CAPITULO 5

1556 Palabras
Mi instinto me dijo que algo había ido mal con la llamada de Matteo, bastaba ver su rostro serio, para deducirlo, aun así no dude y lo acompañe. -          ¿Sobre qué deseas hablar? – pregunté imaginando que algo tenía que ver con lo que me había platicado la semana pasada -          Mis padres, han llegado -          ¡¿Qué?! – no puede evitar gritar, los señores de Rossi eran rápidos para tomar decisiones pensé -          ¿Qué piensas hacer? – quería ayudarle en lo que fuera, incluso, si tenía que trabajar en su lugar, lo haría sin dudarlo -          Tengo que ir a asistir a la cita, me esperan Bella, pero – se interrumpió -          ¿Pero? – le insistí, él no era de los hombres que se iban por las ramas, así que el hecho de verlo dudar me puso más nerviosa -          No quiero ir sólo – esa cuatro palabras me sorprendieron -          ¿Tienes miedo? – bromee, pero él estaba serio y su mirada está perdida sobre el mar -          ¿Puedes?, ¿quieres ser mi novia? -          ¿Qué? – respondí con una pregunta, a que estaba jugando o ¿era que sospechaba que yo estaba sintiendo algo por él? -          Puedes acompañarme y fingir que eres mi prometida – mi mente se quedó en blanco, por varios minutos, no sé con exactitud cuánto, pero mi cerebro parecía embotado por la pregunta -          ¿Quieres que sea, tú falsa prometida? – volví a preguntar cuando logre que mi cerebro funcionara de nuevo ⧓ ⧓ ⧓ Asentí, cuando ella, formulo la pregunta exacta que yo debí hacerle, esperaba que se negará, porque sinceramente ¿Quién aceptaría un trato cómo este? -          Acepto – su respuesta me dejo aturdido, no esperaba que aceptara y menos que lo hiciera de manera rápida -          ¿Estás segura? – la duda aún estaba en mí -          Todo sea porque no te lleven a Italia y te obliguen a casarte con una mujer que no conoces – dijo con una sonrisa -          ¿Estas realmente segura de esto Bella? -          Es lo que hace los amigos – respondió, un escalofrió recorrió mi cuerpo y no pude explicarme el motivo -          Gracias – susurre, suspirando de alivio -          Hablare con Sandro y saldremos mañana a primera hora -          Estaré preparada – camino hacía dentro de la casa, mientras observe la luna, esperaba que esto saliera bien. ⧓ ⧓ ⧓ Ser su falsa prometida, no había estado en mis planes, aceptar esta locura, era sin duda una locura, pero tendría una oportunidad de hacer que se enamorara de mí, estaríamos juntos alrededor de una semana, tenía que intentarlo. Fui directo a mi habitación, prepare una maleta pequeña, para salir a primera hora o cuando Matteo lo indicará, esto lo hacía por él, como amiga quería ayudarlo, como mujer, quería tener una sola oportunidad. No había peor intento que el que no se hacía, me dije segura. Me despedí de Verónica y Sandro, ninguno de ellos preguntó el motivo por el cual acompañaría a Matteo,  salimos de Monterrico cerca de las siete de la mañana, no queríamos coger traficó. El camino hacia la Ciudad Capital fue en silenció, estaba nerviosa, ahora que estaba más cerca de la ciudad, me preguntaba si realmente podría fingir se la novia. -          Matteo – no pude quedarme callada necesitaba aclarar la duda que de repente me había asaltado -          Dime -          ¿Tendré que besarte? – al parecer era un detalle que él no había pensado, pues su cuerpo se tensó ante mi pregunta -          ¿te molestaría? – preguntó -          Supongo que si queremos que nos crean, tendremos que hacerlo – dije, la idea de besar sus labios, me hizo temblar, esta vez no sería un accidente. -          ¿Practicamos? ⧓ ⧓ ⧓ La pregunta, salió sin poder detenerla, aun podía sentir el cálido roce de sus labios, sobre los míos -          ¿Qué? – preguntó, sonrojándose, no podía creer que esta mujer, pudiera sentirse tímida alguna vez, era  normalmente tranquila, hasta que la hacías enojar. -          Debemos practicar -  dije son una sonrisa -          Diablos, no te burles de mí – dijo girando su rostro hacía la ventana -          Lo decía enserio – volví a repetir -          Me prometes que no actuarás de nuevo como si te hubiese robado tu primera vez – dijo, recordándome el pasado -          Quizá te sorprendas – dije -          Duérmete Matteo – giró su rostro y fingió descaradamente dormir ⧓ ⧓ ⧓ La palabra practicar se repetía una y otra vez en mi cabeza, la idea era tentadora, pero no debía