Capitulo 5

1246 Palabras
Una vez que llegamos a a la mesa donde se encontraban los padres de jasper Martha posó su mirada sobre mí. —Todo bien cariño — pregunto Marta siendo amable, mostrando algo de preocupación, supongo yo que me demore demasiado tratando de serenar mi mente. —Si todo bien, disculpen la demora — respondí siendo amable con ella. —Qué bueno hija, Jasper se preocupó por ti y fue a verte — explico Marta mirando a su hijo con ojos de amor, no dije nada ante sus palabras solamente asentí con la cabeza. —Bueno que les parece si comemos — dijo el señor Gabriel de forma relajada mostrando siempre amabilidad, no me había percatado que nuestro pedido ya había llegado a la mesa mientras yo estaba encerrado en el tocador de mujer. —Está bien muchas gracias — dije tomando asiento en la mesa junto a ellos. Empezamos a comer de manera tranquila, lentamente sin ningún apuro alguno, creo que no pasaron ni 20 minutos cuando el señor Gabriel contesto una llamada entrante a su teléfono, pidió disculpas y se retiró a un lado para poder conversar de la forma más tranquila. Una vez terminada la llamada se acercó a nuestra mesa. —Disculpen pero Marta y yo tenemos un compromiso muy importante que nos habíamos olvidado por completo — explico Gabriel apenado con lo que nos decía. —Hay, es cierto se me había olvidado por completo nuestro compromiso — hablo Marta con un tono que no me convenció del todo pero tampoco podía dudar. —No se preocupen, nos retiramos sin problemas — dije amable pero rápidamente recibí un "NO" por respuesta por parte de los papás de Jasper. —Ustedes disfruten el almuerzo que nosotros ya nos retiramos — dijo Gabriel, Marta por su lado tomó su bolso y se levantó de la mesa delincuente. —Esta bien, así será — empezó a decir Jasper sin nisiquiera tomarme atención. —Así van conociéndose un poco más — alego a decir Marta muy sonriente. —Asi será madre, quiero pasar tiempo conociendo mejor a mi futura esposa — yo sonreí mostrando una supuesta felicidad, pensando en mi mente que este muchacho es un vividor que sabe mentir muy bien. —Bueno hijos nosotros nos retiramos — dijo Gabriel dando inicio a su retirada al lado de su esposa. Estuvimos con la mirada sobre ellos esperando que estén lo suficientemente lejos de nosotros, hasta que al fin se perdieron entre la multitud. —Eres un tonto y que haremos ahora —dije con tono serio mirándolo con el ceño fruncido, él solo me sonrió de lado mientras miraba su teléfono. —Tenemos que hacer que todos crean que este noviazgo va enserio y que mejor es que nos vean juntos — su explicación tenía coherencia sin embargo eso no estaba en mis planes —esto definitivamente va ser incómodo — dije una vez analizada las cosas, no pensé que pasaríamos tiempo juntos para demostrar algo que no somos. —solo así podremos ser libres lo antes posible — con solo escuchar la palabra libres, sentí que esto podía funcionar. —Esta bien — dije simple y él sonrió ampliamente. —Ademas tendrás la gran oportunidad de estar cerca de mí — sus palabras fueron tan engreídas, tanto que me provocaron ganas de llevarle la contraria en todo de hoy en adelante — tendré que soportar a un niño engreído como tú con tal de conseguir mi libertad — dije con un supuesto tono de desepcion, esto provocó que le borrará su sonrisa y me mirara serio. —¿Como dijiste? — pregunto con una ceja en alto. —la verdad sólo eso — aclare, sacando mi billetera de mi bolso. —¿que estás haciendo? — volvio a preguntar, que acaso no era obvio lo que hacía. —Saco mi billetera — dije sacando una de mis tarjetas de crédito. — yo pagaré — dije con ese típico tono de hombre empoderado, yo le sonreí de lado y negue con la cabeza — yo invito — dije una vez más. — claro que no — se levantó de la mesa y se fue directamente a la caja dónde se supone que pagaría. Me quedé mirándolo atentamente esperando que vuelva a nuestra mesa, venía a paso lento llamando la atención de todas las mujeres jóvenes del lugar. Ahora entendía porque me decía que no me enamorará de él, supongo que con el porte de Dios griego llama la atención de muchas mujeres y pues yo no fui la excepción, sin embargo yo he sabido mantenerme al margen de la compostura mostrando solo interés por Malcon. En fin una vez que llegó a nuestra mesa las chicas me lanzaron miradas de odio, bueno era normal ya que estaba junto al chico que las había dejado boquiabiertas . —bueno ¿ahora qué quieres hacer?— pregunto mirandome con sus hermosos ojos azules. Me quedé en silencio por un breve momento hasta que se me ocurrió la perfecta idea para molestarlo un poco. —Nos iremos de compras — dije sonriente guardando mi billetera en mi bolso. —Yo no pienso hacer eso — gruño con cara sería —¿No quieres ir? — pregunté relajada mirándolo fijamente. — No — respondió simple —¿No te gusta? — interrogue nuevamente con tono amable. —No — respondió con tono seco —Bueno entonces te quedas — dije tomando mi bolso y levantándome de la silla para luego empezar caminar. —No he terminado de hablar contigo niña — lo escuché hablar pero yo no le tome importancia y proseguir mi camino por el centro comercial. A los pocos segundos note como Jasper camino tras de mí hasta llegar a mi lado. —No me gusta ir de compras con las mujeres — gruñó como un niño pequeño, está acción me dió un poco de ternura. —Yo no te estoy obligando a que me acompañes — dije sin mirarlo — Pero tengo que hacerlo para que vean que he sentado cabeza — dijo serio, yo me detuve en seco analizado la situación, lo tenía en mis manos y podía hacer de él lo que yo quisiera con tal de fingir un noviazgo feliz. —¿Que te pasa? — pregunto mirando que me detuve y tenía cara de pensativa, yo sonreí de manera maliciosa y creo que eso lo asustó un poco. —Si quieres que yo finja ser un encanto de novia quiero que me acompañes hacer compras sin quejarte — dije con una enorme sonrisa mirándolo a los ojos. —Eso no fue lo que acordamos esa noche — protesto serio. —Tengo que sacar provecho a la situación, te conviene más a ti que a mí mostrar afecto sentimental — expliqué y note como mi planteamiento tenía coherencia. —Eres una chica inteligente — dijo con las manos en sus bolsillos. —Lo sé — dije mantenimiento la mirada sobre Jasper. —Esta bien vamos por tus compras — dijo gruñendo. —Nada de mal humor niño — dije sonriente con ganas de molestarlo, él me fulminó con la mirada y yo sonreí — si vas a poner esa cara yo haré lo mismo con tus papás. —Está bien — suspiro de manera pesada para luego poner una cara más animada. —Bueno vamos — dije caminando rumbo a la primera tiendo dónde me divertiría molestando al engreído de mi futuro esposo.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR