
Todo tirano es derrocado por un alma valiente, una nota musical basto para ponerlo de rodillas, Emine es un ángel, pero no celestial, es un ángel caído, tan hermosa e imprudente al mismo tiempo, ella tiene su futuro comprometido desde que nació, aunque se niega aceptar sus tradiciones familiares una promesa de compromiso se forjó desde su nacimiento. Huyendo de su destino conocerá a su perdición Eriel O’Neill o quizás su salvación.
Cuando la voz de un O’Neill es alzada, los demás deben bajar la cabeza, son tres hermanos físicamente iguales con personalidades totalmente diferentes, pero tan ardientes como el sol a medio día, con una sola mirada calientan incluso a un frío témpano de hielo hasta hacer que se derrita a sus pies.
Es el turno de contar la historia del tercer hermano. Se preguntarán ¿Cómo es Eriel? Su aura es tan oscura como su alma, Eriel no es un hombre romántico, amoroso y de familia. La palabra perfecta para definir a Eriel es «¡Sinvergüenza!» Su conducta alocada y descarada lo han metido en más de un problema. Se enorgullece de su soltería, no nació para casarse, mucho menos para formar una familia con sus sobrinos, tiene suficiente, lo de él es vivir de flor en flor, disfrutar de una buena compañía momentánea y vivir al máximo su vida lujuriosa.
¿Qué pasará cuando el poder del destino haga su jugada magistral? Se moverán hilos invisibles que tejerán una red de pasión, pecado y lujuria, donde será imposible no caer.
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