olvidar que solo estaba fingiendo ser su prometida, ya me las arreglaría para que sus padres creyeran en nuestra relación, fingí dormir tanto que en algún momento fue vencida por el sueño, desperté cuando Matteo, movió mi brazo -          Límpiate la baba – dijo y por un momento temía realmente que estaba diciendo la verdad, pero su sonrisa, me dijo claramente que estaba burlándose de mí, era la segunda ocasión en la que nuestro trato, no tuvo nada que ver con el trabajo -          Idiota – murmure bajito, para que no me escuchara, pero por si las dudas tome, una toalla humedad y me limpie. -          Bajamos del auto, frente a Grand Tikal Futura, uno de los Hoteles más prestigiosos y caros de Guatemala, nunca ni en mis más locos sueños podría imaginarme durmiendo un solo segundo en una de las habitaciones -          Vamos mis padres nos esperan – camine con pasos temblorosos, agradecí tener la sensatez de haber elegido un vestido casual, de un tono azul oscuro brocado, con un bordado, que la hacía ver elegante y resaltaba mi tono de piel y mis tacones de diez centímetros en color a juego con el vestido. -          Espera falta algo más – Estaba nerviosa, retrasar lo inevitable solo me ponía mas tensa de lo necesario -          ¿Qué? – pregunte impaciente Tomó mi mano y coloco un anillo de compromiso que hizo a mi corazón acelerarse, recordé una y otra vez que nada de esto era real, era solo una muestra de buena amistad, era solo eso y nada más, pero era imposible recordarlo, cuando él sonrió de manera tan sexy, que sentí mis bragas mojarse. ⧓ ⧓ ⧓ Llame al móvil de mi padre, para preguntarle sobre el lugar de nuestra reunión, preferiría que fuera en el Restaurante del Hotel, desde luego mis planes y los de mi padre no irían de la mano, fue claro al decir que nos esperaba en su habitación. -          Nos espera en su habitación – Bella sintió, sonrió, pero podía notar su nerviosismo, estaba pidiendo mucho de ella, no tendría como pagar lo que hacía, me prometí compensarla de la mejor manera posible -          ¿En qué momento compraste el anillo? – pregunto, mientras entrabamos al elevador -          Es un regalo de mi madre, fue el anillo con el que mi padre le pidió matrimonio – respondí, no había pensado utilizarlo, pero recordé las palabras de mi madre, “La mujer que lleve este anillo, sin duda es la que te hará feliz” con el anillo en el dedo de Bella, su madre no podría dudar que su relación era real. -          Vaya que  honor – dijo, no pudimos conversar más tiempo, ni prepararnos para enfrentar a mis padres, porque el sonido del elevador nos indicó que habíamos llegado al piso indicado, las puertas se abrieron, coloque la palma de mi mano en la espalda baja de Bella, me pareció sentirla temblar, imagine que era presa de los nervios tanto como yo. ⧓ ⧓ ⧓ Sentir  el calor de la mano de Matteo en mi espalda, me hizo sentir un escalofrió, pero no podía darme el lujo de imaginarme sus manos sobre mi piel, porque justamente él llamo a la puerta de la habitación de sus padres. -          Matteo – un hombre de aproximadamente sesenta y cinco años, bien conservado, muy parecido a él abrió la puerta -          Papá – Matteo, abrazó a su padre y le dio un beso en cada mejilla, estaba tan quieta que temía respirar y atraer la atención del hombre sobre mí -          Pasa hijo – él se hizo a un lado, Matteo me tomo de la cintura y me arrastro con él al interior de la habitación, casi deje de respirar, la Suite Presidencial era mucho más grande que mi casa, o esa era la idea que me daba, tres sofás de color marfil largos, adornaban la sala, con una mesa de vidrió en medio, una televisión instalada en la pared. -          No vas a presentarnos – trate de sonreír, una hermosa mujer mayor de sesenta años, salió de la recamará, debía ser la madre de Matteo, su piel aceituna, su sonrisa era como la de Matteo -          Madre – Matteo, abrazo y beso a su madre de la misma manera que lo hizo con su padre -          Y ella – preguntó también, estaba nerviosa, sentía que iban a descubrir nuestra mentira en cualquier momento -          Madre, padre, les presento a Isabella Estrada mi prometida -           Mi amor, mis padres Fabio y Anna de Rossi Sonreí, no sabía con exactitud si era a los señores de Rossi o porque Matteo me había dicho “Mi amor” -          Un placer – musite 
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