Mi cabeza duele mucho y mi visión está borrosa, me senté con mucho dolor en mi espalda. Miré mis manos aún un poco marea, mire a todos lados tratando de acostumbrar mi visión.
Mi vista regreso a la normalidad y pude ver que en mis delgados brazos hay muchos moretones.
—alfin te despiertas.
—eh?
Un niño con grandes ojos dorados, cabello n***o azabache me mira con curiosidad.
—¿A ti también te capturaron?—pregunte manteniendo mi mirada sobre él.
—Si, pero a diferencia de ti, yo ya llevo cinco días encerrado.
—¿Qué, encerio? no puede ser...
—A ti te trajeron ayer, tenías muchas horas inconciente.
—¿Podemos salir de aquí?
—No estoy muy seguro— se ve muy indignado.
—No me rendiré, estoy segura que podemos salir de aquí.
—Soy Kiera Versáttiero, ¿y tú?
—Kyllean Ro...— se detuvo al escuchar al guardia que nos vigila abrir la puerta.
Un hombre de estatura media, tez morena entro en la habitación y nos arrojo unos panes al suelo.
—Si tienen hambre coman y no causen problemas— miró a Kyllean con severidad y escupió al piso antes de salir.
—Es mejor que comas, solo nos dan una vez al día— Kyllean recogió los panes y tendió uno en mi dirección.
—Ten, come para que no pierdas fuerzas te ves tan delgada.
Me escudriñó con la mirada y dejó salir un suspiro.
—Veo que eres un noble, ¿tú familia te estará buscando?— pregunté, quería saber si había la más mínima oportunidad de que nos rescatarán.
—Es muy probable, ¿y la tuya?
Lo mire con una mirada vacía y respondí.
—Eso quisiera, pero para ellos es mejor desaserse de mí. Si no lo han echo es por mi compromiso con el príncipe heredero— agaché mi cabeza, es verdad padre es lo que quería y mis hermanos también.
—Eres hija del Márquez y comandante de la guardia imperial ¿y aún así me dices que solo sigues con vida porque tu mano está prometida al Principe?
—Si, mi madre y la emperatriz eran mejores amigas y hicieron un pacto en el cual si mi madre tenía una niña sería la prometida del príncipe que tenía un año. Cuando yo nací el príncipe tenía dos años.
—Actualmente tengo siete, así que el príncipe debe tener nueve. Bueno ayer cumplí los siete.
Levante la mirada y mire al chico frente a mi que me observaba con el ceño fruncido