CAPÍTULO 4

1034 Palabras
Luego de aquella noche de presentación no volví a ver a Jasper, todo los arreglos de la boda fueron a cargo de su madre quien estaba muy emocionada como si fuera ella quien se iría a casar. Justo en este momento estábamos en una boutique muy conocida de la ciudad donde se supone compraríamos mi vestido de bodas con el que tanto soñe ponerme junto a Malcon.... En fin no era momento de pensar en él, me senté en uno de los sillones esperando que Marta me traigo algún vestido para probarme pero demoraba mucho, tanto que me canse de esperar y empece a caminar en busca de un vestido que me guste hasta que lo vi a lo lejos, era realmente hermoso, tenía un pequeño escote en v por delante con la espalda descubierta y mangas con tela de maya que le daban un toque hermoso. Realmente me había gustado y sabia que esta boda era una farsa pero no por eso iría vestida de la forma que ellos querian así que decidí tomar el vestido e ir al primer lugar de cambio que encontré, una vez lista sali para verme en el espejo y note que estaba hecho a mi talla. —Te vez hermosa — escuché hablar al lado mío a la señora Marta, sonreí por inercia al ver su rostro alegre —Disculpe, me aburrí de esperar así que camine un poco y encontré este vestido...— me interrumpió antes de poder terminar de hablar —No mi niña, no te preocupes — dijo muy tranquila mirándome con una sonrisa que correspondí con una mirada cálida y alegre, claro solo por el vestido nada más que eso. —Quiero llevar este vestido — dije segura de mis palabras, ella asintió muy sonriente mirando el vestido que al parecer tambien le gusto. Luego de comprar el vestido pasamos por la oficina de Gabriel para poder irnos a comer juntos, fue muy gentil por parte de ellos que me dejaran escoger el lugar a donde iríamos. Aunque creo que un poco ingenuos porque habrán pensando que escogería un lugar más elegante y no un centro comercial con comida rápida. Estábamos hablando de manera anema mientras esperábamos nuestra orden hasta que una llamada entro al celular del señor gabriel, según lo que pude escuchar le estaba dando indicaciones a alguien y espero que ese alguien no sea Jasper sinceramente me podía algunos nervios de punta. —Buenas tardes — escuché hablar a Jasper a mis espaldas, casi me mata de susto en cuanto lo escuché inesperadamente. —Hijo que bueno que hallas podido venir — dijo su madre con una sonrisa, mientras él toma asiento al lado mío, mirándome muy sonriente. —Si mamá quería pasar tiempo en familia y con mi querida prometida — dijo sonriente, yo me quede como idiotizada, ¿que no se supone que no se quería casar? ¿que rayos estaba hablando este hombre? —Me alegra escucharte hablar así hijo mío se ve que estás madurando — dijo Gabriel conmovido con las palabras de Jasper, yo estaba muda sin entender absolutamente nada. —Como no madurar si voy a tener una esposa hermosa que me enamoró a primera vista — Jasper tenía la mirada puesta en mí con una cara sonriente, sus ojos azules eran preciosos tanto que provocaron mi inmovilidad. —Que maravillosa noticia hijo mío — Marta sonrió dándole la mano a su hijo por encima de la mesa, esto era sumamente incómodo que rayos estaba planeando este muchacho diciendo todas esas cosas — quieres decir algo tal vez hija — dijo Marta mirándome con una sonrisa amable. —ehh....Yoo...— tartamudeo mirando a todos los presentes en esta mesa y lo único que se me ocurre fue — tengo que ir al baño. Me levanté de la mesa rápidamente y escapó al tocador de mujeres, me miró en espejo confunda por todo lo que había pasado, no podía ser cierto lo que Jasper decía me repetía mil veces. Los minutos empezaron a pasar de manera rápida y no sé cuánto tiempo lleve ahí, solo sé que salí cuando al fin serene mi mente, salía del tocador algo distraída cuando una mano me sujeto por la muñeca haciendo que vea en dirección de la persona. —¿Asustada? — pregunto Jasper con media sonrisa posando sus hermosos ojos sobre mí. —Pensé que teníamos un trato — intenté safarme de su agarre pero me fue imposible. —Y así es — afirmó mirándome a los ojos, su manera relajada me desconcertaba, ya no entendía nada de lo qué estaba pasando ¿será que me estoy volviendo loca?, dudo mucho que sea eso. —Entonces que fue todo — interrogue furiosa mirándolo con seriedad, quería intimidarlo, pero al parecer no lo logré, el me miró con una hermosa sonrisa que me enamoró al instante. —Se llama actuación niña tonta — mantuvo su sonrisa y yo enserio me sentía tonta, el dijo que no creia en el amor y pues era más que obvio que todo eso fue una actuación. —Perdón — dije en voz baja sin mirarlo, sentí como libero mi mano y yo levanté la mirada encontrándome con Jasper cruzado de manos y una sonrisa burlona. —Pensabas que me había enamorado de ti — dijo con una sonrisa muy pero muy burlona que me dió vergüenza seguir mirándolo por lo que quite la mirada. —Ya dije Perdón y no pienso repetirlo — hablé haciéndome la valiente mirando a otro lado. —Ya te dije que no me pienso enamorar y tú sabes que la única regla es que no te enamores de mí — escuché estas palabras y sentí que era algo super tonto escucharlo de esa manera tan engreída. —No eres mi tipo niño tonto, además yo estoy enamorada de alguien más — lo mire con seriedad, él sonrió de lado y se acercó a mi. —Eso me parece bien pero deja de poner caras serías te vez más tierna así — dijo tomándome de la mano y llevándome rápidamente hacia la mesa donde sus padres nos esperaban, no me dió tiempo ni para golpearlo por decirme tierna.
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