Capítulo 3-1

699 Palabras
3 Julian Estoy en mitad de la revisión de la propuesta que mi gestor de cartera ha hecho sobre una posible inversión cuando Nora se sienta a mi lado. Incapaz de resistir al encanto de su presencia, me giro para mirarla y veo cómo comienza a leer su libro. Ahora que he estado unos minutos lejos de ella, la necesidad irracional de explotar y hacerle daño ha desaparecido. En su lugar ha aparecido una tristeza inexplicable… un extraño e inesperado sentimiento de pérdida. No lo entiendo. No le he mentido cuando le he dicho que no quiero hijos. Nunca había pensado en ello, pero ahora que me lo estoy planteando, ni siquiera me imagino siendo padre. ¿Qué haría con un niño? Sería otro punto flaco que mis enemigos podrían explotar. No me interesan los bebés ni sé cómo criarlos. Mis padres no fueron un modelo que seguir precisamente. Debería alegrarme de que Nora no quiera hijos, pero, en lugar de eso, cuando ha sacado el tema de la píldora, me ha sentado como una patada. Me lo he tomado como el peor rechazo de todos. He intentado no pensar en ello, pero cuando la he visto limpiarse el semen de los muslos, esos sentimientos desagradables han despertado de nuevo y me han recordado que no quiere eso de mí, que nunca lo querrá. No entiendo por qué me importa. Nunca he planeado crear una familia con Nora. El matrimonio ha sido solo un modo de consolidar nuestro vínculo, nada más. Es mi gatita… mi obsesión y mi posesión. Me quiere porque he hecho que me quiera y la quiero porque la necesito para vivir. Los niños no son parte de esta dinámica. No puede ser. Nora me pilla mirándola y me dedica una sonrisa vacilante. —¿En qué estás trabajando? —me pregunta, dejando el libro sobre el regazo—. ¿Todavía estás con el diseño del dron? —No, pequeña. —Me obligo a centrarme en que vino a Tayikistán por mí, que me quiere lo suficiente como para hacer una locura tan grande, y eso me levanta el ánimo y hace desaparecer la presión persistente que siento en el pecho. —Entonces, ¿qué es? —insiste y sonrío sin querer, divertido por su curiosidad. Ya no está contenta con quedarse al margen de mi vida; quiere saberlo todo y se envalentona cada vez más en su búsqueda de respuestas. Si fuera cualquier otra persona, me enfadaría. Pero tratándose de Nora, no me importa. Disfruto con su interés. —Estoy mirando una posible inversión —le explico. Me mira intrigada, así que le cuento que estoy leyendo sobre un nuevo negocio biotecnológico especializado en las drogas químicas que afectan al cerebro. Si decido llevarlo a cabo, sería lo que suele llamarse un «ángel inversor», uno de los primeros en financiar la compañía. Siempre me ha interesado el capital de riesgo; me gusta estar en la cima de la innovación en todos los campos y aprovecharme de eso en la medida de mis posibilidades. Escucha mi explicación muy fascinada, con sus ojos oscuros fijos en mi cara todo el tiempo. Me gusta cómo absorbe conocimiento como si fuera una esponja. Me resulta divertido enseñarla, mostrarle las diferentes partes de mi mundo. Las pocas preguntas que hace son perspicaces, lo que me demuestra que entiende a la perfección de lo que hablo. —Si esa droga puede borrar los recuerdos, ¿no podría usarse para tratar enfermedades como el TEPT o alguna por el estilo? —me pregunta tras describirle uno de los productos más prometedores del negocio, y estoy de acuerdo: he llegado a esa conclusión hace solo unos minutos. No había previsto esto cuando la rapté, el simple placer que significaría pasar tiempo con ella. La primera vez que la capturé, la veía solo como un objeto s****l, una chica bonita que me obsesionaba tanto que no podía olvidarla. No esperaba que se convirtiera en mi compañera, además de en mi alma gemela en la cama, no pensaba que fuera a disfrutar simplemente estando con ella. No sabía que llegaría a ser tan suyo como ella era mía. Sin duda, es mejor que se haya acordado de tomarse la píldora. Cuando nos hayamos curado los dos, podremos volver a nuestra vida normal. Al menos, a nuestra idea de normalidad. Nora estará conmigo y no la volveré a perder de vista.
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