En estos momentos lo menos que quería hacer era regresar a casa. De eso no tenia ni la mas remota idea. Kevin había tomado otro rumbo dejándome sola en el taxi que justo estaba a punto de llegar a la casa enorme que llamaba la atención.
El coche se quedo afuera de la reja enorme y negra que adornaba la misma casa. Cuando eres hija de una gran diseñadora esos eran los resultados; la gente cuando venia a casa quedaban asombrados, pero para mi era bastante aburrido. Solo intereses.
El señor me dijo que le viaje ya estaba pagado dejándome con los billetes en mano y bajando del coche. De inmediato el señor Rodríguez, el jefe de seguridad me abrió saludándome y pasando de largo de el camine por el pasillo de concreto con flores que mama amaba ya que decía que las mimas flores alegraban a la gente y estas sentían nuestras emociones, alguno muy bobo de mi parte, pero para ella no lo es.
Siempre me habia dicho que a la flores habia que darles nuestras mejores energías ya que si tu estabas lo bastante estresado o nervioso estas lo absorbías y morirían mas rápido, pero de verdad que no podía creerle. Por eso mejor para no romper sus ideales le dije que no me interesaba además si era cierto yo seria la persona que marchitaría sus lindas rosas y tulipanes que tanto mimaba.
Abrí la puerta negra que daba a la sala principal, cerré esta muy silenciosa y camine hasta el sofá n***o que estaba ahí. Mala idea porque mama salió del pasillo que daba hacia el jardín bastante enojada y preocupada.
—Mary, ¡que bueno que has regresado! — mama ya no traía su ropa habitual de trabajo, solo unos pants y camisa blanca y su pelo recogido n una coleta alta. —¡Estaba muy preocupada por ti! ¿Por qué no me dijiste nada? — mama se acerco un poco mas, no mucho, dejando una distancia considerable entre nosotras— John me marco muy preocupado porque ya no regresaste a clases.
—Hoy no me apetecía entrar mama, es todo. — esta bien. Habia que omitir algunas cosas. Si le decía a mama que me habia tomado la hermosa libertad de dejarme arrastrar por un chico que no conocía iba a gritar del el enojo.
—A ti nunca se te ha dado eso hija— mama se sentó en el sofá, pero yo no. Conocía esa rutina y lo hacia para que, según ella, habláramos civilizadamente. — Siempre has sido muy responsable con tus obligaciones escolares— mama me observo fijamente— Mira Mary— se paso las manos por su rostro, signo de estrés— si algo te paso u otra cosa dime; aquí estoy…
Ay, aquí íbamos de nuevo. Mama queriéndose hacer la psicóloga de su hija y de la familia.
—No intentes sacar tus trucos psicológicos conmigo mama. Ni por un momento lo hagas— mama no se sorprendió ante mis palabras porque era algo que le apetecía hacer pero yo siempre la frenaba. — sabes lo que pienso de eso.
—No puedes negarlo Mary. No hago esto para molestarte. John de verdad, al igual que yo, estábamos muy preocupados por ti. Estaba muy espantado y mas porque antes me habia dicho que habían discutido y…
¡Maldito John! ¿Por qué siempre escupía todo? ¿Tan facial era guardar lo que nosotros vivíamos?
—Si, peleamos pero te lo repito de nuevo mama, para que entiendas muy bien; no me apetecía mas entrar a clases, es todo. No te preocupes mas, asunto arreglado— tome mi mochila, que habia puesto en el sofá y me iba a subir a mi cuarto. Por hoy habia sido mucho drama y además, tenia que hablar con John sobre esto. En algún momento tenia que cerrar su linda boca porque eso ocasionaba problemas, y muchos.
—¡Mary no te vas hasta que esto no lo hablemos ya! — esta bien. Hacia mucho que no escuchaba gritar a mama, así que si, estaba muy enojada. Me gire a verla, con la correa de la mochila sobre mi hombro. Su rostro estaba un poco rojo y trataba de regular su respiración. — Así que ven por favor.
Tome una respiración profunda, y con las pocas ganas que tenia me coloque donde estaba antes.
—Mama de verdad hoy tuve suficiente drama. John fue suficiente.
—No puedes decir eso Mary. John estaba muy preocupado por ti.
