Mientras él comía, desvío la mirada y dijo
— sabe joven Adrien – interrumpiéndolo le dije
— Zeng, me puedes llamar solo Adrien, te lo permito, eres mi amigo ¿recuerdas? – sonriente asintió y continuo con lo que estaba diciendo
— está bien, Adrien tal vez, sea un poco loco, pero quisiera ver el mundo exterior, hace mucho que no lo veo he pasado la mitad de mi vida encerrado en esta mansión y hacienda, sería un gran favor que pudiera salir –
Quedándome pensativo, lo miré por unos segundos y agachando la cabeza asentí, era un pequeño favor y lo único que tengo que hacer es sacarlo a la calle, vaya que este lugar se ha convertido en un basurero, suspirando dije
— está bien, pero no puedes salir con esa ropa, si eres mi amigo te vestirás como tal, así que, terminando de comer, iremos a que te cambies ¿de acuerdo? – el de inmediato sonriente asintió
Y apresurado, comenzó a comer rápidamente, mientras yo lo veía con entusiasmo, jamás había visto tanta energía en alguno de estos chicos, se siente realmente agradable. Una vez terminamos de comer, me acompaño hasta el guarda ropas, tenía que quitarle esa ropa toda raída, sucia, parece un esclavo solo de verlo, pero que puedo decir, todos aquí lo son
Mientras miraba en el guardarropa, note que no había mucha ropa, toda la que tenía era la nueva que me había comprado el señor Jaymes Cane, debo preguntarle, tal vez sepa donde está mi ropa, se me hace extraño que no haya nada de esta en mi recámara, al llegar a la oficina de papá le dije
— padre, ¿me puedes hacer un favor? – el sonriente, asintió mientras me miraba fijamente
— dime Adrien ¿Qué se te ofrece? ¿Tienes algún problema acaso? – yo asentí y dije
— me di cuenta, que no tengo nada de ropa, más la que compramos hace unos días y toda esa es nueva, quiero algo viejo de lo que usaba ¿sabes dónde está? – él agachando la mirada contesto brevemente
— lo lamento hijo, esa ropa ya no se encuentra aquí, tal vez no lo recuerdas, pero te llevaste una gran cantidad de ella, la otra parte que quedo, desapareció de seguro los huérfanos la robaron, por lo que los castigue por ello, pero tranquilo si necesitas ropa puedes decirle a Maximus que te lleve de compras – yo sonriente asentí
— gracias padre, entonces volveré pronto –
Antes de que pudiera salir, este me dijo unas palabras y muy seriamente se acomodó en su silla
— Adrien ¿puedes explicarme algo antes de que te vayas? – yo de inmediato trague un poco de saliva, realmente me sentí nervioso en ese instante y asintiendo le conteste
— claro padre, dime ¿Qué sucede? – él viéndome a los ojos con una sonrisa dijo
— ¿en serio hiciste correr a Víctor, como un perro asustado? Jaja – contrario a lo que cualquiera pensaría, él estaba contento de que lo haya hecho, titubeando dije
— amm, papá ¿no estás molesto por ello? - él entre risas dijo
— ¡pero claro que no! Jaja, es más en realidad me hubiera encantado verlo, no me puedo imaginar su cara de miedo, lo único que si me molesto es que no lo vi, después de ello me siento orgulloso de ti hijo, tienes la sangre fría y mente de guerrero para hacer que las ratas corran, es todo lo que se necesita hijo, jaja – aún más confundido pregunte
— ow… lo lamento pensé que te molestaría, ya que lo hice defendiendo a Zeng… - el mientras seguía riendo contesto
— ¿Qué? ¿Acaso eso importa? Hiciste que pagara el maldito infeliz, por lo que a mí respecta, fuiste más listo que ese cocinero de pacotilla y mejor aún te diste a respetar hijo, pusiste a ese tipo en su lugar por no obedecer tu orden, me contaron lo que paso, tranquilo tengo que decirte algo, personas tan importantes como nosotros necesitamos un asistente en mi caso tengo a Aidan – (les pongo en contexto, mi padre siempre tiene a un lacayo, aparte de mi claro está, este chico debe tener casi mi misma edad, en lo que a mí me respecta, es una persona sumisa, dócil y que no hace ningún gesto, más que solo para responder las órdenes de mi padre, me pregunto cuanto sufrimiento tuvo que pasar) — de allí, que trates a tu lacayo como te plazca ya es cuestión de cada uno, pero en eso si no me meto, puedes hacer lo que quieras con él –
Yo un poco más tranquilo asentí y haciendo una pequeña reverencia, procedí a retirarme de la habitación, suspirando fui hasta mi habitación, allí estaba Zeng jugando con Benji, mirándolo realmente me sentí emocionado, en todo este tiempo que estoy con el pequeño Zeng hasta este día, es la primera vez que lo veo con una nueva actitud, una actitud diferente a la del resto de huérfanos, básicamente esa actitud es, verlos y tener ganas de matarse con ellos, realmente es deplorable, pero el pequeño Zeng tiene un nuevo rostro, más sonriente, más entusiasta, me alegro de que sé así y espero que siga así y esta alegría se vaya contagiando poco a poco entre todos los huérfanos, claro que sin que se entere mi padre. Sin más que decir le hice una señal a Zeng, íbamos de salida así que dirigiéndome a la entrada, Maximus me estaba esperando en la puerta y justo iba a cerrar apenas salí, Zeng empujo la puerta y Maximus viéndolo dijo
— amo Adrien ¿el chico viene con usted? – yo mirando muy seriamente, mientras sostenía a Benji en la mano asentí y conteste
— de ahora en adelante debes llamarlo joven Zeng es mi amigo, así que tratarlo como tal ¿entendido? – él un poco impresionado asintió y mirando a Zeng exclamo
— joven Zeng, lamento no haberlo visto, pido una honorable disculpa, pase por aquí por favor – señalándole el auto, Zeng asintió un tanto nervioso, pues jamás había recibido tal trato de alguien
Acomodándome dentro de la limusina, Zeng se sentó frente a mí, mientras yo recogía el teléfono el cual empezó a sonar, era Maximus
— amo Adrien, el señor Cane me otorgo permiso de despilfarrar cuanto usted desee, dijo que era un regalo de celebración por tener carácter, así que si es tan amable dígame ¿A dónde le gustaría ir? – mirando a Zeng dije
— llévanos al distrito comercial, necesito comprar ropa para un buen amigo, después podemos ir por helado –
— enseguida amo Adrien –
El auto salió enseguida del lugar, mientras viajábamos, Zeng miraba por las ventanas de la limusina, emocionado, como un bebe que apenas ve el mundo exterior, se sorprendía por cada cosa y cada punto que veía, cada cosa parecía algo totalmente nuevo para él, sin lugar a dudas, fue la mejor decisión que he tomado, la de traerlo y llevarlo conmigo, al llegar se bajó de la limusina y todas las personas se sorprendieron de que alguien con la ropa tan desecha se bajara de una limusina así, envidiosas supongo y más que nada gente desastrosa, como sea no me interesan llegamos hasta la más grande tienda de ropa, allí el vendedor se apresuró a saludarme
— joven Adrien, un gusto volverlo a ver por nuestras tiendas, dígame ¿Qué se le ofrece el día de hoy? – yo mirándolo con soberbia exclame
— necesito que este pequeño de aquí, use tus mejores telas y tus mejores prendas ¿entendido? Quiero que quede totalmente elegante y presentable –
El vendedor viendo a Zeng se sorprendió del estado en el que se encontraba este y dijo
— joven Adrien, ¿está en alguna obra caritativa? La verdad es que no entiendo por qué un chico tan corriente como aquel, está con alguien de su excelencia –
— ¿quieres atenderme o prefieres que vaya a la tienda de enfrente? – el asustado negó de inmediato
— no, claro que no, como se le ocurre decir tal cosa joven Adrien, por favor, pase enseguida, daré mi mejor esfuerzo por alguien tan distinguido como lo es usted, por favor pequeño, pasa por aquí – dijo el vendedor mientras colocaba a Zeng encima de una tarima, para empezarle a coger las medidas de todo el cuerpo, una vez termino, se quedó impresionado y mirándome dijo
— ya sé cuál será el traje perfecto para él, por favor dame unos segundos – yo asintiendo, se marchó sin más, estaba contento por Zeng, tendría un traje y se vería elegante
Mientras pensaba en esto, Benji se estaba comportando extrañamente, pues este miraba hacia los lados como que si sintiera algo
— ¿Qué pasa amiguito? ¿Todo está bien? – Benji me miro y tras lamerme se acostó nuevamente, fue lo más extraño que he visto, creo que jamás ha hecho algo así, tal vez sea este lugar huele mucho a perfumes y cosas raras como sea, tras unos minutos, el vendedor se acercó con un traje, camisa y corbata roja, entregándolos a Zeng le dijo a este
— por favor pruébatelo, sé que te quedaran magníficos, justo de tu talla y ten estos zapatos, por favor puedes cambiarte de este lado – entregando una caja de zapatos que se encontraba a un lado de nosotros fue empujando a Zeng hasta los vestidores y este me iba viendo preocupado sin saber que debía hacer al respecto, yo por mientras estaba tratando de aguantarme la risa, pues sabía que todo esto era nuevo para él, aunque no lo culpo yo estuve igual hace un par de días
Pasados unos minutos, la puerta del vestidor se abrió y demostrando un Zeng totalmente cambiado y nuevo, todos nos sorprendimos al verlo, el traje le quedaba a la perfección y el vendedor viendo a Zeng dijo
— si tuviera el cabello cortado decentemente, aseguro que hasta podría parecer alguien de la clase del joven Adrien – Maximus lo miro un tanto confundido ante tal comentario y el encogerse de hombros fue su respuesta, mientras yo me acercaba donde Zeng y mirando su cabello le dije
— ¿sabes? Te queda fenomenal el traje, pero realmente sí que te hace falta un corte de cabello amigo, ¿vamos? – el sonriente dijo
— gracias Adrien y creo que si me hace falta uno ¿sería tan amable de ayudarme en ello? – yo guiñando le conteste
— amigo, por ti cualquier cosa, vamos jaja –
Mirando al vendedor le dije
— perfecto, está fenomenal, quiero otros diez trajes iguales a este, no los quiero ver sé que todos estarán fantásticos, Maximus paga por favor, nos alcanzas en la barbería ¿entendido? – Maximus asintiendo dijo
— entendido amo Adrien, ¿dejo alguna propina extra amo? – yo sonriente le dije
— ¿pero qué pregunta es esa Maximus? Deja lo que te parezca conveniente, por un buen trato y gusto que sea una considerable por favor – Maximus asintió sin más
De inmediato salimos con Zeng en dirección a una barbería que se encontraba alado, realmente elegante y refinado el lugar sin lugar a dudas, allí se sentó Zeng y el barbero mirándome pregunto
— ¿quieres que le quite el zorrillo muerto que trae tu amigo encima? – yo asintiendo le conteste
— que quede como mi corte, elegante, refinado y sobre todo, presentable, te lo encargo – el barbero asintiendo comenzó hacer su trabajo, mientras este lo hacía, Benji nuevamente se levantó y comenzó a mirar hacia la puerta, realmente estaba muy inquieto, demasiado extraño aun para alguien que no recuerda exactamente como debe actuar su mascota, sé que Benji normalmente no actúa así por ninguna razón ¿Qué está sucediendo?
Como sea nuevamente volvió a mirarme, esta vez con entusiasmo y lamiéndome la mejilla, volvió acostarse en mi regazo, demasiado sospechoso si me lo preguntan, sin más que hacer seguí viendo el cambio que le hacían a Zeng, tras unos minutos llego Maximus y dirigiéndose a mí dijo
— ya puse las compras en el auto, después de esta parada, ¿A dónde nos dirigiremos amo Adrien? – yo un tanto pensativo conteste
— iremos por helado, tengo muchas ganas de uno, quiero… el mejor de la ciudad – él asintiendo se retiró a la puerta
Tras la conversación el barbero mirándome exclamo
— bien, la transformación está hecha, tu amigo quedo bastante elegante ¿sabes? – yo poniéndome en pie, mire a Zeng, realmente se veía fenomenal, tenía clase, estilo y era más que presentable
— está perfecto – mirando a Maximus, hice un gesto llamándolo, este sin duda vino de inmediato y le dije — por favor paga al buen hombre, nos retiramos a la limusina, gracias –
Saliendo del lugar, íbamos hablando de los cambios con Zeng, pero de repente Benji comenzó a inquietarse, yo viéndolo extrañado, decidí ponerlo en el piso, al hacerlo este se quedó viendo fijamente hacia un lugar, ¿Qué demonios veía? Es extraño sin duda, pero no podíamos hacer nada, mirándonos fijamente con Zeng nos encogimos de hombros sin saber qué hacer, entramos a la limusina de inmediato, allí nos pusimos en marcha hacia unos deliciosos helados, mientras esperábamos, Benji salto corriendo hacia la ventana y mirando fijamente por ella, me sentí más extrañado que antes, así que sonriente dije
— vamos a ver Benji, ¿Qué tanto estás viendo? – al acercarme a la ventana y ver en la misma dirección que él, note a tres personas que veían el coche un tanto confusos, dos chicas, un chico y una especie de lobo, pero… el chico, se me hace conocido ¿qui-quien es ese sujeto?
…