Anthony estuvo despierto hasta que el cansancio lo venció. Despertó cuando alguien lo besó en la frente, por un momento creyó que todo lo que había vivido la noche anterior había sido un sueño, abrió los ojos y cuando vio a Dani sonriendo, se sintió como si toda esa realidad oscura de su pasado jamás pudiera tomar forma otra vez.
—Amor mío, buenos días…
Anthony sonrió ampliamente
—Corazón, ¿durmió bien?
Dani lo besó con ternura.
—Sí, tan bien que estoy pensando que necesito sus brazos a donde quiera que vaya para dormir bien.
Anthony seguía sonriendo mientras sus manos fuertes tocaban el delicado rostro de Dani.
—Mis brazos opinan lo mismo. No querrán dejarme dormir si no la tienen consigo.
Dani cerró los ojos al sentir sus manos tibias tocarla.
—La amo profundamente, Danielle.
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