No me gusta el silencio, ni los largos viajes en coche, me parece todo demasiado complicado y cansado, es como si las cosas no estuvieran donde deberían estar, los viajes en coche, eran incómodos y largos, los asientos del coche eran demasiado crueles, demasiado incómodos, demasiado complicados, no podías estirar bien las piernas, tenías que estar en un incomodo asiento por muchas horas. En realidad no llevábamos más de una hora en el coche pero se me estaba haciendo demasiado eterno el viaje en el coche, no por Daniel, él estaba bien, se estaba comportando como un gran chico pero las cosas eran horribles, lo que rodeaba al viaje era lo malo. Daniel conducía sin decirme un rumbo fijo, era como si él tuviera un plan en la cabeza pero no lo fuera a compartir conmigo, no le iba poner muchos

