bc

Tú, mi único abrigo

book_age18+
121
SEGUIR
1K
LEER
familia
chica buena
drama
bxg
first love
spiritual
addiction
like
intro-logo
Descripción

Los seres humanos reímos, lloramos, nos enamoramos, pero también nos decepcionamos y cansamos. Yo, me decepcioné de tu manera tan drástica de pensar, pero más que todo: me cansé de esperar que me devolvieras el calor de aquél abrigo que algún día te di.

—La felicidad no es permanente, la depresión tampoco. Es por eso que quiero luchar.

chap-preview
Vista previa gratis
01.
Narra Nancy. Valencia, Venezuela 2021. En la vida de todo ser humano llega un momento crucial. Uno que con solo un “sí, me quedo”, o un “no, lo siento”, podemos cambiar el curso de nuestra historia. En ese momento de mi vida me encuentro. Ignoro el hecho de que hace frio, que no puedo salir de éste lugar, porque él está de nuevo aquí. La verdad no sé cuándo Oliver dejará de arremeter contra su vida. Intento ayudarlo, intento darle lo mejor de mí, pero me ha demostrado las últimas veces que hemos estado juntos que no le soy necesario. Pienso que pronto me daré por vencida. Yo no le importo ahora, y no sé si le importé alguna vez. No sé si realmente lo hizo porque... si no le importa su vida ¿por qué debe importarle la mía? Y es que en mi cabeza no hay respuestas. Esas respuestas se han quedado heladas los sueños de nosotros juntos, en Nueva York siendo grandes, siendo únicos: solo para nosotros. ¿Cómo puede alguien que está rodeado de amor pensar que la vida no vale? Que nacemos para morir; esa es su manera de pensar ahora. Cuando conocí a Oli, era un chico tan divertido, a su manera claro. Contaba chistes sin sentido, de cuando en vez bailaba Rock como si fuese bachata, le sonreía a las tragedias porque, hace tan solo unos años, pensaba que esas tragedias ayudarían a la persona a ser más fuerte, y me decía: “Sonrío ahora, para sentirme orgulloso después”. ¿Qué le pasó al chico que conocí? al chico que fue mi primera vez en todo. Esa respuesta no la tengo muy clara, porque es que tampoco sé qué es lo que estoy haciendo aquí. ¿Y por qué me duele tanto? ¿De verdad es el amor de mi vida? Bueno, eso no importa ahora. No importa, como él dice. No importa como nuestro amor, como ese amor que se congeló por falta de calor. Años atrás. Quito el vestido que traigo puesto con mucho afán, necesito deshacerme de él. Me da comezón. Y es que algunos tipos de telas que parecen no ser de plantas  o fibras muy agradables. Y no, no soy pretenciosa. —¡Nancy sal ya! —¡Juro que si vuelves a gritar te tiraré el zapato en la narizota que tienes! Sí, bueno; mi amigo y mi mejor amiga suelen ser desesperantes en cuanto ayudarme a escoger ropa se trata. —¡Me da comezón el azul, coño! —Confieso sin ningún pavor por la palabra. Considero que soy una persona pacifica, nada de peleas, nada de malas palabras, nada de malas caras. Bueno, en parte lo anterior es mentira, confieso que: solo suelo ser grosera con una persona, y hasta ahora no he comprendido el porqué. —Naaaaancy Carolinaa, ¡sal ahora mismo o entro yo! —Reitera David. Me apresuro a colocar el segundo vestido ignorando esa voz que me sube los humos; el vestido tiene una abertura en la espalda, es gris con brillo, me llega a donde tiene que llegar y… creo que me veo bien. Mi figura no es de modelo, juro que tengo algún michelin por allí, pero lo oculto con lo holgado del vestido. Intento subir el cierre que tiene de un lado y doy un brinco cuando la cara de David aparece con los ojos muy abiertos, detrás de mí, reflejándose en el espejo. —¡Juro que te mato! —Amenazo con mi zapatos ya en mano, con la voz más gruesa que puedo sacar. Éste chico no me cae, no sé cómo puedo ser su amiga. Él sale mientras me arrastra consigo desde el vestidor y sonrío cuando Scarlett emite un silbido, porque sé que me veo bien. —¡Pero en los vestidores no se permite tener sexo! —Exclama mi amiga dándole un vistazo a la mujer que nos atiende. La chica nos ve como si fuera a explotar y niego rotundamente el comentario. —Mira, sigues haciendo eso y tendré que pedirte que te largues ¿bien? Scarlett suelta una carcajada. David parece disfrutar de todo esto, en serio es idiota. —Coño, a ver —Sube y baja la mirada en mi cuerpo —En mi opinión… Lo callo —Estás aquí porque Scarlett te trajo, y yo necesito la opinión de ella no la tuya, ¿entendiste o te lo explico con palitos de plastilina? gracias. Él abre la boca ofendido y ve a su mejor amiga la cual  bufa; estoy segura que ya se acostumbró al trato que niego no darle a su mejor amigo. —Pues... —Scarlett hace con sus manos un gesto de “más o menos” y yo arrugo la frente. —Está hermoso. —Parece de fiesta, de noche —Dicen al unísono. Bueno, es cierto, iré a nuestra graduación. —¿Cuánto tiempo falta? —Pregunto dando varias vueltas para verme mejor en el espejo. —Cuatro horas, amiguita —Responde ella —Oye en serio, en serio, ¿por qué dejas todo a última hora? Me encojo de hombros. Es un mal hábito mío, pero supongo que me gusta correr riesgos, me gusta sentir la adrenalina. —Fue una mala idea esto de ver el vestido cinco horas antes de la graduación. —Cállate, David —Le ordenó viéndole desde el espejo —Vuelvo y te repito que no tienes que estar aquí  —Él se lleva una mano a la frente, dramatizando. Como dije antes, me gusta correr riesgos, así que éste vestido será el que use en la graduación, al fin y al cabo, usaremos una toga negra que nos cubrirá casi todo y así, en la noche, podré salir a disfrutar sin necesidad de cambiarme. —Vas a decir que no fue buena idea alquilarlo, que lo amas y que quieres comprarlo. Entrecierro los ojos observando el comentario que hace David, porque tiene la razón, pero por nada del mundo se la daré. —Tonto, comprarlo ¿cómo? Vivimos en Venezuela. —Chicos disculpen... —Dice Scarlett atendiendo una llamada. —Me gustaría vértelo más seguido —Confiesa David cerca de mi oído, con una sonrisa. Tiene una linda sonrisa. Patrañas Nancy, lo odias. Pero eso no le quita la bonita sonrisa que tiene. Uy, ni para qué discutir contigo chama. —Gracias Da-vi —Le sonrío de vuelta, y solo eso hace que sus mejillas se tornen rojas. Y eso me molesta. No te molesta. Dios, ¡ya déjame en paz! Caminamos rumbo abajo por las calles del Centro mientras mi mejor amiga sigue hablando por teléfono. Según logro escuchar, su hermano le tiró uno de sus zapatos al perro y ahora sus padres corren para buscar un par nuevo;  yo me coloco a su lado para que ella quede en medio de David y yo, para así no tener que sentir cómo él respira cerca de mi cuello. Bien, es que en serio éste hombre es desesperante. Después de que Scar nos cuenta lo sucedido, entre molesta y furiosa, ya llegando a casa, me despido de mi amiga con un abrazo fuerte y a David solo le dedico una media sonrisa, una que me devuelve con un guiño que me incómoda. —Gracias al cielo llegaste, tu novio me tenía mareada —Dice Carol, mi hermana. No obstante, antes de que pueda decir yo algo, sale de nuestra casa sacándome el dedo grosero. La niña merece unos manguerazos, hay que decirle a papá. —¿Oliver? —Lo llamo mientras entro, dejando la bolsa con el vestido junto al perchero. Siento como unas manos me aprietan la cintura pegándome al mismo tiempo de un bulto y doy un brinco entre risas. —¡Asqueroso! —Mi monita —Me da vuelta y besa mi nariz. —¿Qué haces aquí? —Camino hasta la cocina para tomar un poco de agua y él me sigue. —Bueno, primero para decirte que mi mamá ya sabe de lo nuestro y quiere conocerte lo antes posible, y segundo pues… para que me ayudes con la combinación del traje que debería ponerme para la graduación de mi novia, ya que mi progenitora no sale de los ochenta —Sonríe. Uff mira como el corazón me palpita y se me eriza la piel con solo eso. Por fin estamos de acuerdo en algo eh. Hago un puchero y dejo el vaso sobre la mesa para darle un beso; parece mentira, pero desde que dimos el primer paso, desde ese primer beso, cada uno pareciese mucho más intenso. ¿Es eso posible? Sí lo es. Lo siento ahora mientras hunde sus dedos en mi melena ondulada y une sus labios resecos con los míos, sin necesidad de ser obscenos. Él me transporta al lugar que quiero estar. Oliver y yo tenemos un amor muy adolescente y bonito, espero que madure con el tiempo, y que el amor que nos tenemos ahora perdure por el resto de nuestros días.

editor-pick
Dreame - Selecciones del Editor

bc

Sorprendiendo al Bully (Serie de Amor Verdadero Libro 1)

read
98.6K
bc

Apuesta por un amor. (Saga familia Rossi- Duque)

read
109.0K
bc

Una hermosa coincidencia

read
102.6K
bc

Nota De Amor

read
1.9K
bc

¡Lo quiero a él!

read
40.3K
bc

Mi Guardaespaldas

read
2.8K
bc

Solo dos veces al año

read
15.3K

Escanee para descargar la aplicación

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook