CAPITULO 4

1334 Palabras
Trabaje  los planos que Matteo, me había pedido, no lo había visto desde que atendió la llamada por la mañana, no sabía en qué términos estábamos. El sonido de la puerta al abrirse me distrajo, Matteo entró y al parecer algo iba mal, su rostro hablaba por sí solo. -          ¿Malas  noticias? – me atreví a preguntar, temí que terminará echándome o marchándose, pero él se quedó ahí justo frente a mí, sus ojos me vieron y mi corazón latió tan fuerte que podría jurar que él también lo había escuchado. -          En realidad, no, bueno es difícil de explicarte – dijo sentándose en su silla -          Podrías intentarlo, si realmente lo deseas – insistí -          Mi padre, quiere verme en Italia el próximo mes ¡como si pudiera ir! ¡como si quisiera ir! – dijo y algo en mi interior se alarmo pero aun así me obligue a no reaccionar -          Podrías pedirle a Sandro, permiso, puedo cubrirte, no es lo mismo pero prometo dar lo mejor de mí – me ofrecí -          No es cuestión de permisos, Isabella – arrugue la frente, no sé porque sentía que al llamarme por mi nombre completo era como si estuviese enojado conmigo, cielos estaba loca y sin remedio me temía -          He estado evitando visitar a  mi familia, viajar a mi tierra natal, por  la simple razón de que están empeñados en casarme con una chica italiana, una mujer que no conozco, y a quien realmente no tengo interés en conocer -          ¡Oh! – dije incapaz de formular una palabra alguna -          ¿Hablas enserió? – pregunte después de un momento de silencio, no podía imaginar a mi padre tratando de casarme con un hombre al que no conocía, pero sabía que existían padres así, los de Verónica, eran una clara muestra  y ahora los de Matteo.  ⧓ ⧓ ⧓ -          Mi familia, nunca ha sido feliz con el hecho de haber dejado Italia, esperan que recapacite y vuelva a la casa familiar a cumplir con mis obligaciones, entre ellas casarme con la mujer que han elegido para mí – Arrugue la frente, no sabía lo que me había impulsado a contarle lo que sucedía con mi vida y en mi familia, de todas las personas había elegido a Bella, ni siquiera a Sandro le había hablado del asunto con mis padres. -          No entiendo mucho esto, ¿Por qué motivo los padres se empeñan en hacer a sus hijos infelices? – preguntó y casi termine por reírme su cara era un poema -          Es complicado explicarlo Isabella, la mayoría de las veces son uniones comerciales, matrimonios que traen beneficios, inversiones, terrenos en fin, desearía poder seguir evitándolos pero me temo que esta vez no podré seguir huyendo, mi padre hablará con Sandro, si me niego a visitarlo o peor aún pueden llegar en el momento menos pensado – dije con frustración, no quería que llegarán de improvisto, pero tampoco quería viajar para verlos, supongo que eso me convertía en un mal hijo, pero no deseaba casarme con alguien de quien no estuviera enamorado. -          Busca una novia… ⧓ ⧓ ⧓ Cielos, realmente era TONTA con letras mayúsculas, era la segunda vez en el día que le sugería buscarse a alguien más, ¿sería cierto que el amor lo volvía a uno estúpida?, empezaba a creer que sí. Matteo me sonrió como nunca antes y mi corazón se hizo ilusiones. -          Gracias, Bella – dejo un beso en mi mejilla, antes de salir de la oficina ⧓ ⧓ ⧓ Isabella sin duda tenía las mejores ideas, había estado pensando durante casi toda la mañana y parte de la tarde, lo que debería hacer con respecto a mi familia y ella, me resolvió el asunto en cuestión de minutos, conduje mi coche hasta el departamento de Gabriela, rara vez había estado en él, siempre que viene fue en compañía de Sandro, pero nunca solo, así que baje del auto y subí a su departamento, toque el timbre, la idea de poder presentar a Gabriela como ni novia oficialmente se me hizo la mejor opción además no fingiría, porque estaba enamorado de ella. -          ¿Matteo? – dijo sorprendida, era lógico no esperaba mi visita y no me moleste siquiera en llamar para avisarle -          ¿podemos hablar? – ella se apartó para dejarme entrar, estaba nervioso, pero aun así decidido, nunca le había hablado de mis sentimientos, a excepción de la única vez que me había atrevido a invitarla para cenar -          ¿te apetece un café? – preguntó, pero negué, necesitaba hablar o no sería capaz de decirle una sola palabra, si continuaba pensándolo -          ¿quieres ser mi novia? – solté, su rostro cambio de color, sin duda era la pregunta que menos esperaría de  mi -           ¿Qué? -          Estoy enamorado de ti Gabriela, me gustaría poder tener una relación contigo – dije, nervioso al notar que sus ojos se apartaron de mí -          Olvídalo Matteo, no estoy aceptando ser tu novia, eres un maravilloso amigo, pero no tengo sentimientos románticos contigo, sabes que siempre he estado enamorada de Sandro –  la observe, ella no había dudado, no había pensado un solo maldito minuto, simplemente me había rechazado, sin importar lo que estaba sintiendo por ella. -          Sandro está casado, nunca se fijará en ti – dije molesto, ante su rechazó – él no te podrá ver jamás de otra manera que no sea como una amiga ¿Por qué te aferras a él? – pregunte tratando de hacerle ver que estaba ahí para ella. -          ¿Por qué te aferras a mí sabiendo que amo a Sandro? Si puedes contestar esa pregunta tendrás mi respuesta – Gabriela, se giró dejándome en la sala de su departamento -          Cierra la puerta antes de salir – escuche antes de que la puerta de su habitación se cerrara Cerré la puerta  y me dirigí a la casa que compartíamos con Sandro, Bella seguramente estaría allí, debía decirle que su idea no había funcionado. ⧓ ⧓ ⧓ Podría decir, que nunca en mi vida me había alegrado tanto de que alguien fuera rechazado, pero cuando Matteo, me dijo que Gabriela, no había aceptado su petición de noviazgo, cielos, tuve que contenerme para no dar saltos en la oficina. Sin embargo no volvió a tocar el tema y esta vez procure poner un filtro entre mi cabeza y mi lengua, para no hacer ningún comentario, bueno o malo sobre Gabriela, ella se limitó a asistir a las reuniones obligatorias que llevábamos a cabo cada fin de semana, era molesto, ella no sabía nada sobre construcción, pero con el pretexto de ser la encargada de las Relaciones Públicas, fue imposible no tenerla presente. Matteo se levantó, cuando el sonido de su móvil interrumpió, nuestra conversación, sobre algunas columnas que necesitaban ser modificadas, debido al terreno, no había que cambiar, mucho pero si reforzarlas para soportar el peso de toda la construcción. ⧓ ⧓ ⧓ -           ¿Cómo? ¿Qué están llegando? – no podía creer que mis padres finalmente se decidieran cumplir con sus amenazas y atravesar el océano para venir a Guatemala de nuevo, su última visita había sido hace cinco años, supe que no estaba bromeando cuando me dio el número de habitación donde se estarían hospedando para que pudiera reunirme con ellos. Mi mente, trabajo rápido, tenía que hablar con Sandro, para faltar una semana aproximadamente al trabajo, no sabía cuánto tiempo ellos se quedarían, esperaba que tan pocos como fueran posible, volví a la sala, mi vista se dirigió automáticamente hacía Bella, quien sonreía, ante algo que Sandro, había dicho. -          Bella, ¿podemos hablar?  - pregunte, no estaba seguro de que esto fuera la mejor solución, pero no tenía otra opción, solo deseaba que ella aceptara en todo caso, no podía obligarla -          Por supuesto, la reunión ha terminado – Bella, se despidió de Sandro, espere a salir de  casa para poder hablar con ella, esto era una locura.
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