LIZ —No, solo que no deseo que estés cerca de ella. —acaricié su mejilla—. ¿Sabes que está haciendo aquí? —negué, pero tampoco me iba a quedar con la duda. Me bajé de la silla alta y caminé hasta donde estaban Clara y Ángel. Justo en ese momento, Kayla estaba saliendo de la casa. —¿Quién es ella? —pregunté sutilmente entre ambos. Ángel miró a Clara y ésta encogió sus hombros sin saber de quién se trataba. Con los segundos la mujer se acercó de nuevo a los señores con los que los vi inicialmente. —Ah, ella es la hija de uno de mis colegas. —lo miré con la ceja alzada. Clara hizo lo mismo. —Les recuerdo que estuve en un grupo de investigación hace años y aún mantengo contacto con algunos de mis colegas más cercanos. El señor Torres es uno de ellos, al igual que Salgado, Almendariz, A

