—Entonces.. ¿Café con leche o sin leche?
¿De verdad estaba preguntaba por eso? ¿De todas las preguntas elegía tal?
Kevin me habia llevado fuera de la universidad sin mi permiso, ¡Sin mi consentimiento! Dejo en claro que no íbamos a regresar en todo el día hasta que no conociera cada cosa de mi persona.
—¿No contestaras Cherry? — Kevin me habia arrastrado hasta una cafetería que estaba detrás de la universidad. ¡Mierda! Ya habia intentado dejarlo atrás, pero por su complexión, sus largas piernas, no hubo motivo para escaparme de el.
—¿Y porque tendria que decirte si me gusta el café con leche o sin leche? — Kevin nos tenia en una mesa algo alejada de la entrada en la cafetería. Con su rostro, de modelo estadounidense, ya habia atraído la miradas de algunas jóvenes, así que por lo que estaba observando no quiera atraer atención.
—Bueno, al menos tengo que saber que te gusta, ¿O no Cherry?
—De verdad que eres un tonto— tome un poco del te de frutos rojos que me habia comprado aunque yo ni siquiera le habia dicho que quiera tomar. Ahora nos encontrábamos los dos frente a frente.
—Un tonto que no te dejara hermosa— Kevin ya se habia quitado su gorra negra, por lo que su pelo café oscuro con ligeros rizos estaba al aire. Era de esperarse que no solo su rostro fuera un esplendor. Su melena también lo era. — Pero bueno, Cherry. Estamos frente a frente, sin nadie a nuestro alrededor— el daba sorbos a su café helado sin dejar de verme. A decir verdad era muy lindo cuando daba sorbos por el popote ya que unas mínimas marcas de hoyuelos se formaban en su rostro. — ¿Por fin me dirás tu nombre?
—¿Tendria que? —Kevin dejo de dar sorbos y de nuevo su sonrisa salió a la luz. ¡Diablos a este chico se le iba a desencajar la mandíbula!
—Necesitamos estar a mano Cherry. He accedido a darte tiempo exclusivo de mi vida para conocerte, y créeme que eso no es algo que se consigue siempre.
—Mas bien. Yo no solicite tu tiempo, tu solito lo diste.
—Jaque Mate Cherry. Tienes garras, pero aun así me gusta— un guiño salió de su ojo derecho , siguiendo con su bebida.
—Mary Jones…— Kevin dejo de beber— Mi nombre completo es Mary Jones.
—Mary Jones… Un momento Cherry, ¿Tu madre es Lilly Jones? ¿La famosa diseñadora de vestidos de novias?
—Bingo; al menos no estas por la borda en conocimiento general.
—No es eso— Kevin sonrió recargando sus codos en la mesa— mi madre a pesar de estar casada con mi padre desde hace 20 años, los vestidos de novias y cualquier otra ropa de moda son su delirio, así que de ahí que conozca a tu magnifica madre.
—Con razón…— tome otro sorbo de mi te.
—Entonces, ¿Tu también eres estadounidense? Tus apellidos.. no son mexicanos.
—Mis padres lo son, pero mi madre consiguió una plaza aquí desde que tenia tres años, así que el acento se fue, pero tengo el apellido.
—Entonces, tu madre es una famosa diseñadora, ¿Y tu padre?
Oh no…
El tema de mi padre era algo que ansiaba guardar por el resto de mi vida. Su desaparición en mi vida era algo tan fuerte que era mejor no decirlo. Además eso también habia conllevado a que mi madre y yo fuéramos así; yo en mi mundo y ella en el trabajo diseñando vestidos de novias.
Mi padre…
El coche..
La sangre brotar…
Lagrimas…
—Mi padre murió en un accidente de coche— tan rápido escupí la palabras que no pude detenerlas. Ni a John le habia contado esa parte de mi, y justo con alguien que acabo de conocer… Los recuerdos habían florecido.
¿Qué demonios estaba pasando?
—Lo siento Cherry yo no quise hablar de eso, solo…
—Olvídalo, ya paso— de nuevo tome de mi te, tomando mi teléfono viendo que ya habia pasado un poco mas de tiempo. Aun estábamos a tiempo de regresar a las ultimas dos clases. Kevin vio mis acciones pero de inmediato me paro.
Por cuarta vez.
—No Cherry. Prometimos conocerlos por el resto de la tarde, ¿Estas de acuerdo? Además no quise hablar sobre lo de tu padre. Una disculpa es lo mínimo que te debo.
A veces no comprendía porque las personas se compadecían una de otra al escuchar la perdida de una persona cercana. Odiaba esa sensación. Los lamentos, el perdón de gente q con la que nunca habia tenido contacto. Eran solo palabras que podían decir para al menos ellos en su mente hacernos sentir bien, pero solo lo empeoraban.
—Las disculpas no cubren los sentimientos, ¿Sabes? — Ambos nos mirábamos. Las sonrisas de Kevin se habían ocupado— La gente siempre busca compadecer a la otra persona sin saber si sus palabras son de aliento o solo provocan que nos hundamos.
—Pero es dependiendo de tus emociones Cherry. El perdón lo tomas y lo sientes a tus sentimientos. Créeme que existe gente que desearía escuchar palabras de aliento porque lo necesitan, pero hay gente que lo toma como ofensa. Tus sentimientos lo transforman, ¿Sabes?
Ajuste un poco mas la gorra de mi sudadera negra y opte por tomar la misma posición que el tenia.
—Cuando me dijeron que mi hermana menor tenia cáncer, era como si mi familia hubiera desaparecido. La alegría que mis padres y mi hermano mayor derramaba se habia esfumado. Leslie, mi hermanita, aun no sabia que pasaba con su cuerpo, el porque mama la llevaba a tantos médicos y porque siempre salía tan cansada después de cada consulta. Papa y mama movieron cielo y tierra para poder ponerla a salvo pero ya era demasiado tarde. El cáncer habia llenado todo su cuerpo, por lo que las quimioterapias eran algo que ya no funcionaban en su cuerpo— Kevin tomo una respiración muy profunda. Sus ojos miel avellana habían perdido un poco de brillo inundándolos una oscuridad profunda— eso fue el tope Cherry. Leslie sabia que no estaba bien, ero aun así, sin importar su edad y que no comprendiera su situación hasta su ultimo momento sin embargo, ella sonreía, era feliz con todo lo que le dábamos. Cuando murió si, al igual que tu— me observo fijamente— habia gente que ni mi hermano y yo conocíamos, pero en ese momento las palabras de aliento y de ayuda nos fueron de gran beneficio. Fue doloroso pero nos ayudo como familia a seguir adelante.
Kevin pestañeo un poco, se aclaro su garganta y dio un sorbo a su café— Lo que te digo no es por lastima Cherry. Te lo digo, las palabras las tomas a como sientas tus emociones. Tu sabrás si las recibes o las rechazas, pero siempre tómalas como algo bueno Cherry, nunca sabemos que esas palabras de alguien que a lo mejor no volveremos a ver sean las palabras que mas necesitemos…
Kevin de nuevo sonrió, regresando a su rostro perfecto— Te sorprendí, ¿No? — se levanto y camino hacia la caja— en un momento vuelvo.
De espaldas, sin ver lo que a lo mejor seria su característica sonrisa, me hizo pensar que Kevin también tuvo algo que lo atormento mucho. Perder a alguien de tu misma sangre, sentir el dolor de alejarte de esa persona, era diferente con cualquier persona.
Todos pasábamos por la misma situación y sinceramente me alegraba que a pesar de conocerlo hace unas horas, haya podido recuperar su persona… Algo que sabia muy profundo de mi, yo también tenia que ir haciendo…
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—Con que esto es la misma Ciudad de México…— a pesar del calor que nos envolvía ninguno de los dos nos quitamos nuestras sudaderas mientras tomábamos rumbo en los alrededores del centro de la ciudad. Kevin me habia pedido que lo llevar al lugar mas concurrido de la ciudad y que mejor que traerlo al centro del Zócalo, donde observaba la bandera que todos los días era puesta en el asta y los alrededores que sus ojos podían captar.
Desde mi vista, Kevin estaba bastante entretenido. Su vista iba de un lado a otro, y no fue hasta que no le fue suficiente cuando tomo su teléfono y comenzó a fotografiar todo lo que lo rodeaba.
—Esto es el centro de la ciudad— era pésima compañía pero no me quedo de otra mas que extender mis brazos, ofreciéndole la gran vista aunque el calor nos estaba comiendo.
—¡Esto es increíble Cherry! Y no solo eso— Kevin caminaba a mi alrededor mientras yo solo lo observaba sujetando mi mochila— incluso el viaje en metro fue bastante cool.
¿Acaso estaba fuera de su cabeza?
—¿Te gusto viajar en un tren donde el calor nos estaba ahorcando? — no estaba exagerando y creo que no lo hacia ya que la población mexicana nunca lo hacia pero lo comprendía ya que su estancia en este país era poca por lo que cosas que nosotros no soportábamos las viera como algo nuevo e increíble.
—La verdad es que si— Kevin fue quien tomo el ritmo y empezó a seguirlo mientras disfrutábamos de la vista que nos rodeaba y el tomaba fotos sin parar— En Estados Unidos las calles siempre están repletas de gente, la basura siempre esta a la vista…
Un momento, ¿Dijo Nueva York?
—Espera— Kevin volteo a verme sin detener su paso—¿No se suponía que venias de Sinaloa?
—¡Oh vaya! — hasta este puno pude distinguir el acento que hacia que su español sonara extrañamente agradable— Cherry es mas atenta de lo creía… Creo que lo estoy logrando, pero tienes razón— guardo su teléfono mientras su vista regresaba hacia la catedral del centro— Mi familia y yo estuvimos en Sinaloa solo por seis meses. Fue solo en lo que mi padre arreglaba sus papeles y nosotros… bueno, perfeccionáramos mas nuestro español.
—Bueno, tu español no es tan malo hasta este punto. — Me fije en que Kevin estaba muy cómodo mientras la gente, disimuladamente, lo observaba como si fuera alguien famoso. Y mentira no era. Un rostro americano y con facciones que se cargaba era una atención en el centro de la ciudad.
—Créeme Cherry, me ha costado bastante no sonar como un estúpido.
Por primera vez sonreí porque de verdad podía deducir que se esforzaba. Nuestro idioma no era para nada sencillo así que se agradecía siempre a la gente que lo intentaba.
—En ese caso, hacerte el impresionado por ver la ciudad te hacer ver con cara de estúpido, de eso no hay duda— decidí seguir caminando dejándolo atrás.
—¡Oye Cherry! — sus pesados pasos me alcanzaron sin dificultad— ¿siempre eres así? — estábamos a punto de cruzar la calle y estar frente a la puerta de la catedral.
—¿Cómo asi?
—¡Así! Tan directa…— sus manos me señalaron mientras fruncía su ceño, esperando por mis palabras. A decir verdad su respuesta no era algo que me molestara. Diario lo escuchaba y no lo negaba además, ¿Por qué hacerlo si es mi realidad? No tenia porque hacer dramas cuando la solución a todo siempre es decir las cosas como son. ¡Eso le ahorraría a las personas hacer dramas de cosas tan tontas e insignificantes!
—Soy así, además ¿Eso te molesta?
Kevin hizo que nos detuviéramos mientras esperábamos a que el semáforo cambiara de color— No Cherry, al contrario; me gustas así directa o ¿Cómo es que es la expresión? — Kevin hizo cara de que de verdad se estaba reventando el cerebro por pensar— ¿sin pelos en la lengua?
Oh vaya… Kevin, de las horas que he hablado con el, sin duda tonto ni estúpido es lo ultimo que es, sin duda, además la manera en como dijo lo anterior… Creo que los coqueteos con el siempre estaban en lo primero de la lista.
—Con eso me doy cuenta que tu nivel de español por esta por el caño. Mis respetos— observe que la gente, que era demasiada, comenzó a caminar rebasarnos por lo que comencé a caminar dejándolo atrás aunque no basto mucho porque a los segundos ya lo tenia a mi lado. Nunca se quedaba atrás.
—¡Oye! — lo observe brevemente mientras estábamos frente a la puerta principal de la catedral y de la cual la gente entraba y salía sin cesar. — Tu de verdad sonreíste Cherry. — Kevin se coló frente a mi y sonreía con ganas, mas bien como llevaba haciéndolo desde las seis horas que ya llevaba con el— además tus lindas mejillas están haciéndose rojas— Kevin era una cabeza y media mas alta que yo, por lo que para estar a mi altura sin duda tenia que agacharse un poco y quedar al nivel de mi rostro, y lo hizo hasta que sus ojos miel avellana entraron en contacto con los míos. — Yes, tus lindas mejillas están rojitas. Pareces un lindo tomate, Cherry.
Un momento.. ¡Mierda! Yo nunca me he sonrojado, eso no era posible. Ni aunque fuera un cumplido de una persona que estuviera dentro de mi circulo me habia sonrojado, pero con Kevin… No era posible ¿O si?
Experimentar cosas con alguien que apenas conocía… Ni una mierda con eso.
—¡Cállate! Además no estoy sonrojada, mas bien el maldito calor no deja que el aire con tierra que estamos respirando entre a tu cerebro y te deja decir tanta estupidez— Okey, habia soltado el mundo de palabras sin importar quien fuera. Kevin tenia razón
—O a lo mejor el aire con tierra que respiramos me esta impidiendo pensar con claridad…— de inmediato lo fulmine con mis ojos porque el era la primera persona que contestaba a mis palabras. Por lo general mi madre, tías e incluso John preferían no darme respuesta cuando contestaba tan intensamente porque sabían que si lo hacían, no recibirían mas palabras bonitas.
—Tonto— con lo rayos del sol a esta hora de la tarde, por mas que empezara a sudar me puse el gorro de la sudadera.
—Bueno dejemos a un lado nuestra pelea por el aire con tierra Cherry, ¿A dónde me vas a llevar?
—¿Llevarte? Creo que te olvidas que insiste en traerte aquí genio; mas bien tu deberías saber a donde quieres ir, ¡Tu me arrastraste hasta aquí!
—Mira lo se; pero ve, estamos conociéndonos y estamos encajando a la perfección. Además esto es mejor que estar en la universidad, por múltiples veces mas me saltaría mas clases.
No habia duda de que Kevin estaba acostumbrado a saltarse clases y a ser un chico vago. No lo esperaba ya que por lo general hombres como el son el rostro de su escuela y demás mierda.
—Pues esta muy lindo tu caso, pero aquí— me auto señalé— habia alguien que quería regresar a tomar clases y que ahora ya no lo hizo porque ya hasta termino el horario.
—¡Pero ya lo habíamos dicho Cherry, tenias que hacerlo por primera vez y ve como resulto. Te ves relajada, no estas malhumorada así que al menos ve ese lado bueno— Kevin también empezó a sentir el calor porque saco e su mochila su gorra negra, después su teléfono buscando algo en este—Mira, estamos cerca de la catedral y vi un museo al que quiero ir, ¿Podríamos al menos ir?
—De verdad que tu…— Kevin me paso la dirección y yo saque mi teléfono para buscar el museo con mas facilidad y llegar a el. El calor estaba horrible y lo menos que quiera era estar dando vueltas con estos rayos de sol tan molestos. Estaba checando el mapa hasta que la notificación de una llamada entrante se registro.
Era John, por lo que contestarle de inmediato fue lo primero que hice.
—¿Qué necesitas? — esta bien, eso habia sonado muy brusco de mi parte pero dado a lo que habia pasado en la mañana…
—¡Mierda Mary! ¿Es así como me hablas cuando te desapareciste de la universidad? ¡Estuve buscándote como loco en todo el campus!
Por mi rostro podía deducir que estaba apretando mis labios porque Kevin se me quedo mirando fijamente, pero no dijo nada. Y lo agradecía bastante.
—Es obvio que si no me encontraste es porque no estaba, fin a tu acertijo John— del otro lado de la línea se escucha la respiración pesada. Sabia que John estaba conteniéndose por no gritarme por la bocina de mi teléfono.
—¡Y por eso mismo Mary! Tu odias saltarte clases, ¡Es mas! Desde que te conozco nunca lo has hecho, así que no puedes dar la vuelta así. ¡Estaba muy preocupado por ti! Y tuve que hablarle a tu madre por…
—¡¿Porque lo hiciste?! — mi madre era otro punto a hablar. Su nivel de preocupación era extremo como para impedir que saliera de casa sin que me pasara algo. — ¡Dios! No debiste hacerlo.
—¿Y que querías que hiciera Mary! Si te marcaba no ibas a contestar, no te encontré por ningún maldito lado, ¡No tuve mas opción! Era algo raro que tu no entraras a clases, ¡Y era lo mas viable! Es mas en estos momentos tu madre debe ya de estarte marcando como loca.
—¡Joder! — mi cabeza de repente comenzó a doler por el estrés que ya sentía que estaba cayendo en mi nube gris. ¡Por eso odiaba salir de mi rutina! Atención era lo que menos quería y justo cuando al menos lograba o quería hacer algo la gente se volvía loca por algo tan tonto.
Odiaba la atención, y la sobreprotección de la gente..
—Mira, ¿Sabes que? Me regreso a casa, así ya no te preocuparas más y sin mas le colgué, controlando mis ganas de aventar el maldito aparato.
—Mary, ¿Estas bien? — Kevin se acerco poco a poco.
—¿Lo parezco? — su rostro se volvió neutro—mira a la mierda, tengo que regresar. Mi compañero acabar de armar un escándalo por no entrar a clases— y justo mi teléfono empezó a vibrar demasiadas veces. Sabia que era mi madre y en estos momentos o quería explotar.
—En ese caso, mejor pidamos un taxi, sera mas rápido llegar.
Kevin sin preguntar mas tecleaba en su celular mientras yo trataba de al menos por una vez buscar no explotar. Después de unos segundos Kevin me dijo que le taxi llegaba en cinco minutos, lo que permitió pensar con mas claridad.
Mi teléfono seguía vibrando con ganas pero no iba a responder, además con John de por medio sabia que ya habia hablado con mi madre para dar con mi paradero.
—Oye Cherry, tranquila— Kevin se coloco mi altura—mira lo fea que te ves enojada…
—No es momento de tus comentarios de niño tonto.
—Mira, solo quiero decirte algo— no quería topar mis ojos con los suyos en estos momentos. — Se que has dicho, en tres ocasiones y en menos de veinticuatro horas de conocernos, que acabamos de conocernos, pero sabemos que no es así— Kevin puso sus manos sobre mis hombros, llamando mi atención— y puedes tirarme toda la mierda que quieras, pero tu amigo solo se preocupa por ti. Todos a tu alrededor lo hacen. No me quedan dudas.
—Tienes el ego por los cielos para decirme algo sin conocerme…
—Y tu tienes el ego por los cielos para tirar mierda a las personas sin merecerlo. Aun así veme como me estas viendo, construye tu muralla China o tu muro de Berlín pero eso no detendrá que la gente que te rodea se preocupe por ti. Siempre lo harán.
¿Preocuparse? Es lo mínimo que hacen cuando la tormenta pasa, siempre vienen cuando el agua me ahoga…
Y cuando la tormenta esta en su apogeo, es cuando todos huyen, siempre lo hacen.