—¡Pero no debía mama! Y muchos debió de correr a decirte como chismoso.
—¡Mary! — mama se acercó mas a mi. Su cuello ahora era el que estaba rojo— ¡No digas eso de John! ¡Es tu amigo y el tiene todo el derecho a preocuparse por ti! — mama comenzó a caminar alrededor del sofá n***o individual. Ella hacia eso para poner en claridad su mente. — Hija hay mucha gente se preocupa por ti, ¿Tan difícil es aceptarlo?
—¡Es que no deben mama! — no podía relajarme ni un poco. No era digno de mi y menos relajar mis palabras. Solo atacaba— ¡Ya no soy una niña pequeña que deben cuidar para que no me caiga! ¡Soy responsable de mi vida! La etapa donde podías cuidarme como bebe ya paso, ¡Mas bien ustedes no lo comprenden!
—¡No Mary! ¡No! — mama se recargo en el sofá individual. Esto estaba saliéndose de control—¡ Haz que tu mente entre en razón! ¡John te quiere mucho, eres como su hermana y yo soy tu madre así que jamás voy a dejarme de preocupar por ti!
Negué con mi cabeza y sonrei. ¿Es que acaso no se daba cuenta? Ella dejo de preocuparse por mi hace mucho tiempo. Desde la muerte de papa y lo que me paso, ¿Y ella creía que no me daba cuenta? Estaba muy equivocada porque ella pensaba que era tonta y que me guardaba en mi soledad, pero aun con eso podía sentir y ver todo.
—Mama tu dejaste de hacerlo hace mucho tiempo, ¿No lo ves? — deje caer la mochila en el suelo y camine hasta donde estaba. No me daban ganas de llorar por ella, eso lo deje hacer hace bastante tiempo. — y no solo es de ahora, esto lleva mucho tiempo.
—¡Eso no es verdad Mary! ¿De donde diablos sacaste eso?
—Tu crees que no te veo, ¿Verdad? — cruce mis brazos y respire para decir esto con la mejor tranquilidad posible. —¿O es que no recuerdas que después de la muerte de papa te aislaste por completo? ¡Yo estaba en el hospital recuperándome y no te vi pasar a verme! ¡Ni una sola vez! ¿O es que tampoco recuerdas quien fue la persona que me tuvo que recoger y traerme a casa?
Sus ojos se abrieron de la impresión ante mis palabras y de inmediato se llenaron de lagrimas, mismas que no tardaron en salir de sus ojos. ¡Dios! Odiaba verla así pero no podía negar las cosas. No podía dejar que ella quedara así porque realmente fue en las épocas donde mas la necesitaba y ella solo habia optado por ella cuando las dos estábamos sufriendo por la misma perdida.
—Mary…
—No mama. No me puede decir que no mencione esto. Cuando lo perdimos solo pedía una cosa, solo una; A ti pero nunca te apareciste. ¡Te necesitaba conmigo!
—Hija… yo estaba muy dolida porque ya no estaba con nosotras.
—¿Y tu crees que yo no mama? ¡El estaba conmigo, yo lo vi morir! — aun ante su mención no derrame ninguna lagrima. Yo misma me habia creado un bloqueo donde en cualquier caso de que hablara de el o de mi pasado me rompieran— ¡Yo vi sus ultima mirada! ¡Lo vi irse de este mundo! ¿Y vienes a decirme que estabas muy dolida como para no estar conmigo cuando incluso yo también estaba apunto de morir?
—¡No podía estar contigo porque me dolía que tu también no ibas a poder quedarte a mi lado! — mama soltó en lagrimas, pero yo solo no podía hacer algo mas. Las palabras de aliento ni mis lagrimas salían. Era como si una parte de mi estuviera apagada. — No podía hija. Lo intente, pero no pude.
Sabia eso perfectamente. En mi cabeza vino todos los días que no fue a verme al hospital y que solo mi tío Gerardo fue quien estuvo conmigo y me llevo a casa, justo cuando papa estaba siendo velado. Todo eso parecía estar tan fresco cuando ya habia pasado algo de tiempo.
—Y yo se que no es excusa hija, pero debí recompensártelo. Por eso queria que siguieras yendo a terapias. Después de lo que paso, esperaba que las terapias pudieran aliviarte.
Eso no lo podía negar. Después de la muerte de papa me llevo a terapias para poder superar lo que habia visto ante mis ojos, a una edad pequeña, que era justo como me habia pasado. Al principio lo hacia. Estaba pequeña aun y decir las cosas con facilidad pero después de unas cuantas consultas mas mi mente se bloqueaba. Queria hablar pero con encontraba las palabras para decirlo, por lo que dije a mama que no queria seguir yendo porque por mas que la psicóloga quisiera hacerme hablar no podía. Era inútil. Y lo mismo paso después de lo sucedido y que marco para siempre. Podía hablar unas cuantas veces y después nada. Mi mente se cerraba y se negaba a decir mas .
Era sea sensación en donde el dolor que sentía se quedaba atrapado en mi mente, negándose a salir de mi sistema. Por eso me habia negado a ir con mas psicólogos y preferí yo misma hacerme una barrera donde eso podía colarse en lo mas profundo de mis recuerdos, pero sin que llegaran a dañarme por ello.
—Y sabias que no era posible mama— la observe fijamente. Queria acercarme y decirle que dejara de llorar pero hasta este momento no habia terminado lo que tenia que decir. — te lo repito. No necesitaba que me lo recompensaras, solo era una sola cosa lo que necesitaba. A ti, solo eso queria.
Decidí que era mejor dejar esto aquí por lo que tome mi mochila y subí a mi cuarto, cerrando la puerta con seguro y recargándome en la misma.
Por fin lo habia dicho. Mama se habia equivocado en dejarme sola en ambas situaciones. Ella se aferraba a su dolor, pero yo siempre tuve que enfrentar todo sola. ¿Su solución? Era siempre aislarse en el trabajo, dejando a un lado si yo estaba bien o si estaba muy dañada. Pero ahora era distinto porque eso me habia ayudado que al menos pudiera cerrar los ciclos yo solo, pero creo que lo único malo era que habia ocasionado que yo misma me aislara de todos.
Mi burbuja se formo y era una que nadie podía romper, pero era lo mejor. Si habia podido sola, sin preocupación de nadie mucho menos ahora.
Camine hasta mi cama, deje la mochila, quitándome la sudadera. Tome mi teléfono y marque el número de John porque con el aun tenia una cuenta pendiente.
—¡Mary! Gracias a dios que contestaste— su voz estaba bastante relajada del otro lado de la línea— ¿Estas bien?
—Olvida eso, mas bien puedes explicarme ¿Por qué le hablaste a mama?
—Mary ¿Qué quieras que hiciera? Me mandaste al buzón muchas veces ¡No tenia otra opción! Además no deberías de ponerte así. En cuanto le dije de inmediato se salió del trabajo y fue a su casa esperarte.
—Aun así no debiste John, ¿Es que no recuerdas lo que te dije? Si ella no se preocupo antes no la haría ahora…
—¡No puedes decir eso! — John del otro lado estaba ya algo alterado— escúchame Mary. Se lo que sentiste cuando te paso eso y no la culpo, pero es tu madre y se preocupa por ti. A lo mejor si se equivoco en el pasado pero tal vez esta tratando de remediarlo. Todos los que te conocen, incluyéndome, se preocupan por ti.
—Ese es el problema John. Lo que me ha pasado lo pude sacar yo sola adelante. Y ano necesitan preocuparse por mi.
—No Mary. Nunca sera momento de dejarnos de preocuparse por ti, nunca.
La línea se quedo en silencio, peor no iba a decir mas. Estaba mas que claro que no lo iba a entender.
—Creo que esto es mucho, ¿No? Mejor lo hablamos mañana en la universidad ¿Te parece? — John estaba mas tranquilo, pero yo solo pensaba una y otra vez.
—Como sea, voy a colgar.
John se rio un poco—Esta bien. Nos vemos mañana y no te preocupes por las notas de hoy. Mañana puedes tomar las mías con gusto. Descansa Mary.
John corto la llamada. Deje mi teléfono en la cama y me dejar caer en esta. Cerré mis ojos dejando volar atrás las cosas que podían estresarme. Era una rutina que hacia cada noche, imaginado que al menos mi vida hubiera sido diferente, solo por una noche y cada una de ella lo imaginaba. Y era bastante agradable que en mi mente al menos eso podía estar bien.