CAPITULO 5 ¡Olvidemos lo que pasó!

1321 Palabras
Me lo quedé mirando fijamente, ya el alcohol había hecho estragos en mi cabeza, miraba sus labios, esos hermosos y tentadores labios, lo miraba a él, su rostro, sus manos, sus brazos, su cuerpo, ese esculpido y trabajado cuerpo, que se le podía notar aun por encima de la ropa, mi imaginación comenzó a volar, comenzó a imaginar cómo sería estar entre sus brazos, como sería sentir sus besos, sus caricias, como sería que sus manos viajaran por todo mi cuerpo. Seguía en ese trance, me imaginaba mil y una maneras de hacerle el amor, de tenerlo en mi cama, para ese punto ya no me importaba la edad, ya no me importaba que él fuera mi jefe, ya no me importaba nada, simplemente queria llevarlo a mi habitación, desnudarlo y hacerlo mío una y otra, y otra y otra vez, estar encima de él toda la noche, disfrutando de cada penetración, de cada beso, de cada caricia - ¿Addy? – Su voz me sacó de aquel trance. Moví mi cabeza de un lado a otro, tratando de apartar todos aquellos pensamientos que la habían invadido, aclaré un poco mi garganta - ¿Si? Dime, no estaba pensando en cómo podría hacerte el amo… - Me callé en ese mismo instante ¿Estaba loca? ¿Cómo podía haber dicho eso? Me llevé una de mis manos a la boca, no sabía que decir, me sentía totalmente avergonzada, vi como una sonrisa se le dibujó en el rostro, Jay se levantó de la silla y se acercó a mí, quedamos a una corta distancia, podía sentir su respiración en mi cuello, ya que había acercado su rostro a mi oreja, podía sentir su olor, ese olor tan embriagante, ese olor que me hacía volar, no sabía si me llevaba al cielo o al infierno, pero deseaba que se quedara impregnado en mi piel - ¿P-por qué te acercas tanto? – Le dije casi titubeando – Nos pueden ver. Pude sentir como en sus labios se le dibujaba una sonrisa - ¿En qué pensabas? ¿Me imaginabas haciéndote el amor? – Se alejó un poco para verme a los ojos – Debo confesar que me sorprendes, no pensé que fueras tan caliente, pero eso me gusta, ya que puedo decir que yo tambien tengo esos mismo pensamientos, tambien te imagino cerca de mí, sintiendo tu piel rosar la mía – Me tomó de la cintura y me acercó más a él, mi piernas temblaban y podía decir que mi alma había abandonado mi cuerpo – Me imagino, recorriendo tu cuerpo con mis labios, llegando aquellos lugares donde no pega el sol, y que solo yo me muero por ver, eres una droga, una droga que me muero por probar y perderme en ella. Yo intenté soltarme de su agarré, pero Jay apretaba con más fuerza - ¡Por favor! Suéltame, alguien nos puede ver y puede malinterpretar las cosas, no quiero problemas, esto no está bien – Mi voz temblaba, me estaba forzando hablar, no podía negar que sus palabras y su agarre hacia que algo dentro de mí se encendiera, mi centro comenzaba arder, un fuego se estaba encendiendo y queria que este hombre lo apagara. Jay sonrió nuevamente en sus ojos se veía el deseo - ¿Segura que, quieres que te suelte? – Rozo mis labios con los suyos, esto era un juego para él, verme así, oírme decir eso, todo era un juego para él – Recuerdo que hace un momento dijiste que te habías imaginado como sería hacerme el amor ¿Te traicionó el subconsciente? Pude alejarme un poco de él, acomodé un poco mi ropa e intenté calmarme un poco – Me escuchaste mal, solo queria decir… - Lo vi acercarse nuevamente a mí, ¡Dios, este hombre me va a matar! Volví a sentir su cuerpo junto al mío, mi corazón estaba a mil por hora, mis manos temblaban. -¿Qué intentabas decir? – Su mirada estaba clavada en mis labios. Trague con dificultad – No hagas esto ¡Por favor! – Le dije, ya casi estaba perdiendo el control. Él acerco su boca más a la mía, sentí como su mano envolvió mi cintura haciendo que nuestros cuerpos se pegaran mucho más - ¿Qué no haga qué? No estoy haciendo nada que los dos no queramos – Una de sus manos recorrió uno de mis muslos, era una suave caricia que hacía que mi piel se erizara. -¡Por favor…! No me hagas… - Fui interrumpida por un beso, el mundo dejó de existir para mí, dejó de importarme que nos pudieran ver en aquel bar, dejó de importarme todas aquellas inseguridades, estando en sus brazos me olvidé de todo, el beso fue subiendo de tono, nuestros cuerpos se reclamaban, nos exigían que nos entregáramos, mi centro exigía tenerlo dentro, mis senos me pedían a gritos que los tocara, estaba perdiendo por completo la razón. Después de un tiempo, después de tanto luchar con aquellos deseos que se habían apoderado de mí, logré alejarme, él quedó confundido al ver mi reacción, yo lo miré con lágrimas en los ojos, negué con la cabeza y me fui sin decir nada, después de aquel beso, comencé a recriminarme, como pude dejarme llevar ¿Me había vuelto loca? ¿Estaba perdiendo la razón? ¿Asi de fuerte era la crisis de los 30? Caminé rápido hasta mi habitación, cuando iba abrir sentí como alguien me tomó del brazo, me giró y me pegó contra la pared, me asusté y me sorprendí a la vez, al ver quien era - ¿Qué crees que haces? ¿Por qué diablos te vas así sin decir nada? ¿Crees que soy un juego? ¿Crees que puedes venir besarme e irte? No ves que mi cuerpo reclama el tuyo, este deseo que siento yo tambien lo sientes tu ¿Por qué te resiste? – Veía en sus ojos la frustración. Yo tomé aire – Son muchas preguntas, que no voy a responder, siento mucho haberte correspondido el beso, prometo que no volverá a pasar, no quiero que se confunda nuestra relación, que es y debe ser estrictamente laboral – Vi como frunció el ceño – Es hora de que vuelva a la cama, mañana es un largo día y debo descansar, gracias por acompañarme esta noche y por escucharme, siento mucho lo patética que me pude ver delante de ti, prometo que no volverá a pasar. Jay se giró, se tomó el cabello con sus manos - ¿No volverá a pasar? ¿Quién lo dice? ¿Tú? Eso lo veremos – Se acercó rápidamente a mí y atrapó mi boca con sus labios, su beso era diferente al de hace unos momentos, este era desesperado, lleno de frustración, de pasión, yo intentaba soltarme, pero en un rápido movimiento me rodeo con sus brazos, impidiendo que yo pudiera soltarme. Después de mucho luchar, me dejé llevar, era como si hubiera perdido una batalla y me hubiera dejado vencer por mis más oscuros deseos. Nos separamos para tomar aire - ¡Ves! Tu tambien lo deseas tanto como yo, solo te haces la fuerte. Yo lo miré fijamente a los ojos, tomé fuerzas para decir lo que venía ahora, antes de eso me limpié el beso, vi como él abrió los ojos – Olvidemos esto que pasó aquí, porque te aseguro que no volverá a pasar, esto solo fue efecto de los tragos, así que ahora vuelve a tu habitación y hagamos que nada pasó – Jay le dio un golpe a la pared con su mano, hasta que esta sangró, me miró con rabia y se fue, cuando lo vi alejarse solté un largo suspiro - ¡Lo siento! – Fue lo que dije en voz baja y con lágrimas en mis ojos - ¡Lo siento, pero no puedo permitirme sentir nada por ti!
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR