Capítulo 15

918 Palabras
—Marcus, creo que por hoy es suficiente, mañana hablaremos del tema, ahora me gustaría hablar con ella a solas— Me mantengo en silencio viendo como Dimitri me agarra de la mano tirando de mi, para así ir a su despacho, el cierra la puerta con llave, nunca lo había visto tan enfadado, pero puedo notar que se está conteniendo. El abre el último cajón, sacando algunas fotos de él con su ex-novia, lanzándolas al suelo, las había visto anteriormente, pone la caja con el anillo encima de su despacho. —Tuve que renunciar al amor de mi vida para estar contigo, renuncié a demasiadas cosas solo para estar contigo y protegerte, para que ahora me salgas con tus tonterías de que mi madre salía con Ethan— renuncié al amor de mi vida, esa es la única frase que se repite en mi cabeza provocando que sienta dolor en el pecho, me duele mucho y no se porque. —No te obligue a nada Dimitri, tampoco es que tú seas un santo, me compraste como si fuera un objeto ¿Qué esperabas? Recuerda que fuiste tú el que llegó y se metió en mi vida no al revés— —Esperaba más sinceridad por tu parte, esperaba que fueras agradecida y entendieras que todo lo que hice fue por tu bien— —¿Por mi bien? Podías haberme comprado y dejar que fuera libre, pero en cambio no eres mejor que ellos porque tú también me has utilizado como lo han echo o vas a negar que también me utilizaste sexualmente ¿O ahora vas a negar que te satisfacía de alguna manera?— —¿Libre? Si eso es lo que quieres recoge tus cosas y vete, eres completamente libre de irte, no estás obligada a quedarte aquí conmigo ni un minuto más— —Si es así no voy a molestarte más, puedes volver con la que es el amor de tu vida, estoy seguro que Maximilian estará dispuesto ayudarme—Digo para provocarlo, el se levanta en ese instante acercándose a mi y pegándome contra la pared, para posar su mano en mi mandíbula —Pensándolo bien, creo que tienes razón al decir que no soy mejor que ellos al comprarte, no me has salido barata como para dejarte ir fácilmente—Dice el apretando con un poco de fuerza mi mandíbula nunca lo había visto enfadado —Suéltame, si piensas que vas a poder controlarme como ya han intentado los otros créeme que estás muy equivocado— —TU ERES LA QUE ESTÁ MUY EQUIVOCADA ELIZABETH, NUNCA INTENTÉ CONTROLARTE—Dice el gritando mientras le da un puñetazo a la puerta—Maldito el día que le hice la promesa a Ethan— Siento esas palabras como si fueran cuchillos en mi corazón. —No te obligue a nada ni mucho menos que dejarás a nadie, Ethan te dijo que me protegieras no que te casaras conmigo— —Me casé contigo porque quería tenerte cerca, pero ese fue mi mayor error—Dice el frustrado y enfadado realmente creo que el está enfadado por algo más que por este tema —Pues siento que fuera un error, porque para mí habías sido lo mejor que me había pasado pero ya veo que para ti no a significado esto lo mismo que para mi, Ojalá nunca te hubiera conocido—Digo abriendo la puerta para salir corriendo y subir a mi dormitorio encerrándome dentro. Escucho como el le da un portazo a la puerta maldiciendo. Siento como mi corazón va a mil, sus palabras me han echo más daño de lo que podría imaginar pero no entiendo el porqué, tal vez es esto lo que se siente cuando la persona que amas te hace daño. Me miro al espejo unos instantes dándome cuanta que todo lo que veo en el no me gusta, me odio, ni entiendo el porqué me siento tan mal conmigo misma, al escuchar decir que el dejo el amor de su vida me duele el corazón, lanzo lo primero que encuentro contra el espejo, contemplando como los cristales caen al suelo, me siento en el suelo llorando desconsoladamente, pensando en todo el pasado, merecía ser feliz, pero siempre que pienso que lo seré pasan cosas y nunca llega esa alegría, siempre es dolor lo que consigo, miro esos pedazos en de cristales en el suelo y me levanto inmediatamente llenando la bañera de agua, cuando se llena, me incorporo dentro de ella, cogiendo antes uno de los trozos de cristal que estaban en el suelo, si me muero todos serán felices, además ya a nadie le importa, no importa. Sin pensarlo varias me corto las muñeca derecha para así luego hacer lo mismo con la otra, ahora podré descansar para siempre, ahora entiendo porque mamá se había quitado la vida, esta fue la misma manera que ella escogió, voy viendo como mi sangre va mezclándose con el agua, ya pronto dejaré de sentir dolor, después de algunos minutos voy escuchando el sonido del agua caer al suelo, es tan relajante, no siento dolor, sencillamente deje de sentir, es una sensación tan satisfactoria. Ya no me queda nada para poder irme y descansar tranquilamente, sin que nadie me haga daño ni puedan lastimarme más nunca más. Me siento débil y fría, mientras cierro los ojos tranquilamente. Siento como Ethan está cerca mía llamándome —Lía, Lia—escuchó —Lia—Susurró bajito, ahora muchas cosas tenían sentido
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR