, nunca he pensado en dejarlas, Martha apenas tiene 14 años y no quiero que ella se haga responsable de dos pequeñas aun siendo ella una pequeña. Mi sueño se cumplirá después, talvez en algún momento de la vida logre tener suficiente dinero y pueda llevarme a mis hermanas conmigo. Termino mi taza de café, que en realidad no sé en qué momento la serví y en qué momento me puse a tomarla. Enciendo la laptop y me pongo a realizar las tareas del día de hoy, después de eso solo me quedara repasar para que a la hora del examen no se me haga difícil. Son las 3 de la mañana y recién termino mis deberes, solo me falta revisar los cuadernos de Martha. Vanesa y de Sofia, ellas saben que, si yo encuentro algo mal, las voy a levantar. Reviso los cuadernos de Martha y veo que todos sus procedimientos y respuestas están bien, así que me pongo a revisar el cuaderno de Vanesa y es lo mismo, todo está perfecto, por último, reviso el cuaderno de Sofia y me doy cuenta que hay unos pequeños errores al momento de sumar, Sofia aún es muy pequeña así que mejor cuando se levante le ayudare a que lo corrija. Voy a mi cama y programo mi alarma a las 4:30 am, para así no quédame dormida y me alcance tiempo para todo. —Yo también te amo Nicholas—dije —Eres preciosa Dalia—me dijo mientras se alejaba de mi —No te vayas, quédate—le dije mientras agarraba su mano —Me muero por besarte—me dijo él Sus labios están tan cerca de los míos, puedo sentir su respiración, solo bésame quiero gritar. Quiero mover el bote, quiero mover bote, me gusta—suena mi molesta alarma Me despierto desanimada. "todo fue un sueño" Se estarán preguntando quien es Nicholas, pues déjenme decirles que es mi amor no existente de uno de mis libros de romance favorito, es el famoso Nicholas de Culpa Mia, soy una fanática de los libros de romance, realmente no sé qué abre leído más, si libros de romance o libros que tienen que ver con mis estudios y que conste que libros académicos he leído demasiados. Me levanto de la cama con una pereza única, en mi vida pasada debo haber sido un oso perezoso, alisto mi ropa y me voy al baño para darme una ducha. Lo único bueno es que en esta casa hay muchos cuartos, se estarán preguntando y ¿cómo tienes una casa con muchos cuartos si eres pobre? Pues déjenme decirle que yo antes no lo era, antes de que mi vida se vuelva trágica, teníamos lo que todos los niños soñaban con tener, teníamos muñecas, juguetes, computadoras, laptops, televisor, hasta un cuarto de cine, mi padre no era un empresario multimillonario, pero tenía una empresa y un socio y gracias a ello es que podíamos darnos esos lujos, mi padre después de la muerte de mi madre se hundió en el alcohol y poco a poco fue perdiéndolo todo, hasta los ahorros para mi universidad lo perdió, solo nos quedó la casa, y nunca hemos vendido nada de aquí, todo esto es un recuerdo de mi madre y nada saldrá de esta casa. Termino de bañarme y me cambio, solo me pongo un jean y una polera rosa por último mis zapatillas blancas, veo la hora y son las 5:00 am, buena hora para despertar a mis hermanas. —Martha despiértate—le dijo mientras abro sus cortinas —Ya estoy despierta — dice ella con los ojos cerrados —Hare panqueques, si no te apuras se los comerán todos—le dijo —Ya estoy despierta—dice ella parándose de la cama Siempre funciona decirle que hice panqueques para que ella se despierte, vamos por mi siguiente victima —Vanesa, levántate—le dije destapándola —No quiero—contesto ella —Si no te despiertas no habrá lonchera para ti—le dije —Eres malvada, me voy a levantar — me dijo ella Con Vanesa siempre sirve decirle que la dejare sin su lonchera. Ahora vamos por Sofia. Como Sofia es pequeña aun, yo la cambio dormida, así hacia también con Vanesa cuando era una pequeña. Termino de cambiar a Sofia y recién la despierto. Mientras mis hermanas están que se lavan la cara y los dientes, yo me encargo de preparar el desayuno para poder salir temprano y así ninguna llegue tarde. Llego a la universidad con 5 minutos antes de mi primera clase, me voy corriendo para llegar a la clase y no quedarme fuera por tardona. 